La silueta blanca e imponente del edificio del Espacio
Andaluz de Creación Contemporánea se eleva a orillas del Guadalquivir, frente a
la Mezquita de Córdoba. Pero si por algo destaca es por ser un edificio
fantasma, cuyas obras terminaron hace ya más de año y medio y para el que no existe
una fecha de apertura ni una definición clara de cuál va a ser su uso.
El Espacio Andaluz de Creación Contemporánea se encontraba entre los proyectos
estrella de las aspiraciones de Córdoba a ser Capital Cultural de Europa en
2016 y se fraguó como laboratorio de creación, un centro que acogería a
artistas para desarrollar sus proyectos y un espacio que daría cabida a
exposiciones, performances, eventos multimedia y actuaciones.
Pero la crisis dejó
el proyecto varado.
La Junta de Andalucía fue la encargada de
levantar este edificio de juegos geométricos que recuerdan a las celosías de la
arquitectura árabe, con unos 12.200 metros cuadrados en cuatro plantas, y que hoy
siguen aún vacías. El propio expresidente andaluz José Antonio Griñán anunciaba en
una visita a primeros de año que este centro sería “el gran taller de la innovación
cultural de Andalucía“.
Y así se contemplaba, con una distribución de
espacios que albergarían los talleres para los artistas, además del salón de
actos conocido como la caja negra, una mediateca y salas de exposiciones de
superficie variable. Junto a ello, habría cabida también para los laboratorios
y diversos espacios complementarios de creación, además de la dirección y
administración del centro.
Desacuerdos entre Junta y Ayuntamiento
Desacuerdos entre Junta y Ayuntamiento
Con todo el edificio terminado, ahora queda acondicionar el
exterior y los accesos, un trabajo que ha sido la excusa para echarse el balón
del tejado de la Junta al del Ayuntamiento en los últimos meses.
Ambas administraciones no se ponían de acuerdo: la autonómica
señalaban que el Ayuntamiento debe pagar el 50% de esa tarea según se había
acordado y desde el consistorio cordobés argumentaban que lo harán siempre que
sea un coste modesto y que se sepa el uso definitivo del edificio.
Desde la Junta de Andalucía, el consejero de Cultura,
Luciano Alonso, este mismo verano envió una carta al alcalde de Córdoba,
José Antonio Nieto, para instarle a llegar a un acuerdo sobre el asunto. Es
más, en agosto, también desde la Consejería de Cultura, se emplazó
al alcalde a que pusiera fecha y hora para una reunión donde concretar definitivamente
el acuerdo.
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Córdoba,
aducían que la Junta de Andalucía sólo buscaba crear polémica para no dar cuenta
del proyecto concreto y del uso real al que piensa destinar el Espacio Andaluz
de Creación Contemporánea.
En un último gesto, ya en septiembre, el Ayuntamiento cordobés sí dio un paso al frente para dar salida a este proyecto. Y es que aprobó la cesión a la Junta de Andalucía de la parcela de 10.664 metros cuadrados donde se ubica el Espacio Andaluz de Creación Contemporánea para hacer posible su urbanización. En octubre, la Junta recepcionaba las obras.
Hasta ese momento, la colaboración entre ambas administraciones era una puerta abierta que nadie cruzaba, enzarzadas en el reparto del coste de las obras de acceso al edificio, que el Ayuntamiento no estaba dispuesto a asumir por un coste elevado.
Llegados a este punto, con el edificio y el exterior ya en manos de la Junta, quedan pasos por delante. Porque eso no significa abrir el
centro automáticamente. Queda, por un lado, sacar a concurso la dirección del
propio centro. Y, sobre todo, queda dotar económicamente el proyecto y definir
su uso concreto, una tarea cara que se antoja difícil en estos tiempos de
crisis. De momento, la última fecha que se dio a finales
del año pasado para la apertura del Espacio Andaluz de Creación Contemporánea
fue 2014. El calendario espera.