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COP27: Andalucía no está haciendo sus deberes
La cadena de noticias relacionadas con la crisis climática sigue aumentando nuestra preocupación. Acabamos de saber que el calor extremo mata cada año en el mundo a 350.000 personas. El dato lo publica la revista médica The Lancet. Esto supone que, entre 2017 y 2021, este tipo de muertes han aumentado un 68%. Y el dato llega después de uno de los veranos más largos, secos y calurosos que se recuerdan. La principal cuenca hidrográfica que hay en Andalucía, la del Guadalquivir, se encuentra al 18,5%; esto es en situación crítica. Y el Gobierno andaluz acaba de aprobar el denominado “Plan SOS de medidas frente a la sequía”.
Se está celebrando una nueva cumbre del clima, la COP27 en Egipto, a la que tiene anunciada su visita el presidente del Gobierno andaluz. Una cita a la que, según dice, acudirá para mostrar su preocupación por la crisis climática y los avances conseguidos. Es ahí donde se necesita hacer un ejercicio de honestidad.
Otros territorios en situación menos crítica que Andalucía ya lo han hecho y están trabajando de forma decidida
Porque en Andalucía aún no se ha reconocido la grave situación que está provocando el cambio climático: el Parlamento de Andalucía aún no ha declarado la Emergencia Climática como carta de reconocimiento y compromiso. La Fundación Savia le ha instado a ello en cinco ocasiones, y volvemos a hacerlo aquí: señor presidente, proponga al Parlamento de Andalucía que declare la Emergencia Climática y ponga en marcha a continuación medidas claras y contundentes que frenen y mitiguen el cambio climático en Andalucía. Otros territorios en situación menos crítica que Andalucía ya lo han hecho y están trabajando de forma decidida. La propia Unión Europea, con el Pacto Verde Europeo, está marcando toda una serie de directrices que deberíamos asumir como objetivos de mínimos.
Porque diversas líneas de actuación de su Gobierno están indicando que se va en sentido contrario. El respaldo al ambicioso plan del sector minero, la intensificación en el uso de los recursos hídricos, el impulso a la urbanización, la falta de medidas de freno al despoblamiento rural, la falta de medios en la gestión de los espacios naturales y especies protegidas, la reducción de requisitos medioambientales, o la declaración de utilidad pública de proyectos para salvar los estudios de impacto ambiental.
La propia desaparición de la Consejería de Medio Ambiente son claras y contundentes evidencias de la falta de compromiso de este Gobierno para hacer frente a la crisis climática. Hemos perdido, en nuestra opinión, la oportunidad, no solo de poner en valor esta área, sino, además, de ir más allá, y crear la Consejería de Cambio Climático y Transición Ecológica.
El presidente Moreno Bonilla señaló en sus declaraciones que nos encontramos ante "una emergencia climática". Compartimos este convencimiento. A partir de ahí, los hechos deben respaldar las palabras
En la pasada Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021 en Glasgow, la denominada COP26, el presidente Moreno Bonilla señaló en sus declaraciones que nos encontramos ante “una emergencia climática”. Compartimos este convencimiento. A partir de ahí, los hechos deben respaldar las palabras. La participación, por tanto, de Andalucía en la COP27 debe ser honesta y coherente, exponiendo hechos, acciones contundentes emprendidas. En ese camino es necesario poner nuestro máximo empeño y colaboración entre todos los agentes sociales, porque el reto es de todos.
Queremos hacer una referencia, como ejemplo de iniciativa cívica, a la Mesa Social del Agua de Andalucía, una plataforma, compuesta por entidades de diverso ámbito y rango de actuación y que han encontrado en su preocupación por la gestión hídrica y su futuro un reto en el que aunar esfuerzos, y están trabajando de forma ejemplar para aportar todo su conocimiento y experiencia en ideas e iniciativas que permitan mirar adelante con mayor esperanza.
También, el Comité Español de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, del que forma parte la Junta de Andalucía y de cuyo grupo de trabajo de Cambio Climático es coordinador Antonio Aguilera, secretario general de la Fundación Savia, acaba de aprobar recientemente en su asamblea celebrada en septiembre en Málaga una declaración que, de forma clara y contundente, insta a trabajar a todos sus miembros en el freno y reversión de la crisis climática.
Nuestra organización ha sido designada recientemente como Embajadora del Clima en Europa. Es nuestra misión y voluntad aportar todo lo que esté en nuestra mano para mejorar la conciencia de la ciudadanía, definir mecanismos de transición ecológica, aumentar la implicación del tejido empresarial. Tejer redes para que, en la práctica, todos seamos cada día un poco más parte de la solución. Las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático son inaplazables, es hora de poner en marcha una verdadera transición ecológica justa basada en la equidad.
La cadena de noticias relacionadas con la crisis climática sigue aumentando nuestra preocupación. Acabamos de saber que el calor extremo mata cada año en el mundo a 350.000 personas. El dato lo publica la revista médica The Lancet. Esto supone que, entre 2017 y 2021, este tipo de muertes han aumentado un 68%. Y el dato llega después de uno de los veranos más largos, secos y calurosos que se recuerdan. La principal cuenca hidrográfica que hay en Andalucía, la del Guadalquivir, se encuentra al 18,5%; esto es en situación crítica. Y el Gobierno andaluz acaba de aprobar el denominado “Plan SOS de medidas frente a la sequía”.
Se está celebrando una nueva cumbre del clima, la COP27 en Egipto, a la que tiene anunciada su visita el presidente del Gobierno andaluz. Una cita a la que, según dice, acudirá para mostrar su preocupación por la crisis climática y los avances conseguidos. Es ahí donde se necesita hacer un ejercicio de honestidad.