La popular rumba “Entre dos aguas”, de Paco de Lucía, suena desde este lunes dos veces al día desde el reloj del Ayuntamiento de Algeciras, la casa de todos los algecireños, como subrayó el periodista Cándido Romaguera, conductor del acto que sirvió de puesta de largo para esta iniciativa. Se cerraba así un episodio kafkiano de la historia local: a propuesta de Victoriano Mera, compadre de Paco y que estuvo presente en el acto, el empresario local Javier Ortega –a quien el alcalde, José Ignacio Landaluce, del PP, impuso sorpresivamente la medalla de la ciudad—promovió una campaña para que la música del guitarrista algecireño y universal sonara desde el reloj del campanario de la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma. Solo que el obispo, Rafael Zornoza –sumamente conocido en Cádiz por su peculiar apostolado—se negó en redondo, alegando incluso motivos religiosos.
El hecho de que la propuesta inicial sugiriese que los acordes de la guitarra sonaran a mediodía entraba, al parecer, en colisión directa con la hora del ángelus. O quizá fuera porque se podría dañar un bien patrimonial como el histórico reloj de dicho templo, un extremo técnicamente imposible. Así que en el reloj del Ayuntamiento suena esa melodía sin estridencia: “Está muy bajita”, comentó Pepe de Lucía, el hermano del virtuoso. “Ajustaremos el volumen”, le respondió el alcalde, también por lo bajini.
“La rumba pondrá la banda sonora del centro de la ciudad cada día a las doce de la mañana y a las seis de la tarde –explicó el Ayuntamiento en una nota oficial--. Para ello ha sido instalado un sistema informático conectado al reloj que posibilitará la audición del tema, que además ha sido sometido a controles sonométricos para comprobar que la emisión de decibelios se ajusta a los niveles permitidos”.
En un acto multitudinario celebrado a las puertas de la Casa Consistorial, presidido y en el que han estado presentes Casilda Varela, la primera esposa del guitarrista, y sus hijas Lucía y Casilda; su hermano, el artista Pepe de Lucía, entre numerosos amigos y familiares de los Sánchez, hubo tiempo para los discursos pero también para la música: “Paco es Algeciras”, celebró Pepe con vivas a la ciudad.
Honrar a los genios
“Algeciras paga una mínima parte de la deuda de gratitud que mantiene con el más grande guitarrista de todos los tiempos, y entra en la reducida lista de ciudades del mundo entero que honran a sus genios haciendo sonar sus composiciones en público”, dijo el alcalde.
Ante los familiares de Paco, entre quienes también figuraban sus sobrinos Ramón Sánchez –hijo de Ramón de Algeciras—y Maite Bandera –hija de María, Landaluce insistió en unir su gestión a la voluntad de sus allegados: “Nuestro deseo es, siempre yendo de la mano de su familia y la Fundación que lleva su nombre, continuar dando pasos para en la medida de nuestras posibilidades, seguir engrandeciendo la memoria y el legado de Paco de Lucía”.
Como es sabido, el pasado viernes, se presentó en el Teatro Real de Madrid, la Fundación Paco de Lucía, que preside su viuda, Gabriela Canseco, que no estuvo presente en el acto de ayer, pero que respalda también esta iniciativa: “Cada vez está más cerca ver hecho realidad ese sueño que lleva por nombre Centro de Interpretación Paco de Lucía, y que se convertirá en una referencia de primer orden no solo en el plano cultural, sino también en el aspecto turístico. Está siendo un proceso largo, no exento de complejidades, convertido en una alta meta pero que vamos a coronar con éxito”, subrayó el alcalde, aventando la estrecha cuenta atrás que resta para que dicho proyecto sea factible, a la luz de los fondos europeos que lo harán posible y que se gestionan a partir del procedimiento de Iniciativa Territorial Integrada (ITI).
Música “mágica”
“Cuando llevaba a la escuela a mi hijo y le ponía Entre dos aguas, yo le decía que esa música era mágica y que nos cargaba de buena energía –rememoró Javier Ortega, el promotor de esta aventura musical--. Así que un día me dijo que se la pusiera porque tenía un examen de gimnasia y quería ver si esa música le ayudaba a superarlo”.
Ortega agradeció allí las facilidades que el Gobierno local le ha brindado “para poder hacer realidad un sueño que comenzó a fraguarse hace dos años, y que hará que a partir de ahora quien pase por la calle Convento a las doce del mediodía y a las seis de la tarde mire hacia el cielo para ver de dónde viene la música de Paco de Lucía”.
El acto ha contado con las actuaciones del guitarrista Antonio Sánchez; el cantaor Antonio Flores Cortés “Rubio de Pruna”, y el bailaor Antonio Fernández Montoya “Farru”, que en esta ocasión ha preferido cantar a la guitarra una composición creada con motivo de esta celebración, aunque cuando llegó a Algeciras ignoraba que tenía que actuar siquiera. De hecho, entre el público, había guitarristas de la talla de Pascal Gallo –el tocaor francés al que Paco presentaba como Pascal Pollo, porque lo había conocido cuando era pequeñito—y el algecireño Antonio Martín, un virtuoso hijo de Paco, discípulo de Antonio Sánchez, el patriarca de la saga de los Lucía. También, el presidente honorífico de la Sociedad del Cante Grande de Algeciras, José Vargas, que ayer mismo anunciaba que la próxima Palma de Plata flamenca de la ciudad será dedicada a Tío Borrico de Jerez.
Cerró el acto el compositor e intérprete sevillano Arturo Pareja-Obregón, quien ha estrenado un tema compuesto especialmente para la ocasión: “Suena una guitarra en la bahía, suena una guitarra, está tocando Paco de Lucía”, cantó a las teclas, poco después de viajar con una pincelada hacia el Aranjuez de Rodrigo. Como colofón y por sorpresa entró en escena la flauta de Jorge Pardo, interpretando un fragmento de la Danza del Fuego, de Manuel de Falla, el primer tema que grabó con Paco, cuando él todavía militaba en el grupo Dolores: “Me he colado en esta celebración, pero soy un Sánchez más”, sonrió desde el breve escenario donde, luego, habría un fin de fiesta conjunto.