El nuevo Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos ha lanzado este martes la denuncia más dura y rotunda contra el anterior Ejecutivo de Susana Díaz, un torpedo dirigido a la “joya de la corona” de la Junta: la sanidad pública. El consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, ha acusado directamente al anterior gabinete de “mentir y maquillar” las listas de espera en la sanidad pública, “que son más del doble de lo que reconocía el anterior Gobierno”. En Andalucía hay 843.538 pacientes pendientes de una intervención quirúrgica o para la consulta con un especialista, según el informe presentado por el consejero de Salud, Jesús Aguirre, al Consejo de Gobierno.
Las cifras que daban los socialistas eran muy inferiores, porque no se computaban pacientes para operaciones secundarias ni aquellos que eran derivados a clínicas privadas cuando el tiempo de demora excedía el máximo legal de espera. “Había 506.408 personas (el 60%) que no estaban contabilizadas en las estadísticas oficiales”, subraya el nuevo titular de la cartera, tras anunciar que los nuevos números serán los que se envíen al Ministerio de Sanidad el mes que viene. A partir de ahora, la Junta dará cuenta de sus datos de lista de espera cada tres meses, y no cada seis como marca el protocolo. También prevé aprobar un sistema telemático para que cada paciente pueda revisar en su móvil en qué posición está dentro de la lista de espera, y cuánto le falta para ser intervenido.
La presentación del plan de choque para agilizar las esperas viene envuelta en una durísima denuncia contra el PSOE. “Se ha mentido a los andaluces. Es un escándalo que se hayan maquillado las listas de espera quirúrgicas o de atención especializada”, sentencia Bendodo. El plan del nuevo Ejecutivo es muy ambicioso: se pretende reducir la lista de espera drásticamente antes de final de año, y con especial agilidad -en tres meses- en aquellos hospitales donde se concentra el 75% de las esperas. Las operaciones a las que se les dará prioridad son las relativas al área de Traumatología, Oftalmología, Cirugía general y Urología. El presupuesto ronda los 25,5 millones de euros, un dinero con el que aún no cuenta el departamento de Salud, pero cuyo titular espera lograr pronto. “Mi consejería está tiesa como la mojama. Hemos presentado un presupuesto y el consejero de Hacienda es favorable”, ha dicho Aguirre.
El titular de Salud ha comparecido tras el Consejo de Gobierno con un detallado informe técnico sobre las listas de espera en los hospitales y centros sanitarios de toda Andalucía. Se ha servido de un powert point lleno de tablas, números y comparativas para denunciar que el Gobierno de Susana Díaz “mintió a los andaluces” y “maquilló las listas de espera”. Aguirre ha explicado que los números que ofrecía su predecesora, la ex consejera de Salud, Marina Álvarez, “no son homologales” a sus cifras, porque los socialistas no computaban a muchos pacientes que también aguardaban por una consulta o intervención. “Ellos hacían las cuentas de forma sesgada y torticera, nosotros hemos contabilizado a todos. Un paciente es un paciente”, subraya.
Bendodo ha sido mucho más duro con el PSOE: “Se ha jugado con las vidas de los andaluces”, ha llegado a decir. Al consejero de Salud le han preguntado por esta aseveración, y éste se ha reafirmado en la denuncia: “¿Cuántos de esos 843.000 han fallecido esperando a que les llamen por teléfono? No lo sé con seguridad, pero sólo por estadística, imagínese. No significa que la demora en la espera sea la causa [de la muerte del paciente], pero también ayuda”, ha subrayado.
Estando en la oposición, el PP ya sostenía estas acusaciones contra la Junta, incluso amagó con llevarla a los tribunales. Ahora, con los datos oficiales en la mano, el Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla no descarta llevar a juicio a sus antecesores en el cargo. “Vamos a llegar hasta el final. Vamos a seguir investigando y si detectamos una irregularidad mayor, lo denunciaremos”, advierte Bendodo.
El desfase entre los números anteriores y los actuales se debe a una decisión política: el Gobierno anterior contabilizaba como pacientes en lista de espera a los que aguardaban una operación quirúrgica o una consulta hospitalaria, sujetas ambas al decreto andaluz de garantía de tiempos máximos de espera, y sólo a quienes dependían de los hospitales del SAS (más el San Juan de Dios del Aljarafe de Sevilla). El nuevo Ejecutivo ha ampliado la población diana y pretende contabilizar “a todos los pacientes en espera” que sean “demandantes de asistencia sanitaria de cualquier tipo”. Esto incluye los procedimientos no garantizados por el citado decreto, pero también los pacientes que dependen de los hospitales concertados de Cádiz y los que son derivados a centros privados concertados para operarse, cuando la demora para un hospital público rebasa el máximo legal (en ese momento dejaban de computar en la lista de espera, aunque aún no les hubieran operado en un centro concertado).
La Junta ahora contabiliza a más pacientes, pero también cuestiona la gestión de las listas de espera en el SAS que hacía el Gobierno del PSOE. “Había una sospecha de maquillaje que ya está confirmada”, dice Aguirre. El consejero de Salud acusa a los socialistas de idear fórmulas para camuflar los datos reales, como retrasar el envío de documentación al Ministerio -en vez de cada seis meses, demorándose hasta 13 meses- o incumpliendo el decreto que fija los tiempos máximos de espera a un paciente en 180, 120 o 90 días, en función de la complejidad de la operación. ¿Cómo? “El tapón”, según el consejero, estaba en los médicos de atención primaria, que “metían en un cajón” la consulta al especialista recetada a un paciente, y el tiempo de espera no empezaba a contar hasta que le daban la cita.