La temporada de esquí en Sierra Nevada, que acaba de estrenarse, es la primera desde 2003 en la que Sergio Cejudo, un empleado de Cetursa Remontes, no está trabajando en la estación. Y no lo está haciendo porque la empresa ha decidido no contar con él sin darle ninguna explicación y aprovechando que su contrato es el de personal fijo discontinuo. Es decir, su relación contractual termina cada vez que la estación cierra sus puertas con el deshielo de la nieve al final de la campaña. Sergio considera que ha sido despedido de forma improcedente por homofobia de sus superiores hacia él.
Sergio es homosexual y su orientación sexual no debería ser relevante en ningún caso si no fuera porque él mismo denuncia que lleva tiempo sufriendo una persecución por parte de sus jefes. Según su relato, desde que se hizo pública su orientación sexual, sus superiores han tratado de ir apartándolo del ejercicio de sus funciones. Simplemente por el hecho de que se fue a vivir con su pareja a Güéjar Sierra, el municipio en el que viven gran parte de sus compañeros de trabajo por ser el más próximo a la estación de esquí.
El trabajador sostiene que, desde ese momento, sus jefes han buscado la manera de prescindir de él de varias formas. La primera fue retirarle de las guardias para vigilar los remontes. Al poco tiempo de que se hiciera pública su orientación sexual, Sergio dejó de hacer dicha función, que suelen realizar dos empleados que duermen en el refugio más cercano al remonte que deban custodiar. Posteriormente, tras dejar las guardias, la empresa le abrió dos expedientes calificados de graves por dos motivos distintos.
El primer expediente que sufrió Sergio en sus carnes fue por culpa de una acreditación que se extravió y de la que no pudo hacer uso. Si bien uno de sus superiores reconoció que la culpa del extravío no era de Sergio, en un primer momento Cetursa investigó lo sucedido inculpando al trabajador. Después, una baja por enfermedad también estuvo a punto de costarle el puesto, ya que la empresa, según sostiene el trabajador, le imputó que había faltado al trabajo en días en los que, pese a estar enfermo, sí que había acudido.
Acto de conciliación
Todo lo anterior ha acabado desembocando en que esta temporada Cetursa no ha contado con él. Nadie de la empresa le ha llamado para convocarle a trabajar pese a que por antigüedad tiene derecho. En su lugar, la empresa que gestiona Sierra Nevada ha llamado a la persona que precede a Sergio en la lista de empleados fijos discontinuos, de modo que el trabajador ha perdido también su plaza de cara a las próximas temporadas. Razones que han llevado a que el pasado lunes presentara una reclamación contra la empresa ante la Sección de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SEMAC) de la Junta de Andalucía.
Este procedimiento sirve para que el trabajador en cuestión pueda exponer ante un arbitraje los motivos por los que cree que ha sido injustamente despedido de la empresa en la que trabaja. Se trata del paso previo a presentar una denuncia en el juzgado. En este caso, Sergio y Cetursa están convocados para que el 27 de diciembre tenga lugar el acto de conciliación en el que se decida qué pasará con el futuro inmediato del empleado. Si Cetursa no acudiera entonces, habría denuncia ante el juzgado.
Apoyo sindical
Sergio no está solo. La Confederación General del Trabajo (CGT), presente en el comité de empresa de Cetursa Remontes, le apoya. De hecho, su portavoz, Francisco Ortega, da fe de todo el relato del trabajador despedido. Además, en CGT han llevado a cabo varias movilizaciones para pedir la readmisión del empleado y amenazan con que irán a la huelga el sábado 28 de diciembre si Cetursa no da marcha atrás a su decisión en el acto de conciliación previsto para un día antes. CGT cuenta con 40 afiliados que trabajan en los remontes de Sierra Nevada y su ausencia en un día tan importante, en sábado y en vísperas de Nochevieja, sería un varapalo para el buen funcionamiento de la estación de esquí.
Por su parte, Cetursa se defiende y considera que Sergio no ha sido llamado esta temporada “por incapacidad profesional reiterada para el desarrollo de su trabajo”. La empresa argumenta que “no hay ningún tipo de discriminación por ninguna causa. Existen parejas homosexuales que disfrutan de los beneficios del convenio colectivo para parejas de hecho y matrimonios”. Y sentencia que “desconocía hasta el comunicado de CGT la orientación sexual del trabajador aludido”.