El Gobierno central defiende ampliar el pantano de Yesa y EH Bildu exige la “suspensión definitiva” del proyecto

El Gobierno central defiende la ampliación del pantano de Yesa, del que beben media Navarra y Zaragoza, y asegura que el proyecto para su recrecimiento se ha diseñado “cumpliendo con las normas técnicas de seguridad” y que no existe “ningún inconveniente” que “imposibilite su llenado” una vez finalicen las obras, que en la actualidad se encuentran paradas a la espera de que se apruebe una nueva modificación del proyecto. Así ha respondido el Ejecutivo de Pedro Sánchez por escrito a la diputada de EH Bildu Bel Pozueta, quien ha exigido al Gobierno la “suspensión definitiva” del proyecto “tal y como demandan los municipios colindantes”.

Pozueta había preguntado al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico si, “teniendo en cuenta la realidad climática y la afectación cada vez más recurrente de las DANA” se había “previsto realizar una valoración sobre el riesgo que conlleva seguir adelante con el proyecto de recrecimiento del pantano de Yesa”. Ante la respuesta del Gobierno en la que se defiende el proyecto de ampliación, la diputada de EH Bildu ha criticado la “cerrazón” del Ministerio y ha pedido que no se siga con las obras.

La diputada ha advertido que Yesa “tiene un histórico de reacciones de su ladera derecha con deslizamientos que incluso han llegado a levantar la cimentación de la propia presa y que en el 2012, como consecuencia de importantes precipitaciones en otoño con aportaciones que llegaron a los 115 litros por metro cuadrado, se tuvieron que desalojar, expropiar y demoler dos urbanizaciones”.

Obras de ampliación

Situado en la frontera entre Navarra y Aragón, Yesa da de beber a una buena parte de la comunidad foral así como a varias localidades aragonesas, entre ellas la ciudad de Zaragoza. Con una capacidad de 447 hectómetros cúbicos de agua, en 2001 se puso en marcha un proyecto de recrecimiento para ampliarla a los 1.075 hectómetros cúbicos, que ha contado con el rechazo de las localidades de la zona ante los riesgos que puede tener para las poblaciones de la zona almacenar una cantidad tan grande de agua.

Las obras, lideradas por la Conferencia Hidrográfica del Ebro (CHE) se encuentran paralizadas desde verano de 2023 a la espera de que se apruebe una nueva modificación -la cuarta- del proyecto para reubicar los aliviaderos de la presa y dotar así de “más seguridad” al proyecto. Según reconoció el Gobierno central el pasado verano, no se espera que estas obras finalicen antes del 2027.

En la respuesta a EH Bildu el Ministerio defiende la seguridad del proyecto y garantiza que se ha diseñado “cumpliendo con las Normas Técnicas de Seguridad para las Presas y sus Embalses aprobadas por Real Decreto 264/2021 de 13 de abril” que “es más exigente ante eventos extraordinarios como la última DANA acaecida”. 

Además, señala que también se han tenido en cuenta a la hora de evaluar el proyecto el informe encargado por el Ayuntamiento de Sangüesa a los geólogos Valentín Ibarra Lozano y Tomás Morales Juberías, en el que cuestionan la seguridad del pantano y desaconsejan su ampliación.