La actividad diaria del Hospital Universitario de Jaén (HUJ), que da cobertura a una población de más de 600.000 personas a nivel provincial, se gestiona desde Sevilla. Esa es la denuncia que hace la Junta de Personal de este centro hospitalario después de que, a finales de noviembre, se cesara al gerente, Javier de la Rosa, y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) aún no haya nombrado un sustituto definitivo. Si bien desde Salud argumentan que no hay vacío de poder porque sí hay un directivo a cargo del hospital, lo cierto es que la plantilla desmiente ese extremo.
El origen de este conflicto data del pasado 28 de noviembre. Aquel día, el SAS anunció la destitución de Javier de la Rosa como gerente y máxima autoridad del Hospital Universitario de Jaén. Ya entonces, fuentes oficiales aseguraban que, mientras se elegía a su sustituto, la dirección recaería en Carmen Merino, hasta esa fecha directora económica del centro hospitalario. Un nombramiento que, según afirman desde la Junta de Personal, no ha cubierto las necesidades de gestión del hospital porque, aseguran, la gerencia se lleva de facto desde Sevilla.
Por ello, han remitido una carta a la consejera de Salud, Catalina García, a la que ha tenido acceso este medio, en la que solicitan a la máxima responsable sanitaria de Andalucía que resuelva el vacío de poder que hay en el Hospital Universitario de Jaén. Hablan de “malestar” por una situación en la que se encuentran desde que hace casi un mes el anterior gerente fuera cesado. Pese a que el SAS anunció en un comunicado que Carmen Merino sería la sustituta temporal en la gerencia, la Junta de Personal mantiene otro argumento.
“El pasado 30 de noviembre se nos informa que el director general de Asistencia Sanitaria del SAS, Luis Martínez Hervás, será quien asuma la dirección del centro hasta que se nombre el nuevo director gerente”, indican en la misiva desde una Junta de Personal que está compuesta por 27 profesionales de diferentes categorías. “Entendemos que tener a más de 246 kilómetros al máximo responsable de un centro sanitario de primer nivel, referente para toda una provincia, con más de 3.300 trabajadores, que atiende a una población de alrededor de 113.457 en la ciudad de Jaén y 632.027 a nivel provincial es, además de inédito de este centro, cuanto menos atrevido e irresponsable”.
Sostienen que esta situación es especialmente preocupante en estos momentos porque Andalucía atraviesa un repunte de bronquiolitis y es además el mayor momento de demanda asistencial del año por el periodo de alta frecuentación que tiene lugar entre el otoño y el invierno por el incremento de los virus respiratorios. De hecho, recuerdan que el propio SAS ha constituido una comisión responsable de velar por las políticas en materia de alta frecuentación que señala explícitamente que es “fundamental” la implicación de las respectivas gerencias para poder desarrollar bien la atención al ciudadano.
Sensación de “ninguneo”
“Creemos que los trabajadores y profesionales del HUJ no se merecen este trato”, continúan en la carta remitida a Catalina García. Desde su punto de vista, se está “ninguneando” a la población de Jaén y afirman que se está volviendo a poner de manifiesto la “irrelevancia” que tiene para la administración esta provincia. “No le quepa duda desde esta Junta de Personal dicha ciudadanía será plenamente informada de la improvisación con que una gerencia de todo un hospital referente del SAS se descabeza”. Para estos profesionales es “inadmisible” que esté ocurriendo y piden que se solucione.
No en vano, fuentes de la Junta de Personal explican a este medio que si bien Carmen Merino es la persona a la que el SAS ha ubicado como gerente, lo cierto es que procede de “labores administrativas” y no es una facultativa que pueda conocer y entender las necesidades del personal. Además, explican que no está ejerciendo la función de máxima responsable porque ese extremo parece estar delegado en Sevilla. “Hay profesionales que quieren dimitir y no pueden hacerlo porque no hay ningún gerente con el que puedan hablar”. Las mismas fuentes temen que este vacío de poder se “eternice” y no haya dirección a corto plazo.
Por su parte, fuentes oficiales de la Consejería de Salud argumentan que la gerencia está en manos de Carmen Merino y no de alguien que esté ubicado en Sevilla. En todo caso, en respuesta a las dudas de la Junta de Personal, dicen que “el proceso de selección y nombramientos está reglado y no se resuelve de un día a otro”. Sobre Merino afirman que es una “profesional que conoce perfectamente el funcionamiento del mismo, por lo que no hay ni problemas organizativos ni asistenciales”. Algo que no acaba de convencer a la Junta de Personal que presiona para que haya un gerente cuanto antes que esté designado de forma definitiva.