Desde hace más de 20 años un andaluz no presidía la patronal española de pequeñas y medianas empresas, Cepyme. El sevillano Manuel Otero Luna fue el último, entre 1990 y 1998. Desde este miércoles 16 de enero, la presidencia de Cepyme la ocupa un granadino, Gerardo Cuerva Valdivia, quien parece haber nacido para el cargo tras desarrollar una fulgurante carrera que le ha llevado a comandar las principales instituciones empresariales de su provincia, de su sector -las pequeñas empresas eléctricas- y situarse en las vicepresidencias, además de Cepyme, de la patronal andaluza CEA y en la junta directiva de la CEOE.
A Gerardo Cuerva Valdivida (Granada, 1971) la tradición empresarial le viene de familia. El nuevo presidente de Cepyme, pese a su juventud, lleva ya 13 años al frente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE) y va camino de superar a su padre, Gerardo Cuerva Vallet, que comandó la CGE durante 14 años, de 1987 a 2001. Excepto un paréntesis de apenas cinco años, padre e hijo han dirigido la patronal granadina en los últimos 32 años. Además, Gerardo Cuerva Valdivia es también presidente de la Cámara de Comercio de Granada desde 2014, con lo que aglutina la máxima representación del tejido empresarial de la provincia.
Ingeniero industrial, está casado y tiene dos hijos. Junto a su hermano Ignacio -tiene también dos hermanas, más alejadas de la primera línea empresarial- dirige la empresa familiar que fundó su abuelo en 1939 e impulsó su padre, el Grupo Cuerva, dedicado a la energía eléctrica, principalmente hidroeléctrica, aunque con ramificaciones en solar fotovoltaica y en montajes y otros servicios eléctricos. Una mediana empresa con un centenar de empleados en un sector dominado por grandes compañías.
También ahí Gerardo Cuerva ha mostrado su vocación de dirigente empresarial, igualmente heredada de su padre y su abuelo, quien fundó en 1960 CIDE (Cooperativa de Industrias Distribuidoras de Electricidad), una patronal de las pequeñas eléctricas que nació con carácter regional pero que con el tiempo, y ya con Gerardo Cuerva Valdivia al frente, ha logrado agrupar al sector de las pequeñas generadoras y distribuidoras eléctricas, con 230 socios de todo el país que cuentan con más de 550.000 clientes.
Con Gerardo Cuerva en la presidencia de CIDE desde 2006, las pequeñas distribuidoras -diminutas si se las compara con las grandes del sector- han conseguido sobrevivir sin ser barridas por los gigantes energéticos, uniendo servicios y logrando voz en los principales foros institucionales de la energía.
Quienes conocen a Cuerva destacan su carácter afable y su habilidad para las relaciones sociales, un don que heredó de su padre, ya que desde muy joven se interesó por la labor dirigente de su progenitor. Un buen talante que le ha permitido tejer alianzas y proyectos en común con las administraciones locales, sean del PP o del PSOE, con quienes ha ido de la mano para lograr que Granada sea sede del proyecto europeo del acelerador de partículas Ifmif-Dones. Y que también le ha llevado a no tener desencuentros de importancia con las organizaciones sindicales, salvo las tiranteces habituales en las negociaciones de algunos convenios sectoriales, en las que no suele estar en primera línea.
Se trata de un dirigente empresarial moderno en las formas, que apuesta por las nuevas tecnologías, aunque también hay quien le ve tradicional en el fondo y sin visos de aportar grandes cambios a Cepyme en cuanto a, por ejemplo, presencia de la mujer en los ámbitos directivos de las entidades empresariales o en las relaciones con los sindicatos.