El fenómeno Ganemos llega a Sevilla tras nacer en Málaga, Almería y Granada

La creación de Guanyem en Barcelona, de la mano de la exportavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) Ada Colau, ha propiciado el nacimiento de colectivos similares en otras capitales de provincia con un objetivo: formar candidaturas a raíz de la confluencia de movimientos ciudadanos y partidos de la izquierda para ganar las elecciones municipales de 2015. Sobre la mesa está la intención del grupo promotor de Podemos de apoyar iniciativas ciudadanas para las próximas municipales en vez de presentarse de manera generalizada en toda España.

La última plataforma en sumarse a este movimiento, que tiene también cierta inspiración en Podemos, es Ganemos Sevilla, que de momento es sólo un perfil en Twitter sin ningún comentario, pero ya más de 1.200 seguidores a la expectativa. Detrás están gente como Rubén Sánchez, portavoz de Facua, o el profesor de Economía de la Universidad de Sevilla, Juan Torres. En las reuniones han participado algunos activistas procedentes de de otras formaciones o movimientos políticos así como creadores de opinión sevillanos en redes sociales.

Rubén Sánchez explica que pese a que también ellos son independientes de Guanyem, éstos son su referente, y de hecho, no se plantearon buscar otro nombre “en vista de que el espíritu es el mismo”. Será en la primera quincena de septiembre cuando presenten este proyecto detrás del que hay líderes de movimientos sociales y también del mundo académico y de la cultura con unos 40 promotores dispuestos a cambiar las cosas. Su objetivo es claro: la alcaldía de Sevilla. Y están convencido de poder conseguirlo “en vista de la respuesta que estamos encontrando en la gente”. También ellos apuestan por futuras alianzas con partidos de izquierda para “ser más fuertes”, pero de momento, son simples ciudadanos los que impulsan la plataforma. “Estamos hablando de buscamos devolver a la ciudadanía la voz y que sea protagonista del cambio”, recalca Rubén Sánchez.

Juan Torres, por su parte, incide en que todavía están en los “principios” e insiste en la necesidad de iniciar una campaña de recogida de firmas para “pulsar la respuesta de la ciudadanía” a un proyecto de este tipo. En este sentido manifiesta: “Es fundamental porque creemos que hay una percepción de que la ciudadanía quiere sumarse a proyectos en los que la gente normal está dispuesta a cambiar las cosas, pero tenemos que ver que es realmente así”.

De este modo, dos meses después del pistoletazo de salida de este movimiento en Barcelona con el manifiesto firmado por más 200 personalidades que dio origen a Guanyem el pasado 26 de junio, el fenómeno se ha ido expandiendo y en Andalucía ha tenido un especial impacto. Primero fue en la Costa del Sol, donde el pasado 17 de julio se presentaba Ganemos Málaga. En este caso tienen vocación claramente municipal, es decir, expulsar de la alcaldía a los populares. Para ello llaman a la participación de todos para construir “una ciudad digna” y anuncian un proceso para presentar una candidatura “democrática y con protagonismo ciudadano”.

La portavoz de Ganemos Málaga, la abogada y activista de Democracia Real Ysabel Torralbo, remarca que ya están constituidos los diferentes grupos de trabajo: comunicación, metodología, programa… Pese a que estamos en pleno verano, “no se ha parado”, y confía en que para octubre podrán iniciar una promoción fuerte del proyecto, con “principios éticos ya cerrados” y con una clarificación de cara a elegir a sus candidatos, que lógicamente serán por primarias abiertas como en todos estos grupos que están surgiendo.

Ese mismo día se presentaba Recuperemos Córdoba. En este caso se trata de un movimiento nacido a propuesta del Frente Cívico de Julio Anguita y pretende “patearse la ciudad” para “exponer, defender y debatir con la gente”. Entre los cerca de cincuenta colectivos convocados a conformar este bloque social, figuran Ecologistas en Acción, Stop Desahucios, 15M, asociaciones de vecinos, sindicatos no mayoritarios como USTEA, CNT y SAT, la Plataforma Córdoba Pública, la Coordinadora Provincial de Parados, los Yayoflautas, feministas, ecologistas... Pero dejan claro, a su vez, que, “en todo caso, la conformación de una candidatura no es el fin de la propuesta” que se realiza ahora para iniciar el trabajo entre colectivos y partidos de la izquierda. “El mero hecho de contactar con la gente y debatir estas cosas ya sería un triunfo. (…) Creemos un error, desgraciadamente repetido y que ya hemos visto sus resultados, el empezar a hablar en las primeras reuniones de otra cosa que no sean propuestas y trabajo de extensión”, dicen.

Ya hay en casi todas las provincias

Precisamente la posibilidad de un Ganemos Jaén está trabajándose de cara a la asamblea de Frente Cívico prevista para principios de octubre. Sus impulsores están trabajando para poder hacerlo realidad. Igual que ocurre con Ganemos Almería, que echó a rodar el 21 de julio y que tiene previsto celebrar su tercera asamblea el 3 de septiembre. Se presenta como un proyecto que nace “para acercar movimientos sociales, organizaciones políticas y personas individuales comprometidas con un cambio en nuestra ciudad”. Ganemos Granada también ha comenzado a gestarse como “una herramienta para recuperar las instituciones municipales” porque “la democracia empieza en lo cercano”.

Esta marca tiene en común que nace de la ciudadanía y respaldada por movimientos sociales, pero para conseguir su objetivo de llegar hasta el poder están dispuestos a trabajar con fuerzas de izquierda, tradicionales como IU y, sobre todo, fórmulas más recientes como Podemos, Equo o Partido X.

En medio de este furor, porque además de por Andalucía, el efecto ha impactado en otras comunidades autónomas aunque con menor fuerza, Guanyem emitió recientemente un comunicado para aclarar que cada una es independiente y no hay una federación pese a que puedan colaborar. “Éramos conscientes del impacto que íbamos a generar. En realidad, era una de nuestras intenciones”, aseguraba recientemente el catedrático de Ciencia Política Joan Subirats, sorprendido por el impacto de la marca. “Estamos encantados pero no validamos ni tutelamos a los demás”, recuerda, pero satisfecho de la que está montándose.