La batalla por la paralización de las obras en el enclave natural de Arraijanal (Málaga) sumó varios escenarios este viernes. Una activista irrumpió en el Pleno para decirle al alcalde que se está privatizando la última playa virgen del litoral malagueño. A la vez, tres asociaciones presentaron varios informes que desaconsejan la construcción de la ciudad deportiva del Málaga en esa parcela, y entregaron a la Delegación Territorial de Medio Ambiente más de 60.000 firmas de personas que piden un gran parque natural en la zona. Por último, en Arraijanal, decenas de personas siguen exigiendo cada día que se pare la tala.
Las asociaciones Arcusves, Torre Vigía y Ciriana presentaron varios informes que se han incorporado, según explicaron, a las denuncias tramitadas ante el Seprona, que aún no han sido resueltas. Carlos Gonzálbez Cravioto, arqueólogo y profesor jubilado de la Universidad de Málaga, explicó que Arraijanal es la “única zona que podría demostrar cómo eran las villas pesqueras [romanas]” de la costa malagueña. El PGOU recoge la existencia de estas villas. “Se encuentra no sólo una villa pesquera, sino una serie de villas pesqueras y alguna necrópolis” que podría datar del siglo I a.C. “Al menos hay dos villas y hay zonas donde no se ha excavado”, expuso el experto, quien pidió establecer un lugar un centro de interpretación en el lugar, “no sólo dejando dos huequecitos, como quieran hacer, que se convertirían al final en dos estercoleros”.
Federico Casimiro-Soriguer, biólogo del Departamento de Biología Vegetal de la UMA, presentó las conclusiones de un informe que ha preparado a petición de las asociaciones. Según explicó, había un vacío en el registro de las especies vegetales de la zona. “Hay una serie de hábitats que son de interés comunitario, y una flora que, aunque no esté protegida por la ley, es realmente rara en el litoral malagueño”. El informe constata que la falta de información se debe a que la zona no está cartografiada en los instrumentos andaluces de protección. El documento de Casimiro-Soriguer identifica seis hábitats de interés comunitario, tres de ellos “prioritarios para Andalucía”.
Por último, Saturnino Moreno, geógrafo y autor de un informe sobre los paisajes dunares de Málaga, explicó que Arraijanal es parte de las “áreas dunares vinculadas a la desembocadura del Guadalhorce”, lo que le confiere un valor por la “conectividad ecológica” entre los espacios, tal y como se recoge en la Agenda 21, el documento que debe servir de guía para el desarrollo de la ciudad. La desembocadura del Guadalhorce es un enclave protegido que sirve de hábitat a varias especies migratorias.
“Creemos que la Junta de Andalucía tendría que hacer, basándose en la Ley de Costas una conservación de toda el área, y no dejar trocitos que van a ser luego problemáticos”, dijo el experto, que alertó de las posibles filtraciones a los acuíferos. Moreno también advirtió de cómo afectará la subida del nivel del mar en Málaga: “Tenemos que ser previsores en este tema, proteger toda el área y restaurarla. Es una obligación de la Ley de Costas delimitar toda la franja litoral, incorporando el Arraijanal como zona dunar”.
Estos datos estarían incorporados a las denuncias interpuestas recientemente ante Seprona, según expusieron las asociaciones. “No sabemos por qué no los han incorporado las administraciones. Por eso pedimos que paren cautelarmente la obra y que no se siga el destrozo”, expuso Mari Cruz Torres, de Ciriana: “La administración tendrá que explicar por qué existiendo esta información, no actúa”.
Más de 61.000 firmas por un paraje natural
Más de 61.000 firmas por un paraje naturalAdemás, Torre Vigía entregó más de 61.000 firmas con un escrito dirigido a José Fiscal, consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, en el que se pide que se convierta la zona en un gran paraje natural. “Un proyecto ambicioso pero muy sencillo y económico, que (…) ayudaría a cambiar la imagen de la Costa del Sol, asociada en exceso al hormigón y al turismo de masas”, se lee en el escrito. “En manos de su administración está consentir que se urbanicen los últimos espacios libres de la zona, lo que beneficiaría a unos pocos, o que se proteja para las generaciones venideras, lo que beneficiaría a muchos ciudadanos”, concluye.
Mientras se presentaban estos informes, varios activistas irrumpieron en el Pleno del ayuntamiento de Málaga mostrando una pancarta y exigiendo al alcalde De la Torre que paralice las obras. Las activistas fueron desalojadas por la Policía Local. En Arraijanal permanecen desde hace días decenas de ecologistas protestando por la tala y por la llegada de las primeras máquinas cementeras. IU registró este jueves una pregunta en el Parlamento de Andalucía, exigiendo saber si se han concedido licencias para la tala.
De momento, todas estas acciones han conseguido que la tala sea intermitente y que no se haya extendido a los 166 árboles que había en la parcela hasta el pasado lunes. Sin embargo, no ha impedido que este viernes se presentara una hormigonera. Los activistas se han organizado en asamblea y han contactado con los vecinos. Protestan desde el exterior de un vallado, aunque algunos consiguieron trepar a los árboles y fueron identificados por la Policía, cuya presencia en la zona es continua.
La tala es el primer paso en la construcción de la ciudad deportiva del Málaga en esta franja del litoral, la única virgen de la ciudad. La zona fue adquirida por el municipio comprando o expropiando las parcelas a pequeños propietarios, y cedida gratuitamente y por 75 años a la Fundación del Málaga CF, una fundación privada presidida por Abdullah Al Thani.