La portavoz adjunta de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Sevilla, Eva Oliva, ha reclamado este viernes al alcalde, el socialista Juan Espadas, que interceda ante el Arzobispado hispalense para que los restos del militar Gonzalo Queipo de Llano salgan cuanto antes de la Basílica de La Macarena, donde el militar golpista permanece enterrado, para “para vergüenza y oprobio de la ciudad”, en un lugar de honor.
Tras trascender la petición de un abogado en igual sentido, junto a otras cuestiones de “incumplimiento de la memoria histórica”, IU considera que “hay que abrir ya una negociación destinada a acabar con esta indignidad, ya que no es razonable que el cadáver de este asesino siga ahí”, ha señalado Oliva, quien considera que esta situación supone un “insulto” a los familiares de las víctimas del franquismo y “una ofensa al conjunto de los demócratas”.
La federación de izquierdas retoma así una antigua demanda, tanto de esta fuerza política como de las asociaciones memorialistas de la ciudad. Y lo hace justo el día después de que la Plataforma Sevilla por la República convocara, en vísperas del 79 aniversario del golpe militar del 18 de julio de 1936, un homenaje a los represaliados del franquismo junto a la Muralla de la Macarena, donde precisamente el general “genocida” Queipo de Llano ordenó fusilar a cientos de ciudadanos. Una concentración a la que obviamente no faltaron los concejales de IU, Daniel González Rojas y Eva Oliva.
Para la edil de Izquierda Unida, ha llegado la hora de acabar con una “vergüenza inimaginable en la Europa civilizada”. Y es que, según sostiene, resulta incomprensible que a pocos metros del lugar donde fueron asesinados tantos hombres y mujeres por defender la legalidad republicana y la libertad, “descansen con honores inmerecidos los restos mortales de este asesino sanguinario”.
Por eso, la también presidenta de la Asociación Sevillana Verdad, Justicia y Reparación exige a Espadas que “haga todo lo que esté en su mano como alcalde” para poner fin a esta ignominia y que afronte, además, la retirada de los símbolos franquistas que aún están visibles en diferentes puntos de la ciudad, cumpliendo así con la Ley de Memoria Histórica que Zoido se negó a acatar durante el pasado mandato.
“Queremos un Ayuntamiento que esté con la democracia y que no consienta la presencia de objetos o menciones, en las calles y espacios públicos, que exalten y conmemoren la dictadura franquista”, ha aseverado Oliva. Por todo ello, ha advertido que su grupo político estará “vigilante” con esta cuestión y será “muy exigente” al respecto, desde el convencimiento de que, desgraciadamente, todavía hoy “quedan muchos pasos que dar en defensa de los principios de verdad, justicia y reparación”.