6.100 hectáreas de fresa plantadas en la provincia de Huelva. El coronavirus ha llegado justo en el ecuador de la campaña. Frambuesas, arándanos, moras, empiezan ya a entrar también. Mucho trabajo, pero mucha menos mano de obra de la prevista. Había un contingente total de 19.000 mujeres contratadas en origen procedentes de Marruecos, de las cuales no ha llegado ni la mitad. Todos los marzos llega el 50% restante pero el cierre de fronteras decretado por el Gobierno de España impide tal posibilidad. El momento más crítico de producción es ahora y el campo necesita una mano de obra que no tiene. En la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Huelva han tenido una idea: dar empleo a aquellas personas damnificadas por el cierre de negocios ligados al sector turístico y de restauración en la provincia para que trabajen en la fresa y recojan las que no van a poder recoger este año las jornaleras marroquíes.
Toda crisis tiene daños colaterales, pero también ofrece oportunidades. Según explica a eldiario.es Andalucía Manuel Piedra, secretario general de la asociación agraria en Huelva y responsable de migraciones de la UPA, la “incertidumbre” no escapa al sector. “Tenemos que seguir manteniendo la actividad. El 97% de la fresa que se distribuye en España procede de Huelva. Somos prioritarios”, presume. UPA quiere servir “de puente” para poner en contacto al empresariado agrícola con personas de la provincia de Huelva (“para que no haya movimientos entre territorios”) que quieran acceder a un empleo en la campaña de recolección. Como ya explicó este medio, cada año los freseros ven cómo la demanda de mano de obra no llega a cubrirse ni al 10% entre la gente en desempleo de la comarca, y hay que tirar de contratos en origen en distintos países.
“Se ha pensado tanto en empresas ofertantes de empleo como en el propio demandante de empleo surgido de la crisis, con formularios on line para aquellos que se hayan quedado en paro del sector del turismo (hoteles, playa, hostelería, restauración), para que puedan trabajar”. “Hacemos de puente entre un sector que se ha quedado desempleado en dos días y otro sector al que no le va a llegar la mano de obra que tenía prevista. No sabemos repercusión ya que se puso en marcha este martes”, apunta Piedra.
¿Una noticia histórica?
Se da la circunstancia que pueden pasar dos cosas, que dependen de la demanda, de la evolución de la crisis y de la respuesta a la iniciatica. Así lo explica el representante agrario onubense. “Si la gente no sale mucho a la calle a comprar y no consume, o consume más productos no perecederos, tendríamos que abandonar parte de la explotación. También puede pasar que los mercados no asuman la producción, haya excedente de mano de obra y tengamos que arrancar un porcentaje de la explotación en una decisión más drástica.
Pero pone sus plabras “en cuarentena” porque “no sabe cómo va a evolucionar nada”. Su intención, insiste, ha sido buscar “una solución para que la gente de la hostelería se incorpore a la agricultura. No podemos quedarnos quietos y en un momento de crisis hemos puesto esta iniciativa”, anunciando que también acudirán al Servicio Andaluz de Salud para ve si algún desempleado quiere recoger productos de la tierra.
En la agricultura no están ajenos al coronavirus. Han “redoblado” las medidas en el campo aunque “siempre tenemos unas medidas higiénicas inmejorables y ahora estamos respetando la distancia de seguridad”, dice Piedra. “La noticia histórica, que espero no tener que darla, sería que tuviéramos que arrancar un porcentaje de fresa: por no demanda de fruta o por no tener mano de obra”, apunta.