El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.
¿Por qué la muleta de los toreros es roja?
Existe la creencia de que la muleta del torero es de color rojo porque provoca de forma más efectiva al toro. Nada más lejos de la realidad, posiblemente, una capa verde o azul produciría el mismo efecto. En realidad, el toro ataca al detectar el movimiento de la capa. El color rojo ha sido usado tradicionalmente porque sirve para ocultar las manchas y es vistoso para el público.
Los conos son las células de la retina encargadas de detectar el color. La mayoría de los mamíferos tienen visión dicromática, es decir, dos tipos de conos optimizados para detectar dos colores distintos. Los humanos tenemos visión tricromática: nuestra retina tiene tres tipos distintos de conos centrados a longitudes de onda que, aproximadamente, corresponden con el color azul, el verde y el rojo. Combinando sus salidas, podemos percibir las distintas tonalidades de color.
Si estudiamos la detección del color en los animales, vemos que su percepción del entorno puede ser muy distinta a la nuestra. La mayoría de los mamíferos son dicromáticos. Sin embargo, las aves y reptiles suelen tener visión tetracromática, y, algunos anfibios y peces tienen hasta seis tipos de conos distintos. Los humanos y los primates más evolucionados tenemos visión tricromática, a diferencia del resto de mamíferos (incluyendo al pobre toro).
Cabe preguntarse por qué ciertas aves y reptiles han llegado a tener un sistema visual mucho más desarrollado y complejo que el nuestro. La explicación no es sencilla. Pero la mayoría de científicos coinciden en que los mamíferos provenimos de pequeños animales nocturnos y terrestres que desarrollaron durante la época de los dinosaurios. Estos mamíferos vivían en el suelo de zonas boscosas, no siendo la percepción del color vital para su supervivencia. Por ello, su sistema visual evolucionó más tardíamente que el de otros animales y aves.
Ante esta excitante perspectiva sobre la visión en color, cabe preguntarse si las cámaras que usamos podrían tener visión tetracromática o superior. Las cámaras convencionales tratan, lógicamente, de emular fidedignamente nuestra percepción tricromática del mundo. Para ello, usan tres filtros de color que emulan los distintos tipos de conos de la retina humana. Sin embargo, su capacidad de detección va más allá que el ojo humano, pudiendo detectar radiación en el infrarrojo cercano y en la banda ultravioleta.
En el Instituto de Microelectrónica de Sevilla, tradicionalmente se han fabricado e implementado sistemas de visión capaces de detectar color. Un planteamiento lógico es extender las bandas de operación en color de los sensores más allá de la visión tricromática. Ello nos permitiría obtener información adicional sobre el mundo que nos rodea. Algunos investigadores vinculados con la Institución han usado cámaras convencionales operando en la banda del infrarrojo cercano. Ello posibilita, por ejemplo, detectar de forma más eficiente la energía de llamas y fuego. En paralelo, el hecho de implementar sistemas de visión tetracromáticos o superiores, nos ayudaría a entender mejor cómo perciben el mundo algunos seres que nos rodean, con un sistema visual increíblemente mucho más evolucionado y complejo que el nuestro.
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El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.
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