La entidad para apoyar la financiación de proyectos empresariales en la provincia de Jaén con la implicación de la Junta de Andalucía y la Caja Rural de Jaén no verá la luz al decidir esta entidad “no seguir hacia adelante con la operación”, ya que con el modelo planteado suponía “perder una serie de beneficios fiscales”.
Así lo han indicado a Europa Press fuentes de la Consejería de Hacienda y Financiación Europea, cuyo titular, Juan Bravo, participó en septiembre de 2020 en su presentación, junto al vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín.
En concreto, se firmó un acuerdo de voluntades con el presidente y el director general de la Caja Rural, José Luis García-Lomas y Enrique Acisclo, respectivamente. Estaba previsto que el organismo, cuya fórmula debía concretarse, nacería con un capital de 80 millones de euros, de los que el Ejecutivo autonómico aportaría 40 millones. El resto sería suscrito por la Caja Rural y otros inversores privados, ya que se contemplaba la participación creciente de empresarios.
Las referidas fuentes de la Consejería han explicado que, una vez que se presentó la iniciativa, la Caja Rural “tuvo que pedir autorización al Banco de España para realizar esta operación”, una solicitud que se realizó “con posterioridad a comprometerse con la Junta y después también de la firma del convenio”.
Pérdida de beneficios fiscales
“Cuando la solicitó, le indicaron que sí podía realizarla, pero que, en ese caso, perdían una serie de beneficios fiscales que tenían por ser caja rural. Así que decidieron no seguir hacia adelante con la operación”, han afirmado desde Hacienda y Financiación Europea sin precisar la fecha en la que se trasladó esa decisión.
En todo caso y ante la posibilidad de que la Junta pudiera mantener en solitario ese instrumento o crearlo con otros actores, han subrayado que por parte de la Administración autonómica “existen otros instrumentos de apoyo e impulso, caso de la ITI de Jaén”, para proyectos empresariales.
Por parte de la Caja Rural de Jaén, su subdirector, Luis Jesús García-Lomas, ha confirmado ese escenario, en el que como cooperativa especialmente protegida no puede poseer más del 25 por ciento del capital social de una empresa y para tener un porcentaje mayor debe “pedir esa autorización al Ministerio de Economía”.
“Nos parecía una buena idea, pero por estas cuestiones técnicas al final no podíamos encajar ese tipo de sociedad porque no nos autorizaba. Y, si lo hacía, suponía perder una serie de beneficios fiscales como cooperativa”, ha comentado, no sin añadir que la Caja Rural se mostró “abierta a otras fórmulas”, como reducir su porcentaje en la entidad que se creara.
García-Lomas ha destacado, no obstante, que precisamente por considerar que era una buena iniciativa la Caja Rural está inmersa en la creación de una entidad de inversión propia para apoyar proyectos emprendedores. “Vamos a invitar a distintos empresarios, los mismos que quiso participar en ese momento (al plantear la entidad con el Gobierno andaluz) y que nos pregunta”, ha agregado.
Iniciativa conjunta
Fue el 21 de septiembre de 2020 cuando se presentó esta iniciativa conjunta de la Junta y la Caja Rural de Jaén en un acto celebrado en el Museo Íbero. El vicepresidente del Gobierno andaluz afirmó entonces que su creación respondía a la “situación tan extraordinaria” de la provincia jiennense, con datos, por ejemplo, que la sitúan entre las primeras en desempleo.
El consejero de Hacienda y Financiación Europea valoró esta “fórmula pionera”, una línea de colaboración que mostraba el esfuerzo del Ejecutivo autonómico por “hacer de Jaén un sitio atractivo para la inversión”, dado que ha sido “una tierra históricamente castigada y olvidada”.
Por su parte, Acisclo señaló “el compromiso social” de la Caja Rural con la provincia y resaltó que estaría “gestionada con criterios empresariales”, de manera que la viabilidad de los proyectos sería analizada por personas independientes al margen de un planteamiento administrativo de la función pública.
El compromiso de la Junta y la Caja Rural de Jaén pasaba por actuar con celeridad y que este instrumento estuviera constituido antes del 31 de diciembre de 2020. El objetivo era que estuviera plenamente operativo para empezar a financiar proyectos a principios de 2021, algo que no ha sucedido, dada la citada situación. Serían objeto de financiación proyectos que por su envergadura, por el riesgo o por otras circunstancias no lograsen apoyo económico suficiente.