El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.
El cangrejo azul come de todo, pero le encanta el 'pescaíto' y los moluscos del Guadalquivir
En el contexto social humano, el término invasor ha llevado intrínseca la intención del invasor de invadir desde los principios de la civilización humana. Según la RAE, el término invadir significa “acometer, o entrar por fuerza en algún territorio o fortaleza, o apoderarse de ello”. Sin embargo, cuando trasladamos el concepto de invasión al ámbito científico, su significado no sugiere que la especie invasora sea consciente de su invasión y la tenga por objetivo. El término “especie invasora” en ecología se refiere a una característica biológica de una especie concreta.
Para que una invasión biológica suceda tienen que darse varios eventos previos fundamentales. En primer lugar, la especie en cuestión debe ser transportada fuera de su rango de origen e introducida en una nueva área. Esto ocurre en casi la totalidad de los casos y/o es facilitado por la especie humana de forma intencionada o accidental. En este punto la especie sería introducida o exótica.
Es una vez completado este primer paso cuando entra en juego la característica biológica de invasión. No todas las especies introducidas/exóticas llegan a invadir un ecosistema, debido a que algunas especies son más exigentes en su nicho ambiental y en el uso de los recursos que otras.
Para que una especie introducida pase a ser invasora tiene que crecer en número y expandir su distribución geográfica con facilidad, pudiendo llegar a ejercer efectos negativos en las especies nativas del lugar por depredación directa o al quitarle su espacio y sus recursos.
Algunas de las características biológicas que permiten esto son: una dieta omnívora y variable, tolerancia a contaminantes, alta fecundidad (número de huevos), ciclo de vida corto, tolerancia a rangos amplios de variables ambientales (como la salinidad y temperatura), comportamiento agresivo…
Desde su llegada al Golfo de Cádiz, este cangrejo ha generado mucha polémica y malestar entre los pescadores y la sociedad ya que por ejemplo se vieron disminuciones importantes en la pesca del langostino tigre
Un ejemplo claro de especie invasora en la actualidad es el cangrejo invasor Callinectes sapidus, originario de la costa este del continente americano, que fue citado por primera vez en Europa en 1901. Se cree que la especie llegó a Europa en las aguas de lastre de los barcos. Las larvas de cangrejo azul miden milímetros y pueden aguantar suficientemente en el agua.
En 1930 el cangrejo azul se estableció de manera extensiva en el Mediterráneo, donde se ha utilizado como recurso económico en esas zonas desde entonces, pero en los últimos años, se ha observado un aumento en su distribución espacial y fue citado por primera vez en el estuario del Guadalquivir en 2017.
Desde su llegada al Golfo de Cádiz, este cangrejo ha generado mucha polémica y malestar entre los pescadores y la sociedad ya que por ejemplo se vieron disminuciones importantes en la pesca del langostino tigre (Penaeus kerahturus), en el año 2021 y 2022, desembarcándose aproximadamente la mitad de los kilos capturados en 2020 (IDAPES, 2024).
La pérdida económica generada por la disminución de este preciado recurso en la zona aumentó la necesidad de estudiar si esta especie se había convertido en un componente principal de la dieta del cangrejo azul.
Ahora los resultados de este estudio que analizan la dieta del cangrejo azul, en el marco del proyecto “El cangrejo invasor Callinectes sapidus en el golfo de Cádiz. Distribución, impacto en las comunidades nativas y estrategias de gestión”, coordinado por investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC) describen la dieta de esta especie exótica invasora en el golfo de Cádiz, y sus efectos potenciales en la fauna nativa y en el ecosistema.
Además de poner en marcha planes de gestión y control de una especie invasora, es necesario concienciar y aplicar medidas eficientes en la prevención de la introducción de estas especies antes de que se de la invasión
Tras analizar los contenidos estomacales de más de 150 cangrejos azules adultos, el estudio destaca que el cangrejo azul tiene una dieta muy variada en el estuario del Guadalquivir y que el cangrejo azul se alimenta sobre todo de peces, moluscos y cangrejos, y en menor medida de langostinos, cefalópodos, vegetales, gusanas, tal y como ocurre en las zonas de origen de este cangrejo.
Estos resultados indican que este cangrejo ejerce una función ecológica y un impacto amplio dentro del ecosistema invadido, al alimentarse de diversos tipos de presas dentro de la comunidad biológica, lo que confirma su carácter omnívoro y oportunista.
Por otro lado, el cangrejo azul en el estuario del Guadalquivir tiene una dieta similar a la de su área nativa, sugiriendo una gran adaptabilidad a esta área invadida del océano Atlántico.
El cangrejo azul invasor puede ser por tanto una amenaza para las comunidades acuáticas nativas del entorno del golfo de Cádiz, con un gran impacto en comunidades de peces y moluscos, a los que esta especie esta adaptada en su estadio más adulto.
Aunque el cangrejo azul pueda parecer un invasor tal y como los de las películas o las guerras, con carácter agresivo y fuerte y un comportamiento depredador, estas son solo las características que le han permitido sobrevivir en su entorno evolutivo.
El cangrejo azul en ningún momento ha elegido estar en el Golfo de Cádiz, pero si tiene que sobrevivir va a utilizar los recursos que el medio en el que se encuentre le ofrezca.
Es por ello por lo que además de poner en marcha planes de gestión y control de una especie invasora, es necesario concienciar y aplicar medidas eficientes en la prevención de la introducción de estas especies antes de que se de la invasión.
Aunque las especies invasoras pueden dañar gravemente a otras especies, estas especies invasoras no tienen la culpa o responsabilidad de tener como condición vital sobrevivir en el entorno natural en el que nacen.
En el contexto social humano, el término invasor ha llevado intrínseca la intención del invasor de invadir desde los principios de la civilización humana. Según la RAE, el término invadir significa “acometer, o entrar por fuerza en algún territorio o fortaleza, o apoderarse de ello”. Sin embargo, cuando trasladamos el concepto de invasión al ámbito científico, su significado no sugiere que la especie invasora sea consciente de su invasión y la tenga por objetivo. El término “especie invasora” en ecología se refiere a una característica biológica de una especie concreta.
Para que una invasión biológica suceda tienen que darse varios eventos previos fundamentales. En primer lugar, la especie en cuestión debe ser transportada fuera de su rango de origen e introducida en una nueva área. Esto ocurre en casi la totalidad de los casos y/o es facilitado por la especie humana de forma intencionada o accidental. En este punto la especie sería introducida o exótica.