La falta de personal que sufre la atención primaria de Andalucía ha llevado al Ejecutivo regional a plantear una nueva medida. A partir del pasado 1 de enero, los médicos de familia pueden trabajar 12 horas al día si quieren participar en el programa voluntario que ha puesto en marcha la Junta de Andalucía. Este plan consiste en que los sanitarios puedan atender a más pacientes por jornada y hacer hasta cinco horas más al día para evitar que la de personal siga colapsando los centros de salud andaluces.
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) reconoce que implanta esta medida por no tener médicos suficientes que puedan atender a toda la ciudadanía. Como la sexta ola de la COVID-19 está provocando numerosos contagios al día, muchos pacientes acaban acudiendo a su ambulatorio para hacerse una prueba PCR o para cursar la baja laboral ante su médico si esta sale positiva (aunque existe un método telemático impulsado a través de la aplicación de Salud Responde) y al mismo tiempo está también afectando al personal sanitario que en solo un mes ha duplicado el número de contagios y por lo tanto están causando bajas temporales en todas las especialidades de la sanidad pública. Sin plantilla suficiente, el SAS ha tenido que recurrir a esta actuación para ampliar el horario de los médicos.
La propuesta que hace Salud a los médicos es que puedan trabajar hasta un máximo de 12 horas diarias (con dos descansos de media hora), cobrando 214,65 euros por las 5 horas extra que harían hasta un máximo de 2.000 euros al mes. Es decir, si trabajan más de nueve días en esta modalidad, estarían trabajando gratis el tiempo de más que pasan en su consulta. Sin embargo, como la lista de pacientes a los que tienen que atender cada día supera en muchos casos los 70, hay médicos de familia que trabajan más tiempo del que les abonan con tal de no seguir acumulando retrasos asistenciales y una sobrecarga de pacientes que es inasumible de manera habitual, según reconocen fuentes sanitarias consultadas por elDiario.es Andalucía.
“La experiencia acumulada, y la creciente dificultad para la cobertura normalizada por la falta de profesionales médicos con disponibilidad en las Bolsas de contratación del SAS para cubrir necesidades asistenciales derivadas del incremento de la demanda o de ausencias, en periodos vacacionales masivos o situaciones de incapacidad aconsejan una actualización de estas”, dice Salud para justificar la medida. Este programa podrán aplicarlo los centros de salud “cuando la demora media para consultas de demanda clínica y telefónica, de la categoría de Medicina Familiar y Comunitaria se sitúe por encima del objetivo establecido, y no sea factible la cobertura normalizada”. Los médicos que participen tendrán que atender a 36 pacientes, 20 de ellos a través del teléfono y 16 de manera presencial, teniendo 6 minutos para los primeros y 8 para los segundos. Según los sindicatos, esta organización hace que los sanitarios tengan que trabajar durante 12 horas seguidas, con solo dos descansos.
Solución “indignante”
Blanca Cáceres, que trabaja como médico de familia en la sanidad andaluza, lamenta esta decisión del SAS porque dice que profesionales como ella acumulan “mucho estrés” con días en los que tienen que ver a más de 65 pacientes. “Me parece indignante que esa sea la solución que den”. Entiende que lo que hay que hacer es contratar “a más personal” y que las bajas por COVID-19, que tienen que gestionar los médicos cuando los ciudadanos las solicitan, “las gestionen directamente las empresas o Inspección de Trabajo” para aligerar su sobrecarga de tareas. “Hay que hacer educación sanitaria porque no todo tiene que pasar por la medicina”.
La propuesta del SAS no es pionera en nuestro país y contrasta con lo que se hace en otras regiones también gobernadas por el Partido Popular. En Castilla y León, por ejemplo, para paliar la falta de efectivos, los médicos pueden hacer horas extraordinarias también por las tardes. En su caso, harán como máximo 4 horas y cobrarán 100 euros más que en Andalucía, sin que la norma haya fijado una cantidad máxima que no puedan superar. Además, si aceptan este horario especial podrán reducir su jornada matutina para no sobrepasar en ningún caso las 48 horas semanales de trabajo. Juanma Rodríguez, también médico de cabecera en el SAS, entiende en ese sentido que la Junta ha vuelto a fracasar en su gestión.
“La administración sigue improvisando”. Aunque admite que está “bien” que se abonen las horas extraordinarias, recuerda que hasta este momento se han hecho “gratis” con profesionales “saliendo a las 16.00 o 17.00 horas porque no dan abasto cuando el horario es hasta las 15.00”. “Lo único que han pagado ha sido guardias, en atención primaria no hemos cobrado continuidad asistencial hasta ahora mientras que sí se cobra en hospital”. Médicos como Rodríguez definen como un “parche” esta solución temporal porque lo que se precisa son “más contratos con buenas condiciones laborales”. “Contratos mínimo de un año, ofertas de empleo público cada 2 años con preguntas adaptadas a la categoría, sueldo digno, carrera profesional para todos, agendas de 25 pacientes al día con un mínimo de 10 minutos por paciente y cupos de un máximo de 1.500 pacientes. Estas son recomendaciones internacionales de atención primaria”.
Medida “totalmente irregular”
Sindicatos como CCOO o UGT vuelven a cargar las tintas contra la gestión de la Consejería de Salud de Jesús Aguirre. Antonio Macías, portavoz de UGT, define esta medida como la implantación de “peonadas” para los sanitarios. “Son una nueva discriminación de este colectivo con los profesionales de atención hospitalaria, además de que empeora las condiciones, ya de por sí lamentables, en las que trabajan”. Por su parte, José-Pelayo Galindo, de CCOO, considera que la forma que ha tenido el SAS de implementar estos horarios extra ha sido “totalmente irregular” porque se enviaron las instrucciones en plenas vacaciones y sin contar con la mesa sectorial. “Tienen la obligación de negociarlo con los sindicatos porque así lo dice la legislación”.
“Además, la propuesta incide en el sobretrabajo que tienen los médicos de familia lo que afecta en su estado anímico y en su salud laboral”. Desde CCOO no creen que esta pueda ser una buena solución. “Esto va a mitigar algo el problema, pero afecta al descanso de los trabajadores más aún si se tiene en cuenta que venimos de un periodo en el que se han retrasado las vacaciones de los sanitarios”. Un panorama que es aún más desalentador porque el déficit de profesionales está aumentando la tensión en los hospitales y ambulatorios que está teniendo como consecuencia un aumento de las agresiones contra médicos, enfermeros y administrativos del SAS.
Por otro lado, Victorino Girela de CSIF aporta una visión complementaria: “Nos parece mal y criticamos que no se hubieran pactado, negociado ni siquiera informado en Mesa Sectorial las instrucciones que recogen extensión de jornada para médicos y enfermeros (peonadas) o el rescate de jubilados. Pero sí que defendemos que el personal médico y de enfermería que realice trabajo por las tardes, extendiendo su jornada habitual, sea adecuadamente retribuido y no como estaba ocurriendo hasta ahora”.