Arranca el debate de investidura con la mirada puesta en la segunda votación del jueves

Han transcurrido seis semanas completas desde las elecciones andaluzas. Y este lunes comenzará el debate de investidura con el discurso de la única aspirante a la presidencia de la Junta, Susana Díaz. ¿Ha cambiado algo desde entonces? ¿Todo sigue igual?

Es evidente que algo parece haberse movido en todo este tiempo, si bien es cierto que han sido las dos últimas semanas, especialmente los últimos cuatro días, las jornadas donde más han “cundido” las reuniones. También es verdad que los partidos de la oposición, a falta de algún movimiento sorprendente de aquí al martes, llegan con un claro 'no' a la investidura, vista la falta de acuerdo definitivo y completo con ninguna fuerza, porque todos han querido dejar claro que “no le van a dar un cheque en blanco” a Díaz. Así las cosas (y como estaban dando por supuesto prácticamente desde el principio), la vista está puesta en el próximo jueves, 7 de mayo, esa segunda convocatoria a las 48 horas de la primera en la que la mayoría simple sería suficiente para que los socialistas pudieran formar gobierno.

Cuando se conocieron los resultados de las elecciones, tanto los partidos nuevos que se incorporaban a la Cámara como IU daban por hecho la abstención del Partido Popular en el debate de investidura, con lo que el resto no tendrían que posicionarse. De hecho, Podemos lo usó como argumento de campaña aludiendo a un posible “intercambio” de favores entre el PP y el PSOE, entre Andalucía y el Congreso de la Nación. Sin embargo, la postura del PP ha sido el 'no'.

PP. El 'no' de los populares se ha mantenido prácticamente en todo momento, desde la única reunión que se ha producido entre el PP y el PSOE. La única petición que han formulado los populares fue comprometerse a apoyar a la fuerza más votada en el Parlamento si los socialistas hacían lo propio en las municipales. El PSOE contestó entonces que la propuesta les parecía “un cambalache” y en eso han quedado las conversaciones. El resto han sido contactos en los que unos y otros se han recordado la “responsabilidad” para con los andaluces pero el 'no' de los populares sigue vigente. Pese a todo, aún existe la posibilidad de abstenerse después de las municipales según informaciones relacionadas con el entorno de Rajoy tras la que Cornejo (PSOE) le calificó de “trilero”. En cualquier caso, fuentes del PP andaluz desmienten tal opción.

Podemos. Tres fueron las condiciones presentadas por Podemos a los socialistas para empezar a negociar: la dimisión de Chaves y Griñán y la responsabilidad subsidiaria de los partidos en casos de corrupción; la retirada de las cuentas de la Junta de todos los bancos que desahucien; y la reducción de altos cargos junto a la profesionalización de las categorías de directores generales hacia abajo. Tras concretar que se trataba no de propuestas sino de condiciones sine qua non, los de Teresa Rodríguez han esgrimido un documento en el que detallaban las tres peticiones en todas las reuniones que han mantenido con los socialistas.

No ha habido un mínimo de acercamiento de posturas hasta que, hace unas dos semanas, Griñán anunció su intención de no repetir en el Senado y se dio a conocer que Chaves tampoco iría en las listas para el Congreso. Podemos habla de dimisión “en diferido y a regañadientes” pero ha dado por válida la voluntad de cambio en este sentido. Sin embargo, aún quedan dos cuestiones por solucionar antes de llegar al jueves con una abstención, ya que este fin de semana no se ha alcanzado el consenso deseado. Habrá intercambio de documentos y, aunque los socialistas aseguran que están prácticamente “a un papel del acuerdo”, los negociadores de Podemos se han mostrado inflexibles hasta ahora. De momento, se mantiene el 'no'.

