El Ejecutivo de PP y Ciudadanos en Andalucía ha reclamado por carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, una “respuesta homogénea” a la pandemia en todas las comunidades autónomas “coordinada por el Gobierno central. Andalucía, con 788 casos, se ha convertido en la región que más contagios ha reportado este domingo, por delante de Madrid y Catalunya. Poco después de que la Junta publicara el último informe de datos registrados, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, ha difundido en su cuenta de Twitter la carta que el consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha remitido a Illa, reclamando que el próximo Consejo Inteterritorial de Salud establezca los mismos ”criterios objetivos, científicos y epidemiológicos en todo el territorio nacional“.
La reclamación de Andalucía al Gobierno sirve de soporte al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, enfrentado frontalmente al Gobierno de Pedro Sánchez por sus discrepancias sobre las medidas sanitarias y de seguridad que necesita Madrid. La capital de España, con el mayor promedio de contagios y hospitalizaciones del país, ha tensionado hasta el límite las relaciones institucionales entre el Ministerio de Sanidad y la Consejería de Salud. La tregua que firmaron Sánchez y Díaz Ayuso el pasado lunes apenas duró 48 horas, y la semana terminó con el estallido de una bronca considerable, con la dimisión del portavoz de Salud que debía coordinar las estrategias de ambas administraciones, y con Illa exigiendo al Gobierno regional que adoptase medidas más duras que éste se ha negado a aplicar (un confinamiento más severo).
“Respuestas homogéneas” es lo que reclama Díaz Ayuso, y el presidente andaluz escuda esta reclamación, en consonancia con el mensaje que está trasladando la dirección nacional del PP. “La situación de la pandemia está empeorando. Hay que seguir adoptando decisiones y Andalucía lo hará, pero el Gobierno de España debe marcar ya unos criterios objetivos para todo el territorio que justifiquen las medidas más intensas”, ha escrito este domingo Moreno. Los populares andaluces piden que “ante una misma situación se de una misma respuesta con independencia del territorio nacional donde se produzca”.
Es un debate que trasciende lo sanitario, que tiene muy en cuenta el impacto que otro confinamiento puede provocar en una economía muy mermada. También es un debate en el que los actores han cambiado de posición. El estado de alarma, que se prolongó entre el 14 de marzo y el 22 de junio, dejó en manos del Ministerio de Sanidad el control y la coordinación de la pandemia, el “mando único”, retirando las competencias sanitarias a las comunidades autónomas. Esta situación se dilató tres meses, con prórrogas aprobadas por el Congreso cada 15 días, aunque las últimas no contaron con el respaldo del PP. La dirección de Pablo Casado empezó a acusar a Sánchez de estar abusando del estado de alarma, y los barones regionales apremiaron para recuperar sus plenas competencias para gestionar la pandemia.
Después del 22 de junio, la Junta de Andalucía empezó a decidir sobre las medidas de restricción y seguridad en su territorio, siempre con un ojo en la ocupación hospitalaria y con el otro en la ocupación hotelera (a las puertas de una temporada estival sin vuelos internacionales). En esta fase de desconfinamiento, cada comunidad adoptaba decisiones más o menos duras, según la situación del coronavirus en su territorio. “Las circunstancias son diferentes en una región y en otra, no sólo por la tasa de contagios, sino por el volumen de población, los turistas que reciben, la movilidad... hay que adaptar las medidas de respuesta a la pandemia a la realidad de cada uno”, explicaron entonces desde el Ejecutivo andaluz.
La segunda ola de contagios se ha precipitado en todos los territorios. Andalucía ha acelerado su ritmo de infecciones -1.500 diarios de media- y hospitalizaciones, aunque su capacidad clínica sigue siendo holgada, muy lejos de la situación crítica de Madrid. Moreno anunció el sábado, en un acto del PP con alcaldes, que su Gobierno aprobará este lunes nuevas medidas de seguridad para frenar el virus, sobre todo en la treintena de municipios que sufren un promedio de contagios similar a las zonas de Madrid que han sido confinadas.