España es líder mundial en producción y exportación de aceituna de mesa, con más del 60% de la producción de la Unión Europea y casi el 20% de la mundial. El 80%, desde Andalucía. Es uno de los productos estrella de la agricultura española. Pero desde que Estados Unidos le impuso unos estrictos aranceles a la aceituna negra —la más demandada a cuenta de las pizzas— ha pasado de ser el primer exportador al tercer puesto en este país. Seis meses después de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) diera la razón por segunda vez a la UE en esta pugna, EEUU hace caso omiso.
Si en 2017 —último año sin esta penalización— la aceituna negra representaba la mitad de la cuota total de mercado en EEUU, en la última campaña no ha llegado al 20% porque los principales competidores de España (Marruecos, Egipto, Grecia y Turquía, sobre todo) han crecido en sus exportaciones de aceituna negra al gigante americano. En dinero, esto se traduce para España en que el valor de sus exportaciones, respecto a 2017, ha disminuido más de 225 millones de euros (10 en lo que llevamos de 2024) como consecuencia de la imposición por parte de dicho país de medidas compensatorias 'antidumping' y 'antisubvención'.
Son datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación correspondientes a la campaña 2023/2024, que va de septiembre del año pasado a abril del presente. Desde la Asociación de Exportadores de Aceitunas de Mesa (Asemesa) elevan esas pérdidas todavía más. “La persistencia de estos aranceles ha resultado en la caída de la mayor parte del mercado de aceituna negra de EEUU y en una pérdida económica de más de 260 millones de euros desde 2018. Este impacto se ve agravado por la escasez de producción y los altos costos de insumos, que también han afectado a nuestras exportaciones a otros mercados importantes, como la UE”, señala Antonio Mora, presidente de la entidad. Este golpe ha sido especialmente duro “para un sector que ha invertido desde hace décadas en calidad, innovación y sostenibilidad para mantener su posición de liderazgo global”.
El sector se encuentra en una encrucijada. Esos aranceles son, en opinión de Mora, “una amenaza grave que exige una acción concertada a nivel nacional y europeo”. Desde esta organización han solicitado en repetidas ocasiones el apoyo del Gobierno de España y de la UE para que exijan el cumplimiento de las resoluciones de la OMC y trabajen hacia la restauración de condiciones de comercio justas. “La falta de acción efectiva por parte de las autoridades estadounidenses no solo desafía los principios básicos del libre comercio, sino que también supone una amenaza en el futuro para cualquier otro sector que reciba ayudas de la PAC”, asevera. “Continúan ignorando las decisiones de la OMC, manteniendo el grave perjuicio a nuestro sector”, prosigue el presidente de Asemesa.
Las grandes perjudicadas
En Andalucía hay casi 140 empresas registradas como exportadoras de este producto en sus distintas variedades, según la agencia para la Transformación y el Desarrollo Económico (Trade). Agrosevilla es el mayor productor y exportador del mundo, y cerró el último año con un 25% más de facturación, rozando los 200 millones de euros, un récord que ha conseguido a base de sortear el impacto de los aranceles de EEUU. Julio Roda, director general de Agrosevilla, apunta que el conflicto con EEUU “está en vía muerta”. Explica que la UE no está haciendo toda la presión necesaria “porque se trata de una categoría pequeña y hay un contexto de elecciones en EEUU a la vuelta de la esquina, por lo que es una situación incierta políticamente”.
En esta línea, explica que, aunque las empresas han ido buscando otros destinos, no se puede perder de vista que “el importante es el de EEUU, un mercado muy grande para la aceituna negra, y lo han ido copando Marruecos y Egipto”. Entiende también que “esto no es un conflicto de los californianos con los agricultores; esto es una guerra con los industriales”.
Hay que recordar que EEUU impuso estos aranceles “por competencia desleal” tras la denuncia de la Coalición para el Comercio Justo de Aceitunas Maduras, cuyos miembros son las dos únicas empresas californianas que venden aceitunas negras (Bell-Carter Foods y Musco Family Olive), y con el conflicto Airbus-Boing de fondo. Entró en vigor el verano de 2018. En 2021 la OMC le dio la razón a España, y lo ratificó el pasado mes de febrero. Un mes después, EEUU manifestó su intención de trabajar con la UE para resolver la disputa y no recurrió el dictamen. Pero ha pasado medio año y sigue todo igual. “Consideramos que se trata de otra práctica engañosa, como ha sucedido en ocasiones anteriores, en las que solo ha hecho modificaciones superficiales manteniendo el grueso de los aranceles”, concluye Antonio Mora.
Desde la Consejería Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural han insistido, desde el último dictamen a favor de la aceituna negra, en la necesidad de “una mayor diplomacia proactiva a la Unión Europea y la defensa de nuestro sector, para que se cumpla” con esa resolución.