'Salto del Eje': jóvenes de entornos vulnerables cuentan sus realidades cámara en mano
La 19 ª edición del Festival de Cine Africano de Tarifa (FCAT) será recordada, entre otras cosas, por un proyecto que pretende transformar la realidad de su comarca, el Campo de Gibraltar, a través del cine. Y que además promete extenderse a otras zonas, demostrando que la vieja fábrica de sueños puede ser también una eficaz palanca de cambio social. El proyecto se llama Salto del Eje, y se presenta como una escuela de cine impulsada por el Alto Comisionado Contra la Pobreza Infantil en institutos de Algeciras y San Roque.
Para la directora del FCAT, Mane Cisneros, este programa de orientación y formación para adolescentes que viven en entornos vulnerables tiene como primer objetivo “dotar a estos chicos y chicas de una herramienta que les permita contarse a sí mismos y modificar los estereotipos que les rodean”, explica.
Los chicos y las chicas participantes, de múltiples nacionalidades y sin ningún acercamiento previo al hecho cinematográfico, han sido seleccionados por la Fundación Márgenes y Vínculos y la coordinadora Alternativas en zonas tradicionalmente deprimidas como El Saladillo y Puente Mayorga, han sido formados por un equipo de profesionales del audiovisual “y se les ha dado una libertad absoluta para escoger los temas sobre los que querían rodar”, agrega Cisneros. “Lo interesante es que no han abordado ninguno de los temas que habíamos previsto. Se trataba de desmontar estereotipos, y nos dimos cuenta de que nosotros mismos estábamos abordando el proyecto llenos de estereotipos”.
Cambiar la mirada
“Decimos que a la gente joven no le gusta el buen cine, y nos han dado toda una lección de fuerza y de frescura”, prosigue la directora. “Hemos entendido que la gente solo necesita oportunidades. Se las hemos dado y las han aprovechado”. En total, han sido más de cien personas las que se han implicado durante mes y medio en este Salto de Eje, y cuyos resultados, materializados en sendos cortometrajes, van a trascender las fronteras comarcales: gracias a la colaboración de Pantalla, van a verse en los más de 170 festivales que forman parte de esta federación.
¿Y cuáles son los temas elegidos por estos cineastas noveles? El del corto titulado En búsqueda es la sexualidad, narrada a través de un grupo de estudiantes que se reúne en la playa para jugar al Nunca-nunca. A través del juego, cada uno va desvelando sus inclinaciones amorosas y compartiendo las dificultades que encuentran para expresarlas libremente. Dairon Meléndez, uno de los jóvenes filmados, cuenta que plantearon la historia aportando ideas entre una docena de compañeros. “No me esperaba que fuera así, ha sido una experiencia inolvidable. El resultado tiene mucha calidad, tanto de audio como de imagen, no tiene nada que ver con grabar algo con el móvil. Pero lo mejor es que hemos podido contar la historia que queríamos, y dejar una moraleja al final: qué más da lo que seas, si te sientes cómodo contigo mismo”.
Ahora, Dairon no quiere hacer otra cosa: “Me gustaría seguir como actor, empecé muy nervioso por si fallaba, y al final me he sentido muy cómodo”, dice este fan de los Spiderman de Tom Holland y de las versiones cinematográficas de Marvel en general. “Además, me ha cambiado la forma de ver el cine. Antes me gustaban las películas, pero sin fijarme detalladamente. Ahora veo los planos, cómo se dirige a los actores, muchas cosas que me pasaban desapercibidas”.
Una oportunidad única
A su lado, Dina Lassouli, una de las protagonistas del otro corto, Lo que somos, asiente. “Mi madre tiene una amiga que le habló del proyecto y le dijo que podía ser interesante. Ha sido mucho más de lo que imaginábamos, no me esperaba para nada que hacer cine sería así”. El tema de Lo que somos es el instituto en que estudian –con sus mil y una historias– que cobra voz a través de todo un veterano de la interpretación como Pedro Casablanc.
La jefa de estudios de estos alumnos, Ana Benítez Zambrano, tampoco imaginaba al principio que formar parte de Salto del Eje pudiera ser tan enriquecedor. “Se lo ofrecí a alumnos mayores de 14 años y con todas las asignaturas aprobadas, para que interfiriera lo menos posible en sus estudios. Por suerte, pudieron entrar todos los que se apuntaron, y puedo asegurar que son todos maravillosos. Sabían que había que ser responsable, porque podía ser una oportunidad única en la vida, y la han aprovechado”.
La intención de los impulsores de Salto del Eje es ahora exportarlo más allá del Campo de Gibraltar. Para ello, se ha firmado un acuerdo con la Diputación de Cádiz por el cual se trabajará durante todo un año con 20 formadores en una ciudad escogida de cada comarca de la provincia gaditana: La Línea, Tarifa, Benalup, El Bosque y San Fernando. El siguiente paso, todavía en marcha, es replicar la fórmula en el resto de España, en colaboración con el Alto Comisionado Contra la Pobreza Infantil, y todo parece indicar que será el Festival de San Sebastián donde se presentará formalmente la propuesta.
De momento, han bastado 30.000 euros patrocinados por Grupo Red Eléctrica –y muchas ganas de arrimar el hombro por parte de todos los implicados– para poner en marcha esta iniciativa pionera. Que haya ocurrido en el Campo de Gibraltar, una zona que vive una insólita efervescencia en lo que respecta al séptimo arte, con directores tan destacados como Alexis Morante o Raúl Santos, tal vez no sea del todo una casualidad.
0