La portavoz de La Izquierda de Huelva (confluencia de IU, Podemos e Iniciativa del Pueblo Andaluz), Mónica Rossi, preguntará en el próximo pleno si, como publica un digital onubense, La Mar de Onuba, la alcaldesa, Pilar Miranda (PP) realizó un ritual de brujería en el Consistorio onubense y con qué fondos. Rossi ha anunciado que elevará la cuestión para conocer más detalles acerca del “insólito ritual de brujería” llevado a cabo en las dependencias municipales el pasado 25 de noviembre y conocer si se utilizaron fondos públicos para ejecutar este “acto de brujería”.
Ha lamentado tener que llevar a pleno una cuestión tan “esotérica e impropia de una democracia del siglo XXI”, pero estima que la “ciudadanía tiene derecho a conocer si se utilizó dinero público para la supuesta ”limpieza de espíritus“ en el que se vertió sal en el suelo de las instalaciones municipales y se quemó romero con el ”cuestionable propósito de ahuyentar malos espíritus“.
La noticia, que fue desvelada por La Mar de Onuba y posteriormente contrastada por el grupo municipal de La Izquierda de Huelva, no ha sido explicada en ningún momento por la alcaldesa, Pilar Miranda, quién ha pasado “de puntillas” por el asunto, dice, sin esclarecer “quién autorizó tal ritual, si se adoptaron medidas de seguridad durante la quema del romero o si se utilizó dinero público para el mismo”.
El ritual, conocido como Sahumerio, se habría llevado a cabo en el salón de plenos y en el despacho de la alcaldesa, y se utiliza, añade Rossi, para realizar rituales de limpieza y “protección contra las malas energías”. El mismo habría tenido lugar en horario de tarde-noche y “asegurándose la ausencia de testigos como el personal de seguridad”.
Fuentes del Ayuntamiento de Huelva no han querido valorar este asunto, y se han remitido a la sesión plenaria del próximo miércoles, sin aclarar si la alcaldesa dará explicaciones y tampoco si la pregunta de Rossi será admitida a debate.
El digital onubense cita que a primera hora de la mañana del 16 de noviembre, apenas amaneciendo, llegaron a la casa consistorial onubense las primeras trabajadoras y trabajadores municipales, personal de los equipos de limpieza y mantenimiento del edificio que, “al acceder a su zona noble”, encuentran un escenario insólito.
El Salón de Plenos y varios despachos municipales, incluidos el de la propia alcaldesa Pilar Miranda, “tienen el suelo cubierto de sal y de romero quemado, situación que las limpiadoras tienen que, de forma inesperada, resolver. La escoba y el recogedor solicitado por el equipo de Miranda no han sido utilizados”.
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