Cómo meter una ballena en una maleta “nace de una necesidad, la de aportar un granito de arena para luchar contra tanta injusticia e insolidaridad por parte de Europa. Quería contar qué pasa por la cabeza de alguien que es obligado a salir de su casa, de su tierra, hacia un destino desconocido, la mayoría de forma precipitada y en condiciones infrahumanas. Pero me interesaba mucho el momento concreto en que eres consciente de que no puedes permanecer en un sitio y piensas en qué llevarte contigo. Necesitaba hacerlo”. Así explica Guridi el nacimiento de este proyecto, con la editorial Tres Tigres Tristes, una edición limitada de 750 ejemplares en beneficio de Proactiva Open Arms.
El ilustrador eligió a esta ONG por el trabajo que desarrollan. “300.000 llegadas por mar desde el inicio del 2016, 3.400 muertes/desapariciones en el mar y un grupo de personas, con el único interés de ser más humano, partiendo de condiciones básicas, como son una zodiac y unos cuantos salvavidas, enfrascados en conseguir que estas trágicas cifras (que para Europa son sólo eso) disminuyan. A quien no se le ponga la piel de gallina viendo el trabajo de esta organización, sencillamente está muerto”, asegura Guridi.
Lenguaje universal para más de una decena de países
Cuando termine 2017 podremos encontrar 52 títulos de Guridi (algunos de ellos solo en Polonia y Francia), que compagina la ilustración con la docencia en secundaria. “Realmente comienzo en 2010. Tras acudir a Ilustratour y observar las posibilidades, me decido a enviar distintos proyectos a distintas editoriales, y comienzo en uno con el sello Pípala de Adriana Hidalgo Editora, Don Galindo y el Tornado. A partir de ahí fueron surgiendo nuevos proyectos hasta hoy”.
Sus libros se han editado en España, Argentina, Canadá, EE.UU., México, Polonia, Italia, Francia, Australia, Corea, Taiwan, Portugal, Inglaterra y Croacia.
Cómo meter una ballena en una maleta no es la primera vez que Guridi se implica en un proyecto solidario. “Lo necesito. Entré en este mundo de la ilustración después de mucho rodaje y creo que no por casualidad o aburrimiento. En los álbumes que ilustro y escribo como Guridi, explico lo que soy, me desparramo en el papel con mis contradicciones y mis intenciones, cuento mi biografía a través de alter egos porque necesito contarla, quizás es mi forma de comunicarme con el mundo. A veces creo que mis preguntas en la realidad las contesta la ilustración”.
Ahora está metido de lleno con un proyecto sobre un faro para la editorial Tres Tigres Tristes. Acaba de terminar un libro para Polonia sobre un verso de Kafka, y tiene “varias cosillas” en España y Australia este año. “Dentro de poco presentaré con unos talleres el libro de la ballena en Sarmede, Italia”.
Además de crear libros, Guridi también imparte talleres. “Me gusta que los alumnos se queden con la idea de que narrar es parte de ti mismo, la búsqueda de la verdad en los personajes y la narración, y en que cada proyecto exige una visión distinta”. Y hemos visto su trabajo en otros formatos, como los carteles. “El cartel es un formato espectacular, exige mucha capacidad de síntesis a la vez que un juego en el que invitas a ver más allá. El texto explica y presenta lo que vas a ver, es la portada de un espectáculo por descubrir, no sé, me apasiona”.
La ilustración como profesión
Para este ilustrador “la ilustración se ha convertido en uno de las profesiones mejor y peor valoradas dependiendo de cómo lo mires. En un mundo donde la fotografía ha pasado a ser universal y cercana a todo el mundo por medio de los dispositivos móviles, la ilustración es el siguiente reto al que muchas personas con inquietudes artísticas se están lanzando. En el caso de la ilustración infantil, en cambio, veo a más profesionales de otras ramas artísticas que se están reconvirtiendo para entrar en un mercado aparentemente rentable. Creo que, como en todo ya, hay muchos, y cada vez es más difícil destacar, aunque creo que lo que debemos hacer es contar como mejor sepamos y de la forma más auténtica e identitaria que sepamos, siendo honrados con lo que hacemos y buscando expresar y comunicar lo que somos. El mercado es muy difícil y los ingresos bajos, porque por desgracia, este país sigue teniendo una baja intención lectora y eso hace difícil moverse en este mar”.
A Guridi lo que más le gusta “es el nacimiento de las ideas y las primeras etapas del proceso de creación del álbum, cómo jugar con las palabras, qué quiero aportar yo, cómo enfrentar cada reto visual”. Y lo más difícil “es la línea narrativa, el ritmo, y la elección de la paleta de color, creo yo”.
¿Lo que más le motiva? “Narrar con el dibujo, hacer sentir a quién lo vea, saber escribir con las imágenes”.