La primera alcaldesa de la historia de Huelva capital, Pilar Miranda, estará controlada durante toda la legislatura, que se iniciará este sábado, por los concejales de Vox. A pesar de que el candidato del partido de Abascal en Huelva tenía instrucciones para intentar entrar en el equipo de gobierno, los populares han seguido al pie de la letra las instrucciones de Génova de no dejar entrar a la extrema derecha en sus gobiernos si hay posibilidades de evitarlo, y así ha sido.
Miranda, con el 41 % de los votos de los onubenses, tenía margen de sobra para ser elegida como lista más votada (votación en segunda ronda), pero gobernar cuatro años sin apoyo se le iba a hacer muy largo, y este viernes ha plasmado en un documento los acuerdos con Vox, en un comunicado que solo el candidato verde, Wenceslao Font, ha publicado en su perfil de Facebook. En el de Miranda, ni rastro del acuerdo hasta las 16.45 horas de este viernes.
Font se ha arrogado en sus redes el mérito de controlar a la alcaldesa, aunque cita que “seguiré en la oposición, ejerciéndola de forma crítica pero constructiva, y velando por la buena gestión, como hemos hecho en estos cuatro años”. Lo hace a pesar de haberse estancado en el número de concejales (2) y tener solo unos 750 votos más que en 2019. Pero ha sido suficiente para que sea inútil la suma de 11+1 de PSOE y Con Andalucía.
Se votará a sí mismo
Wenceslao Font se presentará mañana a sí mismo como alcaldable, “haciendo valer así los votos que hemos recibido y que nos han convertido en tercera fuerza política de la ciudad”, y sostiene que, “al objeto de propiciar el cambio que los onubenses han solicitado en las urnas este 28M, y para evitar un nuevo Gobierno municipal de izquierdas que lastre el desarrollo de la capital, hemos cerrado un acuerdo para la investidura del PP que contempla, entre otras medidas, que las familias onubenses estarán en el centro de las políticas públicas, con una concejalía”.
Propone también reforzar los cuerpos de seguridad y mejorar su equipamiento, crear una oficina contra la okupación ilegal (sic), supresión del gasto político improductivo, mayor transparencia en la gestión, revisión del contrato de limpieza, más aparcamientos, mesa por las infraestructuras, desbloqueo de edificios históricos, creación salas de estudio o plan integral del patrimonio“.
Plantea además tres propuestos difícilmente defendibles, ya que quiere reivindicar el papel de Huelva como ciudad más antigua de Occidente (sin aportar datos que así lo defiendan por encima de Cádiz o Ayamonte, -ciudad esta última donde se han encontrado vestigios más hacia Portugal- una feria del legado británico, en una provincia donde Minas de Riotinto o Punta Umbría cuentan con elementos que forman parte de rutas turísticas, una feria de la caza y la pesca, sin contar en el término municipal de la capital onubense con ningún coto de caza.
La cárcel, centro de memoria histórica que se quiere eliminar
Vox ha arrancado también el compromiso de la “rehabilitación de la antigua cárcel como activo social”, obviando que se trata de un lugar declarado como Lugar de Memoria Histórica en 2014 por la Junta de Andalucía.
El acuerdo, sin más datos, apuesta por fomentar las actividades taurinas en la capital onubense. En este punto, como el resto, no aporta más información ni datos sobre el mismo.
Asimismo, el acuerdo recoge que para el cumplimiento de los acuerdos adquiridos, PP y Vox pondrán en marcha una comisión de seguimiento que evaluará de forma periódica los avances. No contempla plazos sobre reuniones ni cita el nivel de cumplimiento que se exigirá del mismo.
En este sentido, Pilar Miranda ha explicado que el acuerdo programático recoge “una serie de proyectos que ambos partidos llevábamos en nuestros programas electorales, proyectos que van a ser beneficiosos para Huelva”.
“Huelva quería un cambio y los partidos políticos debemos trabajar juntos, con diálogo y consenso, para poner a Huelva en el lugar que se merece”, ha destacado.