La necesidad ha llegado hasta tal punto en algunas capas de la sociedad granadina que los hermanos de la Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Lanzada y María Santísima de la Caridad de Granada han decidido retomar la figura del “limosnero” en su procesión del Martes Santo. “Se trata”, explica Miguel Ángel Peláez, presidente de la Junta de Gobierno de esta cofradía, “de seguir el ejemplo de la advocación mariana de la Virgen de la Caridad y recoger óbolos durante el recorrido para los más desfavorecidos”.
La intención de estos hermanos cofrades retomaría “una tradición ya perdida en España desde hace más de un siglo y que se remonta a las cofradías gremiales del siglo XVI”, explica Peláez. De este modo, la hermandad pretende sacar a la calle a cuatro diputados limosneros “perfectamente ataviados e identificados para que no haya lugar a equivocaciones”. Los encargados de recoger los donativos se colocarían, en principio, delante y detrás del paso de la Virgen de la Caridad para que los viandantes puedan colaborar con sus donativos al Economato Social que las Cofradías, Cáritas Diocesana y el Arzobispado pretenden poner en marcha en breve. Un centro que, según los últimos datos aportados por sus responsables, tendría capacidad para atender a unas 240 familias al mes.
El dinero recogido se entregaría “de forma simbólica”, asegura el presidente de La Lanzada, “al Arzobispo, monseñor Martínez Fernández, una vez que hayamos entrado en la Catedral tras finalizar la carrera oficial”. Esta cofradía granadina es una de las que mayor recorrido realizan, ya que tiene prevista su salida desde la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores en el Zaidín a las 16.30 horas y su regreso pasada la una de la mañana.
La puesta en marcha de esta iniciativa de limosna, sin embargo, tiene aún que salvar el último escollo, que es la aprobación por parte del Arzobispado. Los hermanos de La Lanzada ya intentaron el pasado 18 de mayo, día de la Magna Mariana en la que 33 imágenes recorrieron la ciudad de Granada, sacar a sus limosneros a la calle, pero la idea fue rechazada por la Federación de Hermandades y Cofradías de Granada que decidió que no era el momento ni el lugar adecuado. De igual forma, la Policía Local emitió, según fuentes de la Federación, un informe negativo porque podría “acarrear problemas de aglomeración e incluso de imitadores timadores, que se dedicaran a engañar a los fieles”. Así que ahora esta hermandad pretende sacar a la calle a sus diputados limosneros a título personal. La reunión que tendrá lugar a finales de esta semana en el Arzobispado será la que decida si Granada vuelve a retomar esta tradición medieval.