Punto y aparte en las intrigas palaciegas en el Ayuntamiento de Granada porque la ciudad ya tiene nuevo alcalde. Será Paco Cuenca del Partido Socialista el que ostente el bastón de mando durante los próximos tres años si nada en ese tiempo lo impide. Esa ha sido la decisión, ya anunciada, que se ha tomado en el pleno extraordinario celebrado este jueves.
La llegada de Cuenca a la alcaldía ha sido posible gracias al apoyo unánime de toda la oposición que ha votado en su favor. Podemos, Izquierda Unida y Ciudadanos han depositado 16 papeletas en beneficio de la elección del socialista como alcalde (dos más que la mayoría absoluta) frente a los 11 votos logrados por la candidata popular, Rocío Díaz. De hecho la formación naranja ha sido la que ha tenido la última palabra tras imponer una condición al PSOE para apoyar su investidura: que el diputado provincial de los socialistas, Manuel Lorente, imputado por una trama corrupta, dimitiese.
Antes de llevar a cabo la votación, se ha producido la dimisión necesaria de Fernando Egea por parte de los populares para que Rocío Díaz pudiese ser la candidata del PP. Después, ante un salón de plenos repleto y en una urna de cristal poco ortodoxa, varios concejales han decidido enseñar su papeleta antes de depositarla donde se podía leer que su elección era precisamente Paco Cuenca. La anécdota se ha producido cuando los ciudadanos que han acudido al pleno han vitoreado la elección del socialista como cabeza del Ayuntamiento de Granada.
Que Paco Cuenca sea el nuevo alcalde de Granada es la principal consecuencia de la Operación Nazarí que puso en marcha la UDEF el pasado 13 de abril cuando detuvo al entonces alcalde, Torres Hurtado, y a su concejala de urbanismo, Isabel Nieto. Y es la principal consecuencia debido a que Torres Hurtado, tras muchas presiones dentro y fuera del partido, tuvo que presentar su dimisión. Tanto los grupos de la oposición como el propio PP al que representaba en el Consistorio, le presionaran para que abandonase su puesto al frente del Ayuntamiento de la capital granadina.Eso sí, Torres Hurtado ha perdido su puesto llevándose por delante a su enemigo interno y, en principio, supuesto sustituto, Sebastián Pérez como teniente alcalde.
Después se ha producido tres semanas de negociaciones en las que se aparcó la posibilidad de una moción de censura y en las que todos los partidos municipales han movido ficha. Los populares intentando retener a toda costa la alcaldía amparándose en el acuerdo de investidura que ya pactaron en mayo de 2015 con Ciudadanos y el PSOE llegando a distintos acuerdos para permitir que su portavoz, Paco Cuenca, saliese del pleno de investidura como alcalde de la ciudad.
Las intervenciones
Tras la votación que ha dado como resultado la elección del nuevo alcalde, los grupos municipales han iniciado una ronda de intervenciones en las que han quedado claras las posturas. El nuevo alcalde, Paco Cuenca, ha subrayado que “la prioridad es abrir las ventanas, no contra ningún adversario político, sino a favor de la institución; no para desprestigiar a personas concretas sino para normalizar la vida municipal (...) está en juego la imagen de Granada”. Mientras que sobre gobernar en minoría ha tratado de despejar dudas explicando que “no somos 8 concejales y concejalas, somos 27 y les recuerdo que nadie tiene la mayoría para imponer sus ideas por lo que hay trabajar desde el diálogo y el consenso”. “Mis puertas estarán cerradas para quienes busquen atajos a la ilegalidad”.
Para Paco Puentedura, de Izquierda Unida, la elección supone “empezar a recuperar la confianza de los granadinos en su Ayuntamiento” y por eso han dado su apoyo al PSOE para que “se abran las ventanas y se levanten las alfombras porque es necesario airear.” En un sentido similar se han mostrado desde Vamos Granada cuya portavoz, Marta Gutiérrez, ha lamentado que el PP haya salido ahora del Consistorio y no hace un año porque es un tiempo que “nos podíamos haber ahorrado porque para la mayoría de la ciudad era evidente que Torres Hurtado no tenía que haber gobernado, ha sido un año perdido”.
Si bien el protagonista principal ha sido Paco Cuenca, la intervención de Ciudadanos en todo el proceso ha resultado vital para que haya podido haber un cambio en la alcaldía. Por eso la formación naranja en palabras de su principal concejal, Luis Salvador, no ha querido restar importancia a las decisiones que desde el partido han tomado desde que dieran el apoyo al PP en junio de 2015 hasta retirarlo ahora y otorgarle la confianza a los socialistas. Por eso Salvador ha recordado que ellos solo apoyaron a Torres Hurtado con la condición de que dejase la alcaldía transcurridos unos meses y que al no cumplirse y destaparse la trama de corrupción urbanística, el PP no podía estar legitimado para seguir gobernando. Aunque adiverte a Paco Cuenca que “no tiene un cheque en blanco, nosotros entendemos que no estamos revalidando unas elecciones nuevas, eso ya lo hicimos el 25 demayo, en este momento lo que estamos haciendo es respetar la decisión de la justicia y eso hay que hacerlo dándole tranquilidad a los granadinos”.
Pero lo cierto es que la sombra de la duda ha planeado hasta última hora entorno a quién sería finalmente el alcalde debido en gran medida a los últimos movimientos del PP al colocar a Rocío Díaz como candidata y tender la mano a Ciudadanos para revalidar el acuerdo adquirido hace ahora un año. De ahí que los populares se hayan sentido traicionados y Rocío Díaz haya querido centrar su discurso en la formación naranja y no tanto en la elección de un nuevo alcalde. Díaz sostiene que “hoy ustedes, los cuatro concejales de Ciudadanos han votado lo que no han querido votar en España, han votado junto a la izquierda antisistema y separatista” y ha aludido directamente a su portavoz: “señor Salvador, usted hoy se ha quitado la careta, usted ha entregado la alcaldía al despropósito”.