El Gobierno central ha comunicado este martes a la familia de Maloma Morales -la española de origen saharaui secuestrada según su familia adoptiva en el Sahara hace 17 meses por su familia biológica- que le hará entrega de su pasaporte custodiado en el consulado de España en Argel.
Así se lo ha comunicado este martes en una reunión la Directora General de Españoles en el Exterior y Asuntos Consulares, María Victoria González, a los padres adoptivos de Maloma, José Morales y Mari Carmen de Matos, con los que se ha reunido a petición de estos.
Morales ha dicho a Efe que González “nos ha mostrado su interés en el caso de Maloma, que ha definido como prioritario y lo considera que un paso fundamental e indispensable”. No obstante, “le hemos explicado que, partiendo de la base común de que carece de libertad y de capacidad de libre decisión, Maloma no puede ejercer su derecho de viajar cuando quiera, tenga o no pasaporte”.
Por ello, los padres le han insistido en que “lo fundamental es resolver su secuestro, que está denunciado y reconocido, pero no resuelto”, para añadir que “no creemos que sea una buena idea entregarle un pasaporte para que se lo quiten, pero le hemos transmitido nuestras inquietudes, que la Directora General ha recogido con interés.
Morales ha informado a la representante del Gobierno central de que su familia en Sevilla va a responder a su deseo de que tenga su teléfono móvil, que se le va a hacer llegar desde Mairena del Aljarafe, ya que su padre se quedó con él, junto a su bolso, cuando, según explica, fue secuestrada en diciembre de 2015 a punto de tomar el vuelo de vuelta camino de España tras una visita a su familia biológica en los campamentos de refugiados del Sahara en el sur de Argelia.
La joven comenzó a tener contacto con Sevilla a los 7 años de edad mediante los programas de vacaciones para niños saharauis y a partir de los 12 años fue recibida en acogida con el consentimiento de la familia biológica. Al cumplir los 18 decidió quedarse en España. Y pidió a los Morales que la adoptasen.
Sin embargo, el 5 de diciembre de 2015 acudieron al Sahara a ver a su familia biológica y el padre de acogida regresó a Mairena del Aljarafe sin ella ante la negativa de sus familiares de dejarla en libertad.
La joven estudiaba bachillerato para comenzar a opositar a la Policía y el padre siempre ha defendido que su integración en la sociedad española “es total”.
José Morales ha comunicado en la misma reunión que el próximo lunes 22 de mayo familias adoptivas y de acogida de jóvenes españolas y de origen saharaui, residentes en España retenidas en el Sahara, como Nadjiba Mohamed Belkacem (Rociana del Condado-Huelva), Koria Badbad Hafed (San Miguel de Salinas-Alicante) y Darya Embarek Selmahan (María Jiménez-Tenerife), se concentrarán en Madrid para pedir su liberación, en algunos casos sin haber tenido la posibilidad en varios años de regresar a sus casas.