Ciudadanos llega al discurso con un acuerdo anticorrupción con los socialistas bajo el brazo. Después de saldar el escollo de Chaves y Griñán (al principio consideraron que no se había cumplido la dimisión inmediata que pedían pero después han considerado también la voluntad de cambio político), han cerrado un pacto de 22 puntos con el PSOE que abrirán al resto de los partidos y que se firmará el miércoles o el jueves. Las declaraciones de los negociadores han sido más halagüeñas que las de los otros partidos. Si bien no barajan un 'sí', se están intercambiando documentos y esperan medidas que les convenzan en el discurso de Díaz. Si logran pactos puntuales sobre empleo y economía o se ven reflejados en algunas de las propuestas de la presidenta en funciones, cambiarían el sentido de su voto, aseguran, siempre a la abstención. No obstante, sin la suma de la abstención de Podemos, la investidura tampoco llegaría a buen puerto.

IU. La de IU es la postura más clara y las más inamovible, ya que no se ha producido negociación alguna. 'No' será su voto todas las veces que haya que votar. Antonio Maíllo ha lanzado el balón al discurso de la investidura donde afirma que Díaz se enfrenta a un “examen”. Sus cinco diputados no les permiten ser decisivos en las quinielas de voto y el final abrupto de su pacto de gobierno con los socialistas les ha dejado un poso de desconfianza que aún no se ha restablecido y que tiene visos de durar. De hecho, el argumento del 'no' es, dicen, un “no a las políticas de derechas y a la palabrería”.

PSOE. Con este panorama, Susana Díaz se enfrenta a su segundo discurso de investidura, después de que Griñán dimitiese como presidente de la Junta de Andalucía hace algo más de dos años. Hay muchas esperanzas puestas en dicho discurso. Fuentes del PSOE aseguran que va a ser “potente” y con mucho contenido y numerosas propuestas. La propia Susana Díaz afirma que presentará “la mayor batería de medidas anticorrupción” propuesta antes. Durante las negociaciones, las palabras “optimismo” y “diálogo” han salpicado en todo momento sus declaraciones.

Tras el discurso de Susana Díaz habrá que esperar a las reacciones de los partidos de la oposición y ver si les salen las cuentas a los socialistas para forma gobierno en minoría. La respuesta apunta al jueves.

El proceso de investidura

La sesión de investidura comienza este lunes 4 a las 12,00 horas con la lectura por un secretario o a la Resolución del presidente del Parlamento de propuesta de la candidatura. A continuación, Susana Díaz expondrá, sin límite de tiempo, el programa político del Gobierno que pretende formar y solicitará la confianza de la Cámara. Concluida su intervención, el presidente del Parlamento suspenderá la sesión hasta el día siguiente.

Al día siguiente, el martes 5, se reanudará la sesión a las 10,00 horas con la intervención de los grupos parlamentarios, de menor a mayor, durante un turno de 30 minutos.

Según marca el Reglamento del Parlamento, la candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía deberá contestar individualmente a cada interviniente, quien tendrá derecho a réplica por diez minutos. En cualquier caso, la candidata propuesta podrá hacer uso de la palabra cuantas veces lo solicite, y ella siempre cerrará el debate.

Después, el presidente de la Cámara, Juan Pablo Durán, en atención al desarrollo del debate, fijará con suficiente antelación la hora en que se llevará a efecto la votación, la cual será pública por llamamiento. El llamamiento, de acuerdo con lo establecido en el citado precepto reglamentario, se realizará por orden alfabético del primer apellido, comenzando por el diputado cuyo nombre sea sacado a suerte, votando al final los miembros del Consejo de Gobierno que sean diputados y los miembros de la Mesa del Parlamento.

Susana Díaz será investida presidenta de la Junta si el martes consigue en la votación mayoría absoluta. Si no es así, se volverá convocar una nueva sesión, transcurridas 48 horas (que se empezarán a contabilizar una vez finalizado el pleno el martes) para que se produzca una nueva votación, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviera mayoría simple en la segunda o sucesivas votaciones.