El Parlamento andaluz está tramitando por la vía de urgencia cinco leyes y un decreto que previsiblemente verán la luz antes de que acabe el año. El Gobierno de Juan Manuel Moreno ha perdido a su socio de legislatura, Vox, y encara el resto del mandato sin la mayoría parlamentaria suficiente para sacar adelante su agenda legislativa. Sin embargo, PP y Ciudadanos cuentan con el respaldo más o menos amarrado de los grupos de la oposición para aprobar las leyes pendientes en los dos últimos plenos del año. Un ejercicio de geometría variable permitirá al Ejecutivo de coalición apoyarse o bien en Vox o bien en los grupos de izquierdas –PSOE y Unidas Podemos– o incluso en ambos para que sus iniciativas prosperen.
Se trata de la ley para regular la nueva agencia TRADE, que aglutina varias entidades públicas de la Junta; la ley para ampliar las competencias de las entidades locales autónomas (ELA) y regular sus subvenciones; la ley de perros guía para personas con discapacidad visual; la nueva ley de Discapacidad; la ley de tasas, que actualiza un puñado de precios por servicios públicos y crea nuevos gravámenes, y el decreto de simplificación administrativa, que descarga de burocracia y papeleo muchos trámites necesarios ahora para iniciar proyectos empresariales. La ley de la agencia TRADE ya tiene el dictamen final favorable, con el apoyo de Podemos y PSOE y el rechazo de Vox, y las otras cuatro leyes están pendientes de someterse al dictamen en los próximos días. El decreto de simplificación, al que el Gobierno andaluz le da mayor importancia, es el único que aún no ha entrado en la Cámara.
¿Dónde está “la pinza”?
El portavoz parlamentario del PP, José Antonio Nieto, se ha mostrado este miércoles optimista con poder sacar adelante todas estas iniciativas, bien con el respaldo de la izquierda o de sus antiguos socios. La portavoz adjunta del PSOE, María Márquez, también ha admitido avances en la negociación de las enmiendas de las leyes mencionadas, aunque plantea más dudas sobre la ley de tasas, “por razones ideológicas”. Si la previsión es ésta, el Ejecutivo de Moreno podrá culminar su agenda legislativa de aquí a final de año, gracias sobre todo al respaldo del principal partido de la oposición.
¿Dónde está, por tanto, “la pinza Vox-PSOE”, que denuncian a coro el presidente andaluz, sus consejeros y todos los portavoces de PP y Cs desde que el Parlamento tumbó el Presupuesto del Gobierno andaluz para 2022 con el voto de toda la oposición? ¿Dónde está la llamada “pinza del egoísmo”? La actividad parlamentaria no ofrece visos del “bloqueo” o la “parálisis” que menciona reiteradamente Moreno cuando le preguntan por un posible adelanto electoral. Ha sido el propio presidente de la Junta quien ha difuminado ese escenario al avanzar como posibles fechas el mes de junio o de octubre. Con ese horizonte, el portavoz del PP ha presentado otro ramillete de leyes pendientes que la Junta podría traer al Parlamento para su aprobación en el próximo periodo de sesiones: “No va a haber adelanto electoral”, ha subrayado Nieto, para luego anunciar la futura ley de economía circular, la ley de función pública, la ley de policías locales, la ley de familia y la ley de atención temprana.
Ninguna de estas normas cuenta aún con todos los informes previos necesarios antes de iniciar su recorrido parlamentario, que suele durar seis meses como muy poco. Nieto ha reconocido que lograr que todas estén listas antes de junio, si finalmente Moreno fija los comicios antes de verano, sería muy complicado. De ser en octubre, habría más posibilidades, aunque la clave está en ver cómo reacciona la oposición a las iniciativas legislativas de un Gobierno en minoría en un año ya enteramente electoral. “Si no bloquean, en octubre, y si bloquean, en junio. Es una cuestión de ajuste”, advierte Nieto.
No obstante, el portavoz popular ha seguido manteniendo que las dos grandes “amenazas” para el Gobierno de Moreno en los próximos meses son “la pandemia” y “la nueva pinza en Andalucía”. Los populares y los naranjas han hecho balance de los tres años de legislatura, que se cumplen este jueves, y ambos han terminado cargando duramente contra sus ex socios de Vox, que son quienes han garantizado la estabilidad del Ejecutivo hasta hoy. El partido de Santiago Abascal niega tajantemente la “pinza”, y acusa a los populares de comportarse como “si los votos de Vox fuesen suyos”. La comunicación con PP y Cs está rota y no hay una sola comparecencia en la que no reiteren su llamamiento a las urnas.