Lo ocurrido en la asamblea de IU en Jaén capital es “algo excepcional”. Lo sucedido a comienzos de año en Córdoba (dimisiones del coordinador local y su grupo de confianza incluidas), un “caso particular”. De cualquier forma, “no hay ninguna crisis”. La salida de militantes de la CUT a finales de 2014 simplemente es la de un grupo “que no tiene mucha fuerza”.
Esos son los mensajes oficiales de tranquilidad que desde distintos flancos de la dirección autonómica de Izquierda Unida se lanzan en el umbral de las municipales y con los malos resultados de las elecciones andaluzas de marzo aun palpitando en el interior de la coalición.los malos resultados de las elecciones andaluzas de marzo Mensajes de tranquilidad y unidad, de apoyo y fortaleza de Antonio Maíllo. Y sin entrar en la lectura general: todos esos desencuentros tienen la base la emergencia de los nuevos movimientos de izquierda y de unidad popular.
El hundimiento en las autonómicas, en otro momento, habría tenido una lectura lógica: la de la formación pequeña que se ve fagocitada por la fuerza mayoritaria de su socio de gobierno. Sin embargo, en el actual contexto, los líderes de IU-CA consultados apelan a la “volatilidad del voto”. Desde la perspectiva de que sus votos no han ido a parar manos socialistas. Ese 'no se sabe que van a hacer los ciudadanos', en IU-CA es el argumento que esgrimen para sostenerse sobre la teoría de que el vendaval de unidad ciudadana no los arrollará.
Sin embargo, en los últimos meses, el proceso de convergencia con otras fuerzas políticas se ha llevado algunos bastiones importantes. El caso “excepcional” de Jaén se ha zanjado esta semana con el abandono masivo de militantes, siguiendo los pasos de los 10 miembros que cesaron de modo instantáneo al aparecer en la agrupación de electores 'Jaén en Común' (JeC). La dirección provincial de IU ha cifrado en 30 las bajas y casi ha puesto puente de plata a “militantes que llevan años desafiando a las direcciones federal, andaluza y provincial”. Entre ellos, tres exportavoces municipales. El actual portavoz es el número 5 de Jaén en Común. Una fuga de afiliados que la dirección provincial valora porque cierra el enfrentamiento que ha mantenido con la asamblea local durante más de una década. Ahora recupera las riendas.
Dificultades que frenaron la confluencia
Córdoba ha vivido un proceso similar aunque las dificultades frenaron la confluencia, la renuncia del coordinador provincial y su equipo de confianza en enero pasado ha dejado una organización debilitada ante la convocatoria electoral. No han renunciado a la militancia ni se han integrado en otras candidaturas pero, a título personal, acuden a actos convocados por otras fuerzas de izquierda. En el germen de estas desavenencias está el Frente Cívico, auspiciado por Julio Anguita, que ha aglutinado en torno a sí a dirigentes emblemáticos en algunas asambleas locales de IU-CA y ha estado en el origen de los proyectos ciudadanos de convergencia.
Sin embargo, para Antonio Valero, secretario de organización de la coalición en Andalucía, esas “diferencias políticas” dentro de la organización no son significativas. Ni hacen aflorar resentimientos internos. De hecho, apela a que ha sido posible el consenso con otras formaciones en ciudades como Málaga o Cádiz para presentar una forma política en la que convergen fuerzas de izquierda, con una coletilla compartida que les mantenga abiertas las puertas a la representación en la Diputación Provincial. En esto coincide con el portavoz parlamentario. Jose Antonio Castro, que apela a los acuerdos alcanzados en Málaga para concurrir en la coalición Alterrnativa Socialista.
Las dificultades surgidas durante los proyectos de convergencia de los partidos de izquierda durante los últimos meses suponen, para los dirigentes de IU, parte de la lógica negociadora. No temen que esas cuestiones -que se han trasladado a la ciudadanía en forma de largos procesos, a menudo infructuosos- repercutan en el electorado.
La volatilidad del voto
Apelan así a la “volatilidad del voto”, de la que tanto se habla, para señalar una posible caída, aunque no creen que vaya a ser tan estrepitosa como en las autonómicas porque “el terreno de las municipales es más propicio para valorar a la gente que ha estado dando el callo”. Es decir que aspiran a consolidar las más de 80 alcaldías que obtuvieron en 2011, el año en que el 15M tomó las calles en plena campaña. En esa convocatoria IU aumentó en 15.000 el número de votos en Andalucía, con relación a 2007, a pesar de que porcentualmente bajó 4 décimas y perdió algunos concejales en el cómputo global.
Este año, algunas encuestas les vaticinan entre un 9 y 10% de los votos, según Castro, lo que supone una caída de 2 a 3 puntos, pero una recuperación de 2 a 4 si la comparativa se establece con las autonómicas del pasado mes de marzo. En cualquier caso, los dirigentes de la formación niegan que sus votos se fugen, como algunos militantes, hacia los nuevos movimientos de unidad popular. Insisten en una máxima que en los últimos días, en Jaén, los dirigentes de IU repiten machaconamente: Izquierda Unida representa “la pluralidad de la izquierda”. Un argumento parecido al que usan los militantes que han buscado esa pluralidad otros colectivos.