¿Se puede vivir con normalidad con 22 horas sin agua corriente? “Paciencia” y “solidaridad” parecen ser los secretos de los vecinos de Cumbres Mayores, la localidad onubense en pleno corazón de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche a la que las restricciones por la sequía está golpeando de frente este verano. Los 1.700 habitantes del municipio han recibido un escueto comunicado colgado en las redes sociales municipales, donde se informa de que “ante las restricciones en el abastecimiento de agua, el sábado 13 se cortará el suministro de agua a las 18.00 horas, no reanudándose hasta el domingo 14 a las 16.00 horas”.
Este fin de semana tocaban fiestas relacionadas con el agua, como el Día de los Jarros, en el que los vecinos se mojan entre ellos, y la Fiesta del Agua, que se celebra el día 15 con colchonetas, toboganes acuáticos y una fiesta de la espuma. Todo ha quedado suspendido, señala el Ayuntamiento. La explicación en las redes sociales no la amplía la alcaldesa, Gema Castaño (PSOE), que se remite a la empresa suministradora del servicio, GIAHSA, y no acepta la invitación de elDiario.es Andalucía para explicar la situación.
“No nos coge de susto”
Pero los vecinos de Cumbres Mayores ven venir las 22 horas sin agua como un capítulo más de una historia a la que ya parecen acostumbrados. Se toman con relativa calma lo que está pasando, sobre todo porque, como explica el gerente del Mesón Restaurante Pata Chica, José Antonio González, “nosotros hemos llegado a tener dos días seguidos sin agua, de modo que esto ya no nos coge de susto”.
José Antonio tiene su local en la calle Antonio Machado y, como ya sufrió en su día lo suyo cuando la sequía asoló a la comarca, decidió dotarlo de un depósito externo con capacidad para unos 2.300 litros. Lo que hace es almacenar agua cuando hay y bombear, para fregar, tener los sanitarios con agua y usar trucos como “lavar los platos y vasos a mano, para gastar lo menos posible con el lavavajillas”.
La capacidad del depósito hace que el bar tenga servicio desde que se corta el agua a las seis de la tarde hasta que cierra sus puertas. “Si no tengo agua, no puedo abrir, no puedo hacer que mis clientes entren en un cuarto de baño sin estar limpio”, explica, aunque se felicita de que sus clientes “son comprensivos, muy buenos, y si hace falta hasta avisan de que no hay agua en la cisterna”.
En la calle de la Porta, Carmen Muñoz gestiona ‘Tienda Loreca’, un “desavío”, como se llama en los pueblos a esas tiendas que tienen de todo y que casi nunca cierran sus puertas. Carmen cree que los vecinos de Cumbres Mayores son “sobre todo gente paciente y solidaria, que sabe que no hay agua, pero es verdad que al pueblo viene mucha gente de turismo y ellos sí pueden no entender lo que pasa”.
Ella misma tiene un depósito en su casa para poder salvar el día a día de su vivienda: “Limpiamos por la mañana y aprovechamos el tiempo todo lo posible”. Asegura que no ha notado que sus vecinos consuman ahora más agua de botella que de costumbre: “Quizás los supermercados sí lo noten, pero yo vendo las de siempre”.
Lo que no hay en el pueblo es el quebradero de cabeza que hoy día supondría tener una piscina municipal. La obra, inicialmente, estaba prevista en los presupuestos municipales de 2017, pero desde el Consistorio se indica que aún está en construcción.
“Se consume más de lo que se puede extraer”
Debido al acusado descenso de las reservas, “y pese a los trabajos para recuperar el nivel y las restricciones aplicadas”, como indica GIAHSA en sus redes, “no queda más remedio” que mantener a la población sin agua desde las 18.00 horas hasta las 7.00 de la mañana. La previsión, cuando se emitió este comunicado, era que este sábado se recuperase el servicio, pero al final hasta el lunes al menos no se volverá a cierta normalidad en el pueblo.
Eso sí, la normalidad es que cuando se consigan unos niveles “aceptables” en los depósitos se permitirá retomar las restricciones entre las 22.00 y las 07.00 horas. Es decir, que durante nueve horas al día se seguirá sin agua en los grifos. Desde GIAHSA, la explicación es sencilla: “Se consume más de lo que se puede extraer de los pozos, por eso hay que hacer restricciones, para no agotar los recursos”.
Una comarca con problemas
El caso de Cumbres Mayores no es el único. En once pueblos de la comarca afrontan restricciones de entre siete y trece horas diarias.
Tras Cumbres Mayores, los casi 2.000 vecinos de Santa Olalla del Cala no cuentan con agua corriente desde las diez de la noche hasta las siete de la mañana ni entre las 16.00 y las 18.00 horas; y los de Cala (1.100), Puerto Moral (300) y, desde el jueves, los de Cortelazor la Real (300), un total de nueve horas al afrontar también esas restricciones vespertinas.
Junto a estas localidades, otras pequeñas poblaciones que en verano ven duplicado e incluso triplicado su número de habitantes como Valdelarco, Cumbres de Enmedio, Cumbres de San Bartolomé, Hinojales e Higuera de la Sierra mantienen las restricciones de madrugada, de 00.00 a 07.00 horas, una medida a la que esta misma semana se ha sumado también Jabugo.
Giahsa tomó las primeras decisiones para afrontar la falta de agua motivada por el período de sequía y la falta de infraestructuras en la comarca a finales del mes de junio. Y el asunto no ha mejorado. El empeoramiento de la situación, motivado, entre otras cuestiones, por las altas temperaturas, ha provocado que se estén teniendo que tomar casi a diario medidas de urgencia para ir posibilitando que los distintos depósitos y pozos mantengan unos niveles de agua que permitan contar con líquido elemento al menos en las horas más necesarias del día. Desde Giahsa se insiste en la importancia de que “todos colaboremos en nuestro día a día, no empleando el agua en usos que no sean estrictamente necesarios”.
Duchas de seis minutos y vajillas a mano
GIAHSA lanza consejos básicos que pueden suponer el ahorro de varios litros en los hogares, como cumplir la normativa de la OMS de que la ducha dure seis minutos, cuando la media en España es de diez. Se aconseja, además, lavar los platos, vasos y cubiertos a mano, poner la lavadora solo cuando esté llena de ropa, parar el agua de la ducha cuando se esté usando el gel de baño y el champú o llenar cubos de agua para la cisterna cuando se enciende la ducha y se está esperando que llegue el agua caliente.
Además, se aconseja usar una ducha que administre el agua mejor que las normales, de modo que el ahorro podría ser de 150 litros por persona cada vez que se utilice. Hay que tener en cuenta que una ducha normal gasta unos 4 litros cada diez segundos. Así que en la sierra de Huelva seguirán todos esos consejos y, además, aplicarán la sabiduría vecinal con “paciencia” y “solidaridad”.