“En la desembocadura de la Rambla Belén, se produce un constante vertido de aguas residuales urbanas en la zona de la Ballena, lo que produce fuertes malos olores y una mala imagen para la ciudad de Almería. Estos hechos han sido denunciados en diversas ocasiones por diversos colectivos ciudadanos, teniendo pleno conocimiento esa Fiscalía de que, a pesar de los requerimientos oportunos realizados, el Ayuntamiento de Almería y la Junta de Andalucía no han hecho nada”. Así consta en la denuncia, a la que ha tenido acceso este diario.
También se ha remitido un muestreo de las aguas fecales con fecha de 3 de marzo de 2018 al laboratorio Enac Ensayos, donde queda constancia de la existencia de aguas residuales no tratadas, con la consideración de aguas fecales, con presencia de la bacteria ‘Escherichia coli’, si bien en bajos niveles no preocupantes para el ser humano, según los argumentos de la Junta de Andalucía.
¿Hay proyecto o no?
En este sentido, fuentes del Ayuntamiento de Almería afirman que están a la espera de que la Junta les dé el visto bueno al proyecto que presentaron a la Delegación de Medio Ambiente para construir un emisario que solucione el problema de estos vertidos, provocados por conexiones de vecinos que se depositan allí ilegalmente. Sin embargo, este departamento autonómico mantiene que ya comunicó a la administración local que debía presentar un nuevo proyecto de construcción por lo está a la espera de que lo haga.
Por lo tanto, mientras no se resuelva este problema burocrático y de comunicación entre Junta y Ayuntamiento, no se resolverá el incidente de las aguas fecales, que repercute en una zona turística de la ciudad, situada a la entrada del Puerto, a la vista de los cruceros que atracan en aguas almerienses, junto a la conocida como Fuente de los 103 Pueblos, y a la vista de la escultura de la Ballena, que ha sido designada para honrar la memoria del pequeño Gabriel Cruz.
Los denunciantes consideran que “estos hechos pueden ser constitutivos del tipo penal de delitos contra la ordenación de los recursos naturales y el medio ambiente. Estos vertidos de aguas fecales son responsabilidad directa de las administraciones competentes, en este caso el Ayuntamiento de Almería (competente en tratamiento primario y secundario de aguas residuales) y subsidiariamente la Junta de Andalucía, ya que su inactividad administrativa está permitiendo este vertido de aguas residuales en la zona urbana de la Rambla Belén en Almería”.
La situación es contraria a los objetivos medioambientales establecidos en la ley de Aguas de Andalucía de reducir progresivamente la contaminación procedente de vertidos o usos que perjudiquen la calidad de las aguas en la fase superficial, conseguir el uso racional y respetuoso con el medio ambiente y asegurar el ciclo integral del agua. En la ley Andaluza de Aguas se establece que los ayuntamientos garantizarán la prestación de los servicios de adicción y depuración de aguas.
Según la legislación, cuando se incumpla de forma reiterada la normativa ambiental con grave riesgo para la salud de las personas y riesgo grave para el medio ambiente, la Agencia Andaluza de Agua tendrá la obligación de asumir la ordenación y gestión de los servicios de adicción y depuración y realizar los requerimientos oportunos para garantizar la vigilancia sanitaria y calidad de las aguas.