Un informe alertó hace una década sobre los riesgos del auditorio Teobaldo Power de La Orotava
Los problemas de seguridad en el auditorio Teobaldo Power, así como otros espacios con actividad sociocultural en La Orotava carentes de planes específicos, no solo fueron advertidos por escrito y oralmente desde 2007 por el único gestor cultural del municipio, Miguel Ángel Hernández (hasta finales de 2022 en el cargo), sino que hubo empresas expertas en este ámbito que, incluso, registraron informes en el ayuntamiento avisando de los riesgos y proponiendo soluciones. La empresa, según la consta a Canarias Ahora y aunque prefiere de momento que no se difunda su nombre, sí está dispuesta a declarar en Fiscalía, donde Hernández presentó una denuncia la semana pasada para que se investigue lo ocurrido y si cabe alguna responsabilidad penal o de otro tipo.
La compañía que fue más lejos es especialista en seguridad de salas de actuación y recintos para conciertos y otras actividades socioculturales y festivas. En 2015, y según la información recabada por este periódico, presentó por el registro del consistorio sendos informes exhaustivos, uno sobre los riesgos existentes en el Teobaldo Power y en otros espacios utilizados por La Orotava para la programación cultural y de Fiestas, y otro sobre las soluciones que planteaba para poder cumplir la ley. Según lo averiguado por Canarias Ahora, estos documentos se elaboraron tras distintas entrevistas y reuniones con responsables del gobierno local (CC).
Ya antes, otras compañías habían advertido de lo mismo y planteado alternativas e intervenciones, pero lo más concreto se produjo este año 2015, aunque la programación (a golpe de peticiones de uso, básicamente) continuó desde entonces sin interrupción tanto en el Teobaldo Power como en otros recintos. Eso sí, todo cambió tras la trágica DANA del 29 de octubre en Valencia, cuando el equipo de gobierno municipal, junto al del Cabildo (CC-PP), anunció una reforma integral que requiere de tres años de clausura y 13 millones (cifras que pueden elevarse aún más), pese a que había actividad ya programada para lo que quedaba de 2024 y parte de 2025 y se estaban vendiendo entradas, lo que confirma que se improvisó y precipitó el anuncio tras los duros sucesos en la Comunidad Valenciana y parte de Castilla La Mancha y Andalucía.
El exgestor desconocía estos documentos
Conocedor de este extremo, el exgestor mostró esta mañana su indignación porque considera muy grave que una empresa especializada registrara unos documentos de esa importancia relativos a la seguridad en el auditorio y otros espacios y él, el máximo responsable técnico de la organización de cualquier actividad, no lo supiese. Según recalca Hernández, los propios funcionarios están obligados, por su estatuto, a notificar o denunciar esto si se está incumpliendo la ley, y más en el caso de un problema de seguridad para las personas.
Desde que se anunció la reforma, reclamada desde hace décadas y que contó con un decreto firmado por el exalcalde Isaac Valencia y el exsecretario municipal Juan Carlos De Tomás Martín en 2013, al día siguiente del incendio de la fantasía de Saida Prieto en la gala de la Reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife de ese año, Hernández lo vinculó a la DANA y al temor de que pudiera pasar algo en el Teobaldo Power por sus riesgos de incendio, por la estrechez de las puertas, por cómo está sujeto el techo (lleno de excrementos de palomas) o los puntales de obra que sujetan la ampliación del escenario desde hace lustros. Aunque el gobierno local ha optado hasta ahora por no dar su versión, tampoco ha negado esa vinculación con la dramática riada.
Hernández, asimismo, cree que una prueba más de por qué la Orquesta Sinfónica de Tenerife dejó de actuar en el Teobaldo Power y por qué no se pudo desarrollar algunos conciertos es precisamente la falta de plan de seguridad, lo que hizo, a su juicio, que el municipio no entrara en la Red de Espacios Escénico de Tenerife (Circuito Insular), que contrató durante años con la mayoría de localidades de la Isla (31), excepto precisamente con La Orotava pese a tratarse de la de mayor población de toda la comarca del Norte (42.500 habitantes en una zona con 15 municipios). Según recalca, lo que vivió “durante 15 años fue un auténtico infierno”. El exgestor advirtió de la situación por escrito en 2017, pero todo siguió igual.
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