Se llama Remedios López, es alcaldesa de un pueblo de 500 habitantes, y ha logrado superávit

Iñigo Mas

Almería —

Santa Fe de Mondújar es uno de los muchos pequeños pueblos de la provincia de Almería, pero uno de los pocos con un 8% de paro. Tiene apenas medio millar de habitantes, en su mayoría pensionistas. Cuenta con una alcaldesa, Remedios López, del PSOE de toda la vida, “excepto cuatro años que me fui”. Con humildad pero con orgullo mantiene que no cobra sueldo municipal ni figura en la Seguridad Social por su cargo, “pero hay algunos alcaldes que cobran barbaridades, no lo entiendo”, critica. Sólo recibe como remuneración de la administración local algunas dietas. Lleva en el cargo desde 2003, siendo desde entonces reelegida con mayoría absoluta. Aquel año padeció un ictus cerebral que le llevó a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Torrecárdenas. Sus compañeros de partido no se atrevieron a decirle que la habían colocado como número 1 en la candidatura a las elecciones locales. “Lo hicieron sin decirme nada porque estaba en el hospital”, recuerda la primera edil.

En tiempos de tan trágica crisis económica como la que se padece hoy, la situación de este municipio es envidiable. “No debemos nada a los bancos, les acabamos de pagar 160.000 euros a tocateja, vamos al día con el pago a proveedores y tenemos ahora un superávit de unos 280.000 euros. Son datos que se pueden consultar en el ministerio”, confirma Remedios, una mujer que supo ponerse el mundo por montera para sacar adelante la familia tras un infarto que sufrió su marido. “Lo logramos con muchos sacrificios. Por ejemplo, ahorramos mucho en la factura eléctrica porque a las doce de la noche apagamos zonas en las que no hace falta y sólo queda el alumbrado necesario, o en las fiestas patronales hacemos el gasto imprescindible” afirma quien no es partidaria de repetir mandato durante muchas legislaturas, por lo que probablemente no vuelva a presentarse a las próximas elecciones municipales.

“Dije que jamás tendría una farmacia”

¿De qué vive un pequeño pueblo que tiene en estos tiempos tan buena situación económica? “De la naranja ecológica. Aquí la mayoría de la gente tiene pequeñas explotaciones, hay muy pocos que se dediquen a otra actividad. Pero nuestro principal problema es la falta de subvenciones europeas. Como los almerienses no pintamos nada no nos hacen ni caso. Si un sevillano chilla le hacen caso, pero si el que grita es un almeriense, no le oyen –se queja- porque las grandes fincas están en Sevilla y Valencia. Aquí hay pequeñas explotaciones y las subvenciones europeas a la naranja ecológica se las llevan los grandes. En este país se premia a los ricos, antes se subvencionaba por kilos de naranjas producidas y ahora es por árboles plantados”, sigue quejándose la alcaldesa.

Su equipo de gobierno está intentando plantearle a la Junta este problema, “pero la solución es muy difícil y al final siempre son los grandes los que salen beneficiados”, reconoce Remedios, quien argumenta que “me parece que tenemos la mayor producción almeriense de naranja ecológica, pero el otro día vi las nuestras con la etiqueta ‘Naranjas de Aguadulce’, lo que me dio mucha rabia”.

Es farmacéutica de profesión y natural de Jaén. Estudió en Madrid en la Universidad Complutense, compartiendo con Cristina Alberdi y compañía todo tipo de saraos reivindicativos feministas y universitarios. “¡Cómo me lo pasé en aquella época! Llevábamos a la universidad los mejores actos culturales, los poetas proscritos… era yo un poco revolucionaria entonces”, rememora con nostalgia.

Pero en aquellos felices años su marido sufrió un nuevo infarto y decidió volver a la tierra natal de este ingeniero industrial almeriense para vivir con menos estrés. En Santa Fe, pueblo donde se localiza el milenario poblado de Los Millares o un magnífico puente ferroviario construido por el mismísimo Eiffel, instaló hace 36 años su farmacia, que sigue regentando día a día compartiendo su tiempo con la vida pública de la presidencia de la corporación municipal, formada por dos concejales del Partido Popular, uno de Izquierda Unida y cuatro del PSOE. Ella tomó el testigo de otro alcalde socialista. El ayuntamiento solo tiene tres trabajadores, pero “son todo terreno”, hacen de todo: una persona para limpieza, otra para administración y otra para servicios múltiples.

La crisis económica ha roto las expectativas de desarrollo turístico que ella tenía para Santa Fe. “Se rehabilitaron Los Millares, hemos hecho una piscina, restaurante, estamos acabando la residencia de mayores, trabajamos con la Diputación en obras y planes provinciales, el Plan de Fomento de Empleo Agrario PFEA, que yo sigo llamando el PER, pero me ha pillado el toro de la crisis y la gente está asustada”, se lamenta esta jienense quien “había jurado toda mi vida que jamás tendría una farmacia y ahora adoro Almería”.