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Gimnasia rítmica y natación sincronizada, los últimos deportes olímpicos excluyentes... para ellos

De los 42 deportes que se disputaron en los últimos Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, sólo en dos podía competir exclusivamente un sexo: natación sincronizada y gimnasia rítmica. Olímpicos desde Los Ángeles 1984, se trata de los últimos deportes que todavía son excluyentes en el máximo nivel de competición y en este caso, para hombres. En el resto, hay categorías femenina y masculina, con matices como que en lucha ellas no entran en la modalidad de grecorromana, pero igual que en gimnasia artística hombres y mujeres compiten, por lo general, en aparatos diferentes.

El caso de la natación sincronizada es paradójico porque en sus orígenes, cuando todavía era “ballet acuático”, se concebía como una práctica para los dos sexos. Progresivamente se ha permitido que vuelvan a incorporarse a la competición, comenzando en pruebas nacionales, y en 2015 por primera vez en una internacional. Ha sido en el Campeonato del Mundo de Kazán, toda vez que la Federación Internacional de Natación (FINA) les dio vía libre en diciembre de 2014. De momento, ha sido sólo en dúos mixtos. Con este recorrido, el salto a los JJOO de los nadadores de esta especialidad, donde Bill May lleva años como su gran referencia, parece ser el siguiente e inevitable paso.

La gimnasia rítmica, por el contrario, tiene orígenes exclusivamente femeninos y de momento no cuenta siquiera con el reconocimiento de los hombres a nivel internacional, pese a que lentamente están siendo tenidos en cuenta en su práctica, y en España ya pueden competir, con Rubén Orihuela como el más reciente campeón hace sólo unos meses en Valladolid. Sin embargo, a la gimnasia rítmica le queda todavía más camino por recorrer que a la natación sincronizada para la plena igualdad.

Igualmente, pese a estos pasos, el número de hombres federados en estos deportes es todavía testimonial. La Real Federación Española de Natación (RFEN), apunta que en 2016 cuenta con tres licencias nacionales masculinas (una en infantil y otras dos absolutas) de un total de 820 federados en natación sincronizada. Desde hace 12 años la RFEN permite que los hombres se federen en una disciplina donde Japón fue el primer país en hacerlo. Mientras, la Real Federación Española de Gimnasia (RFEG), que permite federarse a los hombres desde 2009, cuenta en estos momentos con 85 licencias nacionales de varones frente a 6.001 de mujeres. Hay aparte licencias autonómicas en un número complicado de precisar pero también poco importante, según apuntan las dos federaciones.

Para que puedan llegar a unos JJOO dependen del programa del Comité Olímpico Internacional y en cualquier caso tendría que decidirse tres años antes de la cita. “Podría convertirse en prueba oficial en futuros JJOO, pero no antes de 2024... y en todo caso no hay nada oficial”, apunta Rodrigo Gil-Sabio, director de Comunicación de la RFEN en referencia a la natación sincronizada.

También aclara que la Liga Europea de Natación (LEN) “no distingue entre deportistas masculinos o femeninos, sino que simplemente habla de atletas o deportistas”. Por tanto, en competición oficial LEN, no importa el género. “Puede haber, en un equipo de ocho, tres hombres y cinco mujeres, sin ningún problema. O también dos hombres haciendo un dúo, pero nunca se ha visto, pese a que la normativa sí lo permite”, subraya.

“Pocos tienen gimnasia rítmica a nivel nacional en categoría masculina. De hecho, gimnastas de otros países vienen a España para poder competir”, apunta por su parte Isabel Pagán, secretaria técnica de esta modalidad en la RFEG. Ésta explica que pese a que ese mismo año 2009 en que ya se podían federar, los hombres participaron en una prueba nacional, no ha habido ningún torneo internacional donde se les admita. “Esperemos que algún día sea posible”, dice sobre la posibilidad de que algún día sea deporte olímpico también para ellos.

Andalucía ha sido pionera

La experta África Calvo Lluch, profesora de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y jueza internacional durante 16 años, recuerda que siendo ella presidenta de la Federación Andaluza de Gimnasia se organizó por primera vez un campeonato de gimnasia rítmica masculino en 2000, lo que no había ocurrido en ninguna región. En este sentido, Andalucía fue pionera en la práctica de este deporte por hombres.

De todas maneras, África Calvo Lluch, que ha sido entrenadora de la selección de gimnasia artística femenina en Andalucía, opina que el avance en este tema es nulo. “La gimnasia rítmica está dirigida por personas muy poco competentes, con lo cual sus decisiones son incompetentes. Este fenómeno está muy superado en muchos lugares, pero en la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) son muy reticentes”.

También apunta que “hay un poco de complejo de inferioridad”. Y se explica: “Por costumbre los deportes artísticos siempre han estado ligados a la actuación femenina, y hay mucha reticencia a que los hombres, que siempre tienen mejores resultados deportivos, entren a formar parte”. Pero no ocurre esto por ejemplo con el patinaje, pese a su indudable carga artística. En este sentido, reconoce que habría que abordar en profundidad la cuestión de género unida al deporte, “pero este tema sólo se estudia en cuanto a abandono y poco más”.

Desde la Federación Andaluza de Gimnasia recuerdan que el Comité Olímpico sí ha aprobado esta moción pero la FIG no. “Se está intentando. Cada vez hay más participantes en esta disciplina”, remarcan, pero no lo ven viable a corto o medio plazo: “Está complicado”. También, subrayan desde esta entidad: “Creemos que el problema que impide dar este paso es que es un deporte que siempre fue femenino, pero se ha demostrado que los varones pueden practicarlo sin perder su carácter, y en ocasiones con mejor técnica de manejos y belleza”.

De momento, ellos siguen trabajando. Como se puede ver en el caso de dos deportistas del Club Purpurina (Roquetas de Mar, Almería). De 14 años, Adrián Munuera Montaño, comenta que “la gente se extraña” cuando les dice qué deporte practica. “O simplemente se meten contigo por hacer este deporte y ni siquiera piensan en que si te gusta algo, haces lo que sea por seguir, como es mi caso”. Su sueño es que pronto se pueda practicar hasta el máximo nivel en categoría masculina. “Y ya ir a un Campeonato del Mundo masculino sería una pasada”.

Del mismo club, y también al máximo nivel, Iván Fernández Ruiz siempre ha encontrado “mucho apoyo” de familiares, amigos, compañeras y compañeros.“ Y mis entrenadoras siempre me han ayudado a mejorar en un deporte donde no hay muchos chicos. La ventaja es que tenemos más fuerza a la hora de hacer saltos o un riesgo”, apunta. Lamenta que no haya categoría masculina ni en europeos ni en mundiales por lo no puede plantearse esta meta para el futuro. De momento, como su compañero, trabajan por ser los mejores en nuestro país.