El alcalde pide al pueblo que no caiga en “la tentación del ojo por ojo”. Los vecinos dicen que nadie evitó la oleada de robos y culpan de pasividad a las autoridades. Estepa (Sevilla), un municipio convertido en un polvorín. Y estalla. Una protesta deriva en patrullas callejeras y graves incidentes: asaltan varias viviendas e incendian dos inmuebles del clan familiar de los Chorizos. La gente los señala como culpables y huyen justo antes de los disturbios. Tres han sido detenidos (dos están en prisión y otro ha sido puesto en libertad), y siete manifestantes han quedado libres con cargos. En unos días habrá otra concentración. “Esto no se ha acabado”, aseguran en la calle.
Éstas son, en seis preguntas y respuestas, las claves de los graves incidentes ocurridos en el municipio sevillano, con epicentro en el barrio de Los Poetas.
¿Qué ha ocurrido en Estepa?
Una oleada de robos en viviendas sacude las calles estepeñas, con hasta 50 denuncias en los últimos meses. Crece el malestar ciudadano. Los vecinos señalan a miembros de una familia como autores de los delitos y culpan, además, a Ayuntamiento, Juzgado y fuerzas policiales de actuar con pasividad. El sábado 5 de julio deciden tomarse la justicia por su mano. Convocan una concentración –a través de redes sociales y mensajes de telefonía móvil– que comienza en la rotonda de La Mantequera y culmina en el barrio de Los Poetas, donde viven los Chorizos. Ellos son el blanco de una protesta que crece en intensidad y acaba en graves disturbios. Seis casas asaltadas, dos de ellas incendiadas. Los supuestos ladrones huyen y ya hay varios detenidos. La gente salía de los inmuebles con artículos procedentes de los hurtos. Pero la tensión continúa en el pueblo. La Guardia Civil ha tomado declaración a siete personas que participaron en los actos vandálicos. No ha habido detenciones por el momento y salieron en libertad con cargos, acusados de desórdenes públicos, daño y resistencia. Mientras, decenas de vecinos se congregaban en la puerta del cuartel. El próximo fin de semana hay convocada otra protesta.
¿Seguridad ciudadana?
Una parte del pueblo de Estepa, en plena Sierra Sur de Sevilla, venía quejándose por la creciente inseguridad ciudadana. Sostienen que Guardia Civil y Policía Local no han hecho lo suficiente para parar los reiterados actos delictivos y detener a los presuntos culpables de los continuos robos. “No sois capaces de meteros con ellos”, increpaban algunos vecinos a las fuerzas de seguridad en plenos disturbios callejeros. Los vecinos se ven “vendidos” a los ladrones y dicen que las autoridades “no hacen nada”. Los robos, según el Ayuntamiento, “han traído el desasosiego a este tranquilo municipio”. El alcalde, Miguel Fernández (Partido Andalucista), defiende la actuación policial, solicita a los afectados que denuncien las sustracciones sufridas y pide “confianza” en las fuerzas de seguridad, que están “investigando los robos”. “La violencia registrada contra las viviendas no es en ningún caso el medio ni el camino para garantizar justicia”, refiere el primer edil.
¿Quiénes son el clan de los Chorizos?Chorizos
El conocido como clan familiar de los Chorizos son dos familias de etnia gitana que vivían en Estepa hasta el pasado sábado. Ocupaban varias viviendas de protección oficial, algunas de manera ilegal –pertenecen a entidades financieras–. Dos fueron presa de las llamas –las que eran de su propiedad– y el resto desvalijadas. Los Chorizos huyeron tras conocer que los vecinos preparaban la protesta. Olieron lo que podía suceder. Ahora saltan también informaciones diversas sobre anteriores delitos, menores supuestamente sin escolarizar e incluso disputas internas y altercados. Tras abandonar los inmuebles, intentaron ocupar otro en Puente Genil (Córdoba), de donde fueron desalojados el domingo. Ya este lunes, tres de los miembros del clan han sido detenidos cerca de la barriada de Los Pajaritos, en Sevilla. Conducían una furgoneta con objetos presuntamente robados.
¿Ha vuelto la tranquilidad al pueblo?
No. Continúa la tensión. Una nueva muestra de enfado ha surgido durante la toma de declaración de la Guardia Civil a varios manifestantes. Una convocatoria espontánea, ante las posibles detenciones, congregó a los vecinos alrededor del edificio policial. Y el fin de semana próximo habrá nuevas protestas. Por el pueblo se mueve una cita que indica el viernes y otra que la manifestación será el sábado. “Esto no se ha acabado”, aseguran. Guardia Civil y Policía Local mantienen activado un dispositivo especial de seguridad para evitar nuevos disturbios.
¿Qué dicen las autoridades?
El Ayuntamiento manifiesta que nunca hizo “oídos sordos al clamor popular ante la avalancha de robos” en viviendas, negocios y zonas públicas, de donde se ha sustraído cableado eléctrico del alumbrado público. Un día antes de los disturbios había convocado la Junta Local de Seguridad en la que participa la Subdelegación del Gobierno, Policía Local y Guardia Civil, para reforzar la seguridad. El sábado, el alcalde apuntó en rueda de prensa un “llamamiento a la calma” y la necesidad de confiar en las fuerzas de seguridad del Estado y en la Justicia.
¿Qué exponen los vecinos?
Los estepeños dicen que no es un problema “de racismo”. Hablan de convivencia pacífica, de un pueblo “tranquilo”. También de la “saña” con la que se empleaban los Chorizos en los actos delictivos que les atribuyen, del miedo a ser robados y los destrozos cometidos. Han pedido la dimisión del alcalde y justificado las patrullas callejeras por la inacción de las autoridades. En los saqueos, sostienen, han recuperado enseres sustraídos de sus viviendas y negocios: “Si encuentras en la casa algo que es tuyo, pues lo coges ¿no?”.