SFDK: “Siempre nos hemos denominado la cara B de Sevilla”
SFDK, el grupo compuesto por Zatu (Saturnino Rey García) y Acción Sánchez (Óscar Sánchez Pérez) lleva más de 25 años haciendo rap desde las calles de Sevilla. Sus temas, su equipo y su esencia están completamente ligados a Pino Montano, el barrio en el que se han criado y del que nunca han querido marcharse. Ellos mismos se definen como “gente de barrio” y su trabajo ha sido reconocido por el Ayuntamiento de Sevilla con la Medalla de la ciudad, evento en el que, como dice Zatu, hasta el presentador mencionó que fueran “en calzado de deporte a una gala solemne”.
Ellos mismos se denominan como la parte que no se ve de “la imagen que venden de Sevilla”. Zatu pone las letras y Acción Sanchez pone la música. Un grupo que, aunque se separó durante cinco años, asegura que están “en su mejor momento” a pesar de que la pandemia de la Covid-19 haya afectado a todo su calendario. En esta entrevista, que se convirtió en una charla por Skype desde diferentes ubicaciones de Sevilla, SFDK habla del valor de hacer su trabajo desde su tierra, de cómo les ha afectado la pandemia y la cuarentena, y de cómo ha evolucionado su proceso creativo a lo largo de estos 26 años.
En primer lugar, enhorabuena por recibir la medalla de la ciudad de Sevilla. En su canción “Personal Trainer” dicen que “hablar de Sevilla es hablar de SFDK” pero, ¿qué habla SFDK de Sevilla?
Zatu: Muchas cosas, sobre todo que siempre nos hemos denominado la cara B de la ciudad. No sólo nosotros, sino también la gente que vivimos aquí y que no cumplimos con esos cánones. Por eso, la medalla, a parte de una sorpresa, consideramos que es muy positiva, porque pone en valor esta cara B y a la gente que trabajamos tan bien por la ciudad, pero desde otra perspectiva. Nosotros siempre hablamos sobre el mundo, pero desde un punto de vista del que se está viviendo en Sevilla. Cada uno tiene su ciudad y es lo que nos gusta tratar, las cosas de nuestro barrio, con nuestra idiosincrasia y nuestras cositas.
Pero claro, nosotros, no sólo es que hablemos de Sevilla, la cuestión también es que nosotros nunca quisimos irnos a Madrid cuando se nos propuso en el 2000. Estando en la capital es todo más fácil porque estás en el meollo metido, pero nosotros decidimos sacrificar eso por no sacrificar nuestra vida y seguir haciendo nuestra música aquí. La gente que ha trabajado en nuestros equipos siempre han sido gente de aquí, hemos dejado nuestro dinero y nuestras empresas aquí y esto también forma parte de lo que hemos hecho por la ciudad. Queremos hacer nuestra historia, pero aquí, no irnos a otro lado a que nos escuchen. Eso es lo bonito. En Madrid podría haber sido más fácil realmente.
Acción Sánchez: Incluso ahora la mayoría de los chavales que empiezan a despuntar se van del tirón a Madrid. El abanico de posibilidades, de relaciones, de conocer gente, de conocer productores, es mucho más fácil que estando en una ciudad con menos movida, digamos.
Hay una cosa que siempre escucho a mucha gente decir que es: “yo no soy de ningún lado, soy ciudadano del lado del mundo” y eso no es verdad. En tu forma de ser, tú eres de dónde te has criado y eso lo vas a tener el resto de tu vida. Nosotros, aunque no nos demos cuenta, tenemos una manera de comportarnos, de expresarnos, de sentir y de comunicarnos que es de aquí. Eso no es de ciudadano del mundo, una crianza en una tierra forma parte de tu personalidad y de la forma en la que te defines y te expresas. Yo creo que al final va a estar dentro de ti, en tu educación.
Y eso les lleva a crear un producto de la tierra...
A. S.: Sí, y la gente lