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Bienvenido Mister Scott: cuando el cine da dinero

Iñigo Mas

Almería —

Moisés ha hecho renacer la esperanza en la gloria perdida del cine rodado en Almería por las grandes superproducciones de Hollywood en los años 60 y 70. En tierras almerienses se han filmado las escenas del profeta recibiendo las tablas de los Diez Mandamientos y la sociedad y las instituciones se han vuelto a ilusionar con aquellos tiempos dorados de continuos rodajes e incesante presencia de las más grandes estrellas del séptimo arte.

Lo ha hecho posible el equipo de Ridley Scott con The Book of Exodus (21 Century Fox), que deja en la economía local un mínimo de unos cinco millones de dólares y un impacto de empleo que se ha notado en las listas del paro, con un descenso superior a 2.000 personas durante unas semanas en la provincia.

Pero este buen puñado de dólares podría ser mayor porque, según la diputada provincial de Cultura, María Vázquez, de esos cinco millones, unos cuatro se destinaban a contrataciones de mano de obra, seguridad privada, alquileres para alojamientos, reservas de hoteles, combustible, cáterin, tasas municipales, etc.; y el otro millón, para el gasto en figurantes. El secretario provincial de Comisiones Obreras, Juan Pallarés, reconocía que “las contrataciones de la película se han notado. Cuando en España ha subido el paro, en Almería ha bajado”.

En esa cifra total no se incluye, por tanto, el elevado número de turistas que han llegado a Almería para acercarse a los lugares de rodaje ni, por ejemplo, los beneficios del 'I Festival de Tapas de Película', organizado por la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería (Ashal) para que durante unos días se degustaran en buen número de establecimientos sabrosas tapas con el nombre de películas rodadas en esta tierra de cine. Así, la tapa Exodus, la tapa Lawrence de Arabia o la Patton. También se han beneficiado taxis, coches de alquiler y restaurantes de otros lugares de la provincia como Cabo de Gata, donde asiduamente han acudido miembros del rodaje y turistas. No faltó la visita familiar de los Príncipes de Asturias.

La ocupación hotelera ha sido calificada como histórica para las fechas en las que estamos. “El equipo está muy contento porque no se sienten acosados como en otros países, alquilan casas particulares y pagan muy bien”, afirma María Vázquez, quien considera que ha habido medio millar de trabajadores, de los que casi 200 han sido almerienses, además de unos tres mil figurantes. Se ha movilizado el transporte: conductores, suministro de agua, ambulancias, policías, grúas, obreros, artesanos, sanitarios…

Un trabajador del Ayuntamiento de Tabernas señalaba que “el pueblo se ha quedado sin carpinteros. Todos los carpinteros metálicos se los han llevado. Han contratado vigilantes, extras, cuidadores para los caballos, mecánicos, cuidacoches… No tantos como nos hubiera gustado porque las contrataciones se han repartido con otros pueblos del rodaje, pero la inyección económica ha sido enorme aquí”.

Exodus ha supuesto una nueva facturación de agosto en la localidad de Tabernas para gasolineras, especialistas cinematográficos de los estudios del Oeste americano que Álex de la Iglesia homenajeaba en 800 balas, cáterin, restaurantes, hoteles, bares, etc. Los cámpines y las autocaravanas también se han beneficiado. Y ha habido que proporcionar alimento a caballos y otros animales, como elefantes, que conlleva un alto gasto en manutención.

La presencia de bomberos y protección civil ha sido constante porque los litros de combustible consumidos han sido incontables, no sólo en las gasolineras, sino también en forma de gas para las escenas en las que arden las zarzas, tal y como detalla la Biblia, hacer fuegos en el rodaje o para iluminación. El responsable de Repsol ha estado noche y día al pie del cañón atendiendo a cuanto era preciso. Prácticamente detrás de cada mata del desierto había una bombona oculta para que la cámara no la detectara.

Como mano de obra para la realización de escenarios se contrataron en la pequeña localidad de Pechina al menos a 25 desempleados. La empresa que llevó a cabo la carpintería era de Tabernas, la misma que se encarga durante todo el año del mantenimiento de decorados del poblado del oeste ‘Minihollywood’, creado en la época de Sergio Leone.

Un joven pechinero estuvo trabajando como chófer de lanzaderas, las furgonetas de rodaje; y dos mujeres de la localidad estuvieron empleadas en el cáterin que daba servicio al rodaje en todos sus escenarios. Se muestran encantados de su experiencia cinematográfica. Los testimonios de algunos de estos trabajadores resaltan el excelente ambiente que se respiraba y el trato educado que se les dispensó, que hizo mucho más fácil y agradable el trabajo, muy duro y de muchas horas diarias.

Los que triunfaron fueron los bares de Sierra Alhamilla. Sólo hay dos y fueron muy frecuentados por el personal de rodaje y productora, sobre todo los viernes noche y durante el fin de semana. Mucho inglés, con veladas nocturnas muy animadas. El campo de fútbol de Pechina sirvió de campamento base para los vehículos del rodaje.

El regreso de Hollywood 25 años después

Hace un cuarto de siglo que no llegaba a Almería un gran rodaje de Hollywood. Desde que Spielberg trasladó aquí las peripecias de Indiana Jones y la última cruzada. Precisamente, en el túnel donde se rodaron entonces las imágenes de un avión persiguiendo el coche de Indiana y Sean Connery, y que se deja las alas al estrellarse contra la entrada, Scott ha situado ahora escenarios bíblicos.

En las canteras de Macael se han recreado escenas de los esclavos hebreos cortando piedras para trasladarlas a Egipto, mientras los legionarios de la base de Viator participaban activamente en la película. “Aquí nos tratan como personas, es mejor que en la época dorada”, reconocía un veterano figurante que ya rodó como extra en la década de 1970, quien recuerda también que “durante los primeros días fue toda una sensación un figurante que parecía salido de un campo de concentración nazi, huesudo, delgadísimo; todos nos quedábamos impresionados y mudos cuando pasaba, incluso los profesionales del equipo de rodaje”.

Almería ha querido premiar al director británico inmortalizando su nombre con una estrella en el Paseo de las Estrellas, junto al Teatro Cervantes, que cuenta ya con nombres como el de Omar Shariff entre otros. Uno de los protagonistas, Aaron Paul, que se ha ganado el cariño de todos los almerienses, tendrá también su estrella en un acto que se espera celebrar cuando se estrene la película dentro de un año, aproximadamente. Christian Bale (Moisés), en cambio, declinó la oferta de la estrella por motivos ajenos a él, según afirmó, lo que no gustó mucho por aquí.

Scott se lo ha puesto muy difícil a los medios de comunicación para hacer su trabajo. Era evidente que no le gustaban los fotógrafos. “Nos tiene locos, no hay manera de conseguir información”, se han quejado los periodistas. Un eficiente servicio de seguridad impedía el acceso a las zonas de rodaje; pese a ello, cotidianamente se han dado a conocer detalles, escenarios, anécdotas y crónicas sociales por la presencia del equipo en las calles.

“Almería está bendecida por la mano de Dios”

Aaron Paul, sin embargo, comenzó su idílica relación con la ciudad cuando lanzó a través de las redes sociales un mensaje preguntando dónde podía encontrar una botella de whiski de determinada marca. Poco tardaron en invitarle al local donde disponían de ella. A partir de ahí, su presencia en la noche almeriense ha sido constante, con continuos mensajes de cariño a Almería desde las redes sociales. Incluso las utilizó para pedir a todos que acudieran masivamente a una colecta de donación de sangre que se organizaba en la universidad; gracias a ello se multiplicaron los donantes.

El actor escribió: “Querida Almería, gracias por ser tan perfectos. Aquí la comunidad es mágica. Os querré siempre, sinceramente”. La traductora de Ridley Scott reconocía que “Almería es preciosa, tiene un clima envidiable. Está bendecida por la mano de Dios. La gente es muy respetuosa y educada. Es la impresión que el director y todos los integrantes del equipo nos estamos llevando de Almería y los almerienses”.

Scott llegó a decir que “Almería es una joya que Hollywood debe redescubrir”, e incluso amplió las escenas rodadas aquí al ir descubriendo in situ los parajes del lugar. También disfrutó de unas migas canteranas en Macael y alabó el vino de Purchena, del que se llevó varias botellas.

Esta positiva actitud del mítico director ha devuelto la ilusión a esta tierra de cine en la época de los grandes rodajes, y Almería Film Commissions prepara ya equipos para ir enseñando a otros futuros cineastas todas las posibilidades de localizaciones existentes en los parajes de la provincia, donde se puede disfrutar tanto de la nieve en la sierra como de las dunas en el desierto de Tabernas, de las playas en Cabo de Gata o de grandes masas forestales, de minas de oro abandonadas o viejos ferrocarriles; todo lo que puede necesitar la industria de Hollywood. Pero también la de Bollywood, porque ya se han rodado aquí películas indias.

En Pechina se recreaba toda una ciudad egipcia, con pirámides incluidas; poblado cuyos escenarios las autoridades locales quieren que no se desmantelen para que puedan ser visitados permanentemente. Pero la idea no parece que vaya a ser realidad porque los terrenos estaban previamente destinados a la construcción de viviendas y el equipo de la película no es partidario, ya que aún queda un año para el estreno de la cinta y no desean que haya filtraciones sobre el resultado final. La idea de miles de turistas visitando los escenarios antes de estrenarse la película no les gusta nada.

Esta semana acababa el rodaje en Almería para viajar hacia Canarias, donde sigue el relato bíblico. Incluso un barco trasladaba a los caballos. Se calcula que en toda España Exodus dejará casi 50 millones de euros.

El rodaje en Canarias se prolongará durante seis semanas y seguirá a los que ya han tenido lugar en Inglaterra y Almería. El objetivo final es hacer realidad la visión de Ridley Scott: que los paisajes de Fuerteventura sean por unos meses el escenario perfecto para The book of Exodus y eleven la imaginación de los espectadores al antiguo Egipto y al desierto del Sinaí.

La nueva película de Ridley Scott sobre la historia de Moisés cuenta con un presupuesto de 100 millones de dólares, una cifra bastante elevada pero inferior a la de otras grandes superproducciones. Su estreno en cartelera está previsto para diciembre de 2014. Todo a lo grande, como en Hollywood.