El Ayuntamiento de Barbate y la Junta se enfrentan por el festival Cabo de Plata
Los primeros asistentes al Cabo de Plata ya se encuentran en Barbate, Cádiz. De celebrarse el festival, este fin de semana desembarcarán en esta localidad gaditana unas 30.000 personas, según las previsiones de los organizadores, que ya han vendido 28.000 entradas. Una estancia corta pero que los hosteleros de la zona esperan con interés por el gasto que puedan realizar los asistentes en hostelería y comercios.
Pero, a día de hoy, la viabilidad del festival está en el aire. “Seguimos para adelante”, aseguran los organizadores, “existe voluntad política de que se celebre”, dice el alcalde de Barbate. Pero la Junta de Andalucía considera “ilegal” la zona de acampada. Ante esa coyuntura, el Ayuntamiento barbateño aplaza a este miércoles la decisión final.“Se tendrá que dilucidar mañana (por hoy)”, dice el alcalde, Miguel Molina, que anuncia una reunión con representantes de la Junta en Cádiz para desatascar la situación.
De momento las posturas están muy encontradas. La Junta ha reiterado por escrito al Ayuntamiento barbateño que la acampada prevista con motivo de la celebración del festival “no es legal” desde el punto de vista de la normativa turística porque, si bien se trata de terrenos privados, está próxima al Parque Natural de la Breña y las Marismas de Barbate. Además, la Junta recuerda que la normativa de prevención de incendios establece que en los montes de titularidad privada -como es el caso del recinto elegido- se prohíbe acampar en las épocas de peligro medio y alto de incendio fuera de las áreas especialmente acondicionadas para ello.
El Ayuntamiento de Barbate discrepa. Asegura que “la Junta no tiene porque meterse” y reclama competencias municipales para mantener la celebración del festival. “Estamos ultimando los documentos, lo que faltan son algunos trámites y competencias en las que no tiene que meterse la Junta”, insiste Miguel Molina que rehuye la palabra acampada para referirse a la zona en la que “descansarán” los asistentes al festival. “Es una zona de descanso donde no estarán todo el tiempo acostados, estarán de forma puntual y no habrá equipamiento como si fuera un albergue o camping”, defiende el alcalde. “Una cosa es una licencia para un supermercado y otra es montar un puesto ambulante, no es lo mismo. Estamos hablando de algo eventual, que se pone y se quita, que no necesita licencias. Lo mismo que en el circuito de Jerez”.
Sin autorización
Pero la Administración autonómica no lo entiende así y este martes ha explicado en un comunicado el envío de un oficio a la Subdelegación del Gobierno informando de todo el procedimiento seguido y de las advertencias por escrito realizadas a las autoridades locales al hilo de las competencias municipales para autorizar o no este evento de música en directo. En ese escrito se insiste en la ilegalidad de la acampada prevista de un festival, el Cabo de Plata, al que la Junta de Andalucía no ha concedido ninguna autorización ni informe favorable desde ningún ámbito. Además, la Administración andaluza pone en conocimiento de la Subdelegación del Gobierno “el potencial peligro en materia de seguridad ciudadana y de orden público en vistas de que se tomen las medidas que se consideren oportunas en ese ámbito”.
La Junta ha anunciado además que no descarta denunciar los hechos ante la Fiscalía y se reserva la puesta en marcha de “actuaciones” en forma de expedientes sancionadores “por incumplimientos normativos así como requerimientos a promotores y organizadores”. A la oposición frontal de la Junta se han unido también grupos ecologistas que insisten en el riesgo de la celebración del festival a escasa distancia de los pinares que pueblan el Parque Natural de la Breña.
Mientras, la venta de entradas continua en activo a un precio de 40 euros más gastos para asistir a tres días de conciertos. Sesenta artistas entre los que destacan Rozalén, Fuel Fandango, Tomasito, Chambao, Triana o Reincidentes. Un apetecible cartel de flamenco fusión, rock, mestizaje, reggae y hip hop para la que, de celebrarse, sería la primera edición del festival Cabo de Plata.