Un árbol de Navidad de productos riojanos para impulsar su consumo en estas fiestas
Arag-Asaja lleva la esencia de la Navidad del campo a las calles de la capital riojana, Logroño. La organización agraria ha organizado un evento de promoción de alimentos riojanos con el objetivo de concienciar a los consumidores “de la importancia de elegir y comprar productos elaborados por los agricultores y ganaderos de la región todos los días, pero más si cabe, durante las próximas fiestas navideñas”.
La organización profesional agraria ha colocado un árbol de navidad agrario, hecho con fardos de paja, en el que se ha colocado una representación de productos riojanos. Las personas que se acerquen obtendrán varios obsequios: 'manzanas de la concordia' cultivadas en La Rioja e imanes con un menú navideño elaborado con alimentos riojanos y diseñado por reconocidos cocineros de La Rioja.
Así, quieren recordar a toda la sociedad riojana que “consumir alimentos riojanos es una garantía de calidad, de salud y de respeto al medio ambiente” y que “al comprar productos de nuestra región se está apoyando a nuestro sector agrario, a nuestra forma de agricultura y ganadería: familiar, generadora de valor y empleo y al mantenimiento de nuestros pueblos”.
Los niños que se han acerquen al evento han podido pintar en un gran mural que representa nuestro sector agrario y ganadero y se han expuesto las postales navideñas de los niños que han participado en nuestro Concurso de Dibujo Infantil La Navidad del Campo.
En declaraciones a los medios de comunicación, el vocal de la Ejecutica José Luis Martínez ha dicho preferir poner en su mesa: “Un producto que le de una garantía a mi familia y que tenga unos seguimientos con unos cuadernos de campo y una trazabilidad que en pocos sitios la puedes conseguir”.
Martínez se ha detenido en la seguridad alimentaria para constatar cómo, en esta comunidad, hay un “seguimiento y una trazabilidad” que se comprueba en el Cuaderno de Campo. “La gente que comeis producto riojano podéis abrir un bote de pimientos, podeis coger una manzana de ahí y morderla, podeis coger una acelga del campo y comerla, no va a pasar absolutamente nada”, ha relatado.
El producto que viene de fuera, en cambio, “tiene que cruzar a lo mejor un océano, un mar, tendrá que llevar unos tratamientos para que se conserve” y luego cabe preguntarse “cómo se ha criado, quién lo ha trabajado, qué seguridad ha tenido la gente que lo ha trabajado, qué productos se han tratado”.
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