Vaqueros rotos, alguna que otra cabellera de color estridente y móviles en los bolsillos. Los 80 alumnos del seminario 'Historias e inercias del cine español', organizado por la Universidad de Sevilla y el Festival de Cine (SEFF), permanecen muy atentos a lo que cuentan los profesores Sergio Cobo, Alberto Hermida y Samuel Fernández. Es el tercer año que se celebra en el seno del SEFF y los estudiantes, casi todos de primero y segundo de Comunicación Audiovisual (CAV), lo reconocen abiertamente: “No conozco prácticamente el cine que nos habéis enseñado”.
La que habla es Ana Jiménez, alumna de segundo de CAV, afirma que le gusta mucho el cine clásico, que le encantan autores como Alfred Hitchcock o el español Luis Buñuel, pero que “este cine tan innovador y actual es algo que falta en mis conocimientos sobre cine”.
El seminario se puede entender como una guía práctica para recorrer algunas de las películas más heterodoxas que el Festival de Sevilla proyectará a lo largo de su 14ª edición. Los profesores ofrecen dos itinerarios con 13 películas, para que cada estudiante elija diez, con cintas como Se abrirá la tierra, Ver una mujer, Histeria de España, Os fillos da vide, Transacción, Sotobosque, El mar nos mira de lejos, La isla, El señor Liberto, Las cosas, Ternura y la tercera persona, Penélope o A estación violenta. En el seminario se aborda “el debate sobre independencia o precariedad, además de indagar sobre los orígenes del otro cine español, sus mutaciones, la mirada de género o las nuevas dinámicas de exhibición”.
Alberto Hermida explica que en años anteriores “estábamos más centrados en la sección Resistencias, pero este año hemos abierto el abanico y también veremos obras de la sección oficial. La intención es hacer un recorrido por estas películas del cine español, ofreciéndoles material para que, cuando vayan al cine, tengan ya ciertas claves de lo que van a ver”.
Cine independiente: la marca del cine español
¿Y cuál es ese tipo de cine? El que se hace al margen de los grandes presupuestos, el gusto general y la crítica. El cine al margen del canon: cine de autor independiente. “Un cine fallido desde el punto de vista del modelo industrial, pero muy generoso en el ámbito de la creación”, subrayan. Según Samuel Fernández, se trata de seguir “la propuesta de cine español que hace el festival, una producción heterogénea con muchas etiquetas. No es una apuesta como la de otros festivales de cine español, que proyectan películas muy insertas en el sistema comercial. Son obras con muchos matices, muchas variantes, muchas aristas, una apuesta general por el cine de autor independiente, que es la marca del cine español y, en general, del cine europeo”.
En ese cine hay desde una mirada femenina radical como la de Mónica Rovira, en la que aborda la complejidad de las relaciones amorosas, a la mirada subjetiva y personal sobre la familia del sevillano Carlos Rivero (Se abrirá la tierra) o el cordobés Alonso Valbuena (Las cosas). “Este cine tiene mucho que ver con lo subjetivo, lo personal y lo familiar. La autoficción, la fina línea entre la ficción y no ficción, el documental experimental y político. En definitiva, son corrientes que empiezan a tomar forma en este cine”.
Un mundo que desaparece en Doñana
Entre las obras que tendrán la oportunidad de ver sus estudiantes, Fernández cree que un buen paso primer paso es ver El mar nos mira de lejos, dirigida por el sevillano Manuel Muñoz Rivas y que “está hecha en Doñana, con una visión muy acertada de un mundo que va desapareciendo. El mundo de los habitantes nómadas de Doñana, que habitan como nómadas en el espacio protegido, en esa parte en la que muere Matalascañas”.
Sergio Cobo destaca de la experiencia que le “hacemos el recorrido completo por la sección. No se trata solo del seminario y las películas, sino de la oportunidad de charlar con los directores en el Q&A (preguntas y respuestas) posterior”. Reconocen que la última sesión del seminario es la que más disfrutan, porque ven el recorrido, la evolución que han tenido sus estudiantes en su manera de mirar y entender este cine que, en ocasiones, puede ser “difícil, pero que si lo explicas consigues que la gente se acostumbre a ver un cine diferente”. Alberto afirma que lo que buscan es “cambiar su formar de ver o de crear”, ya que entre los estudiantes se encuentran directores de cine en ciernes.
“Hay alumnos que salen enfadados de la primera película y que terminan en la sesión final subrayándote matices que no esperabas, porque a lo largo del seminario han educado esa sensibilidad. Al final, tenemos caras que repiten”, concluye Samuel.