En la página web de la Autoridad Portuaria de Huelva es casi imposible encontrar una foto en la que no se vea a la presidenta de esta entidad, Pilar Miranda. Ya sea en obras del puerto, del monumento a Colón o en notas de balance de tráfico de mercancías, la imagen de la presidenta de esta entidad está en todo lo que mueve el puerto.
Un detalle que no tendría la menor importancia si no fuese porque Miranda es la candidata a la alcaldía de la capital onubense por un partido político, el PP, y a sus “jefes” no les ha gustado que use el cargo que tiene para su supuesta promoción personal, porque se entiende que debe relajar su agenda en lo referente a actos de hermandades o asociaciones en los que el puerto pone dinero para distintos usos, y eso conlleva su presencia en actividades que no están directamente relacionadas con su cargo.
Pilar Miranda es candidata del PP, el partido que la puso en el cargo. Los puertos dependen Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, pero los presidentes los nombran las comunidades autónomas. En esa dicotomía intervino la secretaria de estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera Posada, (hoy destituida por el asunto de los trenes de Renfe) y firmó la carta en la que considera que Miranda ha traspasado “una delgada línea entre una lógica y racional visibilización de los avances de un puerto de interés general” y su promoción personal.
“Desmesurada profusión de actos”
Y lo hace en una carta que ha enviado al Puerto con fecha del pasado 23 de enero, que ahora ha salido a la luz, en la que el Gobierno le traslada su “honda preocupación ante la desmesurada profusión de actos y eventos promovidos desde la Presidencia que ocupas de la Autoridad Portuaria de Huelva, cuya actual intensidad y despliegue de recursos resulta anómala en el seno del sistema portuario de interés general”.
“Hay, en este caso, una delgada línea entre una lógica y racional visibilización de los avances de un puerto de interés general, desde una perspectiva de su puesta en valor ante los mercados del transporte, la logística y el comercio, y la instrumentalización de una institución como es la Autoridad Portuaria de Huelva, al servicio de una carrera política personal, siendo esto último absolutamente rechazable”, señala la misma carta, que le recuerda a la presidencia que “ostentas la condición de órgano de gobierno de un puerto de titularidad estatal, y que, el artículo 31 del Real Decreto Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, asigna a la Presidencia de una Autoridad Portuaria unas funciones claramente especificadas que han de desempeñarse con debida diligencia, y que van más allá de la celebración continuada de actos y eventos. Te corresponde, además, velar con carácter general por el cumplimiento de las obligaciones que la citada norma atribuye en este caso a la Autoridad Portuaria de Huelva ante Puertos del Estado”.
Piden una reducción inmediata
“Teniendo en cuenta lo anterior y el periodo electoral previsto este año en curso, nos vemos obligados a requerirte que reduzcas los actos y eventos a los mínimos imprescindibles” acordes con los principios generales que rigen la Administración Pública, y que éstos sean debidamente coordinados, en primer lugar, ante Puertos del Estado y el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, a los cuáles está adscrita la Autoridad Portuaria que presides, señala la misma misiva, que añade que dará instrucciones “para convocarte a una reunión en la Secretaría de Estado de este Ministerio, conjuntamente con el Presidente de Puertos del Estado, para concretar los términos de dicha coordinación”.
“No me asusto”
Pilar Miranda, por su parte, no parece haber acusado recibo del aviso de los responsables de la entidad que preside, y sostiene que, desde que está al frente del puerto, ha sido objeto de varias inspecciones, “y todas han salido negativas”, y considera que no tiene que ir en su contra “que trabaje por la ciudad o que apoye a las hermandades y asociaciones”.
“El mismo dinero había antes en patrocinios pero se le daba a unos cuantos”, espeta, para sostener que “yo ahora reparto con criterios objetivos”.