“Dios quiso que el flamenco nos diese a Paco de Lucía y a Camarón”. Con estas palabras define el productor musical Jesús Bola (Sevilla, 1960) al guitarrista algecireño que ha fallecido este miércoles en México. Aunque los dos compartieron miles de horas de estudio y espectáculos en directo, Bola asegura que “nuestra amistad iba más allá del trabajo, porque él era una persona que tenía un aura especial, que irradiaba algo a todo el mundo cada vez que entraba en una habitación”.
Para el productor sevillano, que se mantiene en contacto con la familia del guitarrista desde que conoció la noticia, se ha ido “uno de los más grandes revolucionarios de la música, alguien admirado por todo el mundo”. Incluso, ha mencionado que el propio Ministro de Cultura, José Ignacio Wert, haya destacado la importancia de la figura de Paco de Lucía.
Ante la llamada de eldiario.es/andalucia, Jesús Bola ha recordado cómo fue el primer contacto que tuvo con el guitarrista algecireño, una primera cita en la que el nexo fue, precisamente, Camarón de la Isla.
Y es que en 1989 orquestó y dirigió a la Royal Philarmonic Orchestra con Camarón de la Isla en “Soy Gitano”, donde se incluyen obras como “Nana del Caballo Grande”, requerida por otras orquestas del mundo para interpretarla. Ahí estaba la guitarra de Paco de Lucía, aunque la relación personal y musical de ambos no quedó ahí, ya que después participó en otros trabajos con ambos artistas como 'Potro, raya y miel'.
Un contacto inicial, con Camarón como testigo, que fue el primero de otros muchos, que permitieron que se fraguara una amistad y una relación de confianza que llevó a De Lucía a pedirle que concluyera la producción de su disco 'Live in América' en 1993.
Desde entonces, “lo mismo grabábamos un disco que nos comíamos un pescado que él mismo había cogido, porque le encantaba la pesca y cocinar, ”y además de estar mucho tiempo con él en un estudio también estuve muchas veces en su casa con su familia“.
Por eso, confiesa que le cuesta mucho trabajo, a la hora de valorar la figura del artista “separar mi relación personal con él con la laboral, porque siempre se me viene a la mente que tenía un aura personal similar a la de Camarón, y puedo decir sin temor a equivocarme que lo mejor que le ha podido pasar al flamenco es que naciesen un día Camarón y Paco de Lucía, dos seres irrepetibles”.
“Un revolucionario que le dio la vuelta a la música”
“Era uno de los grandes revolucionarios de la música a la que supo darle la vuelta y dotarla del aire nuevo que necesitaba”, recuerda el productor , que tiene a Paco de Lucía como uno de sus grandes referentes a pesar de que ha dirigido a la Royal Philarmonic en 17 ocasiones, a la Orquesta Sinfónica Checa, Orquesta Nacional de España, Orquesta Sinfónica de Miami, Orquesta de Cámara del Conservatorio Superior de Música de Sevilla, Orquesta Manuel de Falla (Cádiz), London Symphony, Orquesta Real de Rabat y Orquesta Sinfónica de Bratislava.
Como Ingeniero de Sonido ha realizado trabajos, además de con el algecireño, con Raimundo Amador, Pepe de Lucía, Matt Bianco, Hilario Camacho, Ecos del Rocío, Joaquín Cortés, Royal Philarmonic Orchestra, Flamenco de Saura y Pepe de Lucía, con el que obtuvo un Grammy. Pero nada, asegura, era como ponerse a hacer un disco con Paco de Lucía.
Entre otras cosas, porque entiende que hay que agradecerle el hecho de que, a través de las cuerdas de su guitarra, “llevará el flamenco a todos los rincones del mundo” contribuyendo “como nadie” a su difusión.
Como ejemplo de la repercusión que ha tenido la noticia del fallecimiento, ha señalado que “he recibido un correo desde Bratislava, de una persona que, directamente, me decía que lo sentía mucho, que le había afectado personalmente la noticia, y esto nos da una idea de la repercusión mundial que ha tenido su muerte, porque se ha perdido a un gran artista, pero sobre todo a una persona excepcional”.
Como anécdota, se ha referido a la fotografía que ilustra esta reseña, “que nos hicimos precisamente en Cancún –donde ha fallecido-, un día del año 2000 en el que tuve la valentía de coger una guitarra al lado de él. Desde luego, para eso, había que ser valiente”.