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En Podemos pasó el tiempo de la poesía y las promesas
En pocos días tendrá lugar la II Asamblea Andaluza para elegir a los órganos internos y tengo el honor de encabezar una de las candidaturas que enfrentan este ilusionante reto: Andalucía Plaza a Plaza, una iniciativa municipalista impulsada por las bases, por más de 180 secretarios y secretarias generales municipales, concejales y portavoces de círculos que han dedicado todo su esfuerzo a la construcción de esta herramienta, tratando de acercarla a los barrios y municipios, algo vital si lo que deseábamos era estar cerca de la gente.
La nuestra es una apuesta por un Podemos que mire más al futuro que al pasado, que tenga verdadero impacto en nuestro pueblo, que proponga más que proteste. Frente a radicalidad en la discusión en las formas, en la que se encuentra cómoda Susana Díaz apostamos por poner encima de la mesa propuestas que sean radicalmente mayoritarias, ahí es donde ante las contradicciones se caen las caretas del PSOE-A, cuando tiene que elegir la senda del PP o la de Podemos.
Tanto yo, como el resto de compañeros y compañeras que constituyen Andalucía Plaza a Plaza, nos sentimos identificados con los grandes consensos que surgieron del 15M, consensos que requieren la acción política o institucional de Podemos. Si queremos saber hacia dónde vamos debemos saber de dónde venimos, y es una realidad que mucha gente, de tantos sectores y lugares diferentes, depositaron su voto y su confianza en nuestro proyecto para cambiar para mejorar sus vidas.
Somos la herramienta que nace para convertir en ley aquellas cosas que ya compartimos el 99% de los andaluces y las andaluzas. No nacimos para sermonear a la ciudadanía como algunos partidos viejos, sino para ser su instrumento. Los de abajo, habiendo votado cosas muy diferentes en el pasado estamos de acuerdo en que no puede seguir desahuciándose familias sin solución habitacional, que no puede recortarse ni un euro más de nuestros servicios públicos, que hay que expulsar a los del 3% de nuestras instituciones.
Creemos por otro lado que en Podemos pasó el tiempo de la poesía y las promesas. Es el tiempo de los compromisos y garantías. Nuestra candidatura ya es municipalista, compuesta en su mayoría por compañeros y compañeras con responsabilidades municipales, nuestra candidatura ya se ha feminizado, eligiendo así a cinco mujeres para liderar las provincias. Nuestra candidatura exigirá subgrupo propio en el Congreso, la única forma material concreta de explicitar el compromiso de dar voz a Andalucía, más allá de envolverse en la bandera.
En lo institucional toca recoger lo bueno que hemos hecho hasta ahora, corregir desvíos identitarios o la atención arbitraria a algunas demandas particulares en detrimento de otras, además de trabajar por la pluralidad democrática. Redirigir todo nuestro esfuerzo por lograr los deseos de las mayorías. Eso sí, en todo caso se necesita una dirección que ponga el foco de atención y no ignore las especificidades de los colectivos y de los distintos territorios.
En definitiva, dar pasos firmes hacia una sanidad y una educación universal, de calidad y gratuita; en fortalecer nuestra Administración; en poner el acento en la sostenibilidad y bienestar de la población andaluza; en generar empleo de calidad y llevar a cabo la transformación productiva que tanto tarda en llegar a Andalucía. Y todo ello, lo haremos partiendo de una concepción integradora de nuestra tierra en la que todos los territorios tengan peso y voz en la agenda que asumamos, y establezcan nuestros inscritos e inscritas. Nuestra gente, en muchos espacios y momentos diferentes han necesitado una dirección que les haga sentirse comprendidos, valorados y acompañados.
Un liderazgo que actúe en consecuencia desde una óptima moral, con disposición a aprender y que encare los problemas colectivos, ahí radica la calidad del trabajo político. Tenemos por delante una larga caminata para llegar a todas las personas que nos observan con dudas. En ese camino hay que escuchar y aprender, aprovechando la riqueza que nos otorga pertenecer a un proyecto tan plural. Un líder debe llegar, pero también gestionar.
Yo me comprometo a que dentro de dos años no me encontrarán aquí prometiendo las mismas cosas que se prometen hoy, sin rubor ni rendición de cuentas. En la etapa que se abre no se trata sólo de decidir hacia dónde vamos, sino de reunir y contar con toda esa gente que quiere participar en la construcción de esa senda. En definitiva, estar en el día a día, en la práctica más que en la expectativa o el discurso vacío.
Termino trasladando la voluntad firme de trabajar para que sea cual sea el resultado todos y todas contribuyamos a hacer más grande nuestra organización, a sumar desde nuestra diversidad y sobre a todo a que nuestra organización facilite la imprescindible conciliación familiar, un déficit que hemos sufrido las madres que tanto luchamos por este proyecto, así como los hijos e hijas que nos hacen estar aquí, trabajando para transformar nuestra sociedad. Pondremos la experiencia de estos años al servicio de crecer y mejorar, juntos y juntas, sobre la base de lo votado y construido en común. Yo lo tengo claro, me quedo del lado de las sonrisas y la ilusión, sin ellas no nos parecemos al pueblo andaluz y ese pueblo, esas sonrisas, hoy en Andalucía han vuelto a las plazas.
En pocos días tendrá lugar la II Asamblea Andaluza para elegir a los órganos internos y tengo el honor de encabezar una de las candidaturas que enfrentan este ilusionante reto: Andalucía Plaza a Plaza, una iniciativa municipalista impulsada por las bases, por más de 180 secretarios y secretarias generales municipales, concejales y portavoces de círculos que han dedicado todo su esfuerzo a la construcción de esta herramienta, tratando de acercarla a los barrios y municipios, algo vital si lo que deseábamos era estar cerca de la gente.
La nuestra es una apuesta por un Podemos que mire más al futuro que al pasado, que tenga verdadero impacto en nuestro pueblo, que proponga más que proteste. Frente a radicalidad en la discusión en las formas, en la que se encuentra cómoda Susana Díaz apostamos por poner encima de la mesa propuestas que sean radicalmente mayoritarias, ahí es donde ante las contradicciones se caen las caretas del PSOE-A, cuando tiene que elegir la senda del PP o la de Podemos.