Sulaiman Conteh pasó la mañana del jueves 15 de enero tirado a las puertas de la Ciudad de la Justicia de Málaga, a ratos llorando. Un juzgado le había comunicado que tiene que marcharse. No ha lugar a un nuevo permiso, le dijeron. No ha trabajado el mínimo de días. Hay documentos: en un informe de la Seguridad Social consta que trabajó 67 días durante un año y eso no es suficiente. Debe volver a Sierra Leona. Pero Conteh no está de acuerdo, y ha decidido llevarle la contraria al papel oficial: asegura que recogió naranjas y mandarinas durante meses en Valencia y que trabajó más de lo que la Seguridad Social certifica. Y que si todos esos días en los que trabajó no constan es porque las empresas de trabajo temporal que lo contrataron no cotizaron sus jornadas. Tiene un cuaderno para probarlo. Los sindicatos llevan años denunciando abusos por parte de algunas de empresas en el campo valenciano.
Conteh huyó de Sierra Leona a Guinea Bissau en 1997, y de Guinea tomó un cayuco a Canarias, en 2006. Lleva ocho años en España. Primero solicitó asilo, porque en Sierra Leona le acusaban de colaborar con los rebeldes. Su país fue consumido durante los años 90 por una Guerra Civil. Niños soldado, tráfico de diamantes, amputaciones: ese tipo de guerra. La petición de asilo fue denegada tres años después de que la solicitara, según cuenta. Pero como había realizado un curso de mecánico, trabajó durante varios años en un taller, sin contrato. Consciente de que tendría problemas para renovar el permiso por arraigo, decidió buscar trabajo en la campaña de la recogida de cítricos en Valencia y solicitó uno de residencia temporal y trabajo por cuenta ajena. Ahí empezó su calvario.
Según el informe de la Seguridad Social en el que se basa la sentencia, Conteh trabajó 67 días durante el año de vigencia de su viejo permiso, cuando el mínimo exigido por el Reglamento de Extranjería es de 90 días. Le faltarían 23. Sin embargo, ese informe también recoge que en el mismo periodo estuvo 201 días de alta en la Seguridad Social. En el régimen especial de trabajadores agrarios es posible dar de alta a un trabajador y que la empresa cotice sólo las jornadas que efectivamente ha trabajado. El problema surge cuando esa posibilidad es utilizada fraudulentamente. José Miguel Tomás, secretario general de la Federación Agroalimentaria de Comisiones Obreras en la Comunidad Valenciana, asegura que es común que algunas empresas de trabajo temporal coticen menos días de los realmente trabajados, aprovechando que pagan menos de lo que establece el convenio colectivo que en teoría deberían cumplir. Así, si un trabajador recoge naranjas durante 20 días de un mes y cobra 600 euros, la empresa cotiza menos días y se ahorra esos pagos a la Seguridad Social. “Como la mayoría son extranjeros, no tienen más remedio que tragar y callar. Les chantajean”, resume Tomás.
Después de trabajar para Ayser Activity ETT, S.L. en diciembre de 2011, Conteh fue nuevamente dado de alta en la Seguridad Social el 1 de enero de 2012, hasta su baja 152 días después, el 31 de mayo. Ayser Activity, S.L. (del 1 de enero al 31 de marzo) y Éxito Labor ETT, S.L. (del 10 de abril al 17 de mayo) aparecen como empleadores, pero no consta ningún día trabajado para ellos. Conteh, que ha denunciado a las empresas ante la inspección de la Seguridad Social, asegura que trabajó recogiendo cajas de naranjas y mandarinas y ha aportado, junto al último recurso ante el TSJA, un cuaderno en el que apuntaba cuántas cajas recogía cada día para luego poder cobrarlas. En ese cuaderno aparecen anotaciones según las cuales habría trabajado de enero a mayo. Días más que suficientes para cumplir el mínimo. “Martes, 24/1/12, 44 cajas naranjas. Miércoles, 25/1/12, 27 cajas mandarinas…”, y sigue.
Conteh dice que les obligaban a firmar nuevos contratos con distintas empresas durante los periodos de trabajo. “Eran los mismos”, asegura. La vinculación entre Ayser Activity S.L. y Ayser Activity ETT es obvia. Éxito Labor dice estar especializada en el sector agrario y alguno de sus directivos ha trabajado con anterioridad en Ayser. Ningún responsable de Éxito Labor o de Ayser Activity ha respondido a los correos electrónicos o a las llamadas de este medio.
Las denuncias de los sindicatos
El relato que hace Conteh encaja con la situación que los sindicatos valencianos vienen denunciando desde hace varios años. A finales de 2013, CCOO publicó un informe sobre la contratación en el sector agroalimentario a través de ETTs. Según José Miguel Tomás, muchas empresas recolectoras y comercializadoras de cítricos contratan ahora a través de ETT. Así evitan gestionar un gran volumen de contratación y reducen trabajadores y representantes sindicales. Las ETTs deben cumplir el mismo convenio que el de la empresa usuaria, pero muchas veces no ocurre así, denuncia Tomás, que explica que algunas pagan entre un 50 y un 60% de lo convenido, y exigen el pago del transporte al lugar de trabajo, por el alquiler de herramientas y, en ocasiones, por los pisos donde se alojan los trabajadores. El diario de Conteh refleja un precio de 0,60 euros por caja recolectada (por convenio la variedad navelina está a 1,20) y restas diarias de cinco euros por “transporte”. Ayser Activity, que ya no es una ETT, vende tijeras para cortar fruta a través de su web.
Según el sindicalista, muchas de estas ETT surgieron al calor del negocio de los cítricos y no sirven para cubrir periodos punta de producción (“cuando tienes que llevar un barco que se va mañana”) sino como forma de contratación de trabajadores habituales. “Y 30 días en un mes no es una circunstancia de la producción, no es una urgencia”.
Conteh se presentó a la cita con una carpeta llena de papeles desordenados. Guarda hasta los recibos de la comunidad de vecinos: “Fui a Valencia a buscar trabajo, porque si no, no te renuevan. Los senegaleses se quejaban de que la empresa no pagaba. Querían denunciar. Me dio pena de que no apuntaran. Ellos te apuntan solo un día. Por eso yo lucho de todas las formas, porque yo trabajo para este papel”. Compromís e Izquierda Plural (que llegó a hablar de situación “generalizada de explotación” y de “tramas”) presentaron sendas iniciativas en el Parlament para que se incrementara el número de inspecciones e, incluso, para que llegaran a prohibirse las empresas de trabajo temporal en el sector agrario. CCOO dice haber denunciado casos de abuso ante la Fiscalía, que no observó indicios de delito: “Hay impunidad total. El caso que me cuentas, multiplícalo por miles”.