Once preguntas y respuestas sobre el sector pesquero

El sector pesquero se enfrenta a una de sus peores épocas, y lo hace por varios factores que hacen que salir a faenar hoy día sea una aventura en manos de unos valientes, que se arriesgan a tener rentabilidad cero mientras pasa la tormenta en la que se encuentran inmersos. Entre los principales problemas, los representantes de los pescadores, y el propio sector, citan a las cuotas a las que tienen que enfrentarse cuando comienza a caer la carga en sus cubiertas, y el alto precio del gasóleo que tienen que pagar cada día para salir a faenar.

Una situación que destaca el vicepresidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope), Mariano García, que lamenta a eldiario.es/andalucia que “los planes de cuotas que impone la Unión Europea, si ninguna base científica, suponen un verdadero problema para los pescadores.

¿Hasta que punto las cuotas de capturas no son algo beneficioso, y sí un problema?

Hay que tener en cuenta que en estos momentos, no podemos coger cigala, tenemos restricciones al boquerón y estamos sufriendo una importante reducción de la sardina. Con todo ello, salir a faenar es un problema diario para el sector.

¿Y ¿qué ocurre ahora con la sardina?

Lo de la sardina es nuevo, ya que la reforma que se plantea desde Bruseñas contempla que el cerco español no podría capturar más de 8.400 toneladas de este pescado este año, frente a las más de 23.000 de 2012. El Gobierno tendrá en cuenta criterios históricos para el reparto, lo cual también perjudica a los pescadores del sur con respecto al norte de España, especialmente Galicia. La conclusión es que habrá solo unas 2000 toneladas para 86 barcos del Golfo de Cádiz.

¿Considera que el Golfo de Cádiz está discriminado?

El problema es que el Golfo no es ni Mediterráneo ni Cantábrico, pero para algunas cosas se le considera como si fuese el norte, y todo lo que afecte al norte se aplica al Golfo de Cádiz. Allí se han permitido hasta 3.000 kilos diarios por barco para mantener los recursos, pero ahora, Bruselas recorta al Cantábrico y premia a los que han hecho más daño al recurso. Con este panorama, el sector pesquero andaluz sale cada día a faenar, aunque antes tiene que repostar gasóleo, que para los pescadores cuesta 0,60 euros el litro. Aunque parece un regalo, comparado con el 1,3 euros que cuesta para un vehículo convencional, es un precio que está ahogando al sector, como sostiene el vicepresidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), Alonso Abreu.

¿Desde cuándo sufren los pescadores problemas con el precio del carburante?

Tendría que precisar la fecha exacta, pero hace unos tres años que el precio del combustible no baja de 60 céntimos por litro. Aunque parezca un precio bajo, hay que tener en cuenta que hay barcos que gastan 1.000 litros en un dia, lo que supone 800 euros solo en combustible. Eso hay que añadirlo al gasto normal de una empresa pesquera, con lo que no es difícil entender que se trata de una actividad que, hoy día, no es rentable.

Entonces, ¿sacar un barco a alta mar supone siempre pérdidas?

Hay días que se le gana dinero, pero desde luego hay otros que cuando se llega a puerto solo se ha cogido lo suficiente para pagar gastos.

¿Tiene solución el problema a corto plazo?

No, porque se trata de un problema global, no de algo que afecte solamente al sector pesquero, Hoy día el gasóleo está subvencionado, y el margen de mejora de los precios es muy escaso.

Ustedes reclaman que les dejen pernoctar en alta mar, de modo que no tengan que volver a puerto cada día. ¿Eso paliaría el problema?

La verdad es que eso nos solucionaría una buena parte del problema, porque al cabo del año supondría un gran ahorro. De todas formas, hay barcos que lo necesitan, y otros no, así que nos tenemos que poner de acuerdo. No obstante, el problema es que actualmente estamos defendiendo ante la Unión Europea la necesidad de que la pesca sea fresca, del día, y parece incompatible defender que se pueda pernoctar en alta mar y la pesca fresca al mismo tiempo.

¿Están preparados los barcos para pernoctar y, al mismo tiempo, mantener la pesca fresca?

Están perfectamente preparados. El producto que se entregue en la lonja tendría la misma calidad si se pernocta en alta mar. Así es el panorama global de los pescadores, aunque hay problemas concretos para productos concretos. El sector de la chirla del Golfo de Cádiz se encuentra desde el 1 de mayo en parada biológica para recuperar el caladero, un paro que no cuenta con subvenciones y que se prolonga durante dos meses. Con esta parada se persigue regenerar la especie en el caladero del Golfo de Cádiz. El sector, sin embargo, lamenta que, un año más, no cuenten con ayudas para afrontar estos dos meses de inactividad. Desde 2007 no reciben los pescadores ayudas para las paradas.

Carlos Ponce es uno de los marineros anónimos que durante dos meses se ha quedado sin trabajo, sin perspectiva de que todo mejore hasta que los barcos vuelvan a faenar.

¿Cómo es la vida de un marinero de la chirla cuando se queda sin trabajar, aunque sea un paro programado?

Son dos meses que se hacen muy largo, y cada uno lo pasa como puede. El que tenga paro se acoge a cobrar el desempleo, pero el que no lo tenga se tiene que buscar la vida. Ahora mismo, todos los barcos han hecho finalización de contrato, y queda esperar que llegue el 1 de julio para poder volver a trabajar y llevar ingresos a casa.

¿Cómo es el día a día cuando está trabajando?

Cuando trabajo, hay que salir a la mar a las cinco de la madrugada, antes no se puede, y depende de las mareas y del río cuando nos montamos en el barco, pero suele ser unas dos horas antes. Si no pasa nada, solemos volver sobre las dos o tres de la tarde.

¿Tienen sueldo fijo o variable en función de lo que caiga en las redes?

Se cobra por capturas. Antes había una cuota de 200 kilos, pero se quitó ese límite, y las capturas se pactan diariamente, en función de las necesidades. Normalmente se llega bien a la cantidad de pesca que hay que capturar, porque el caladero tiene mucha chirla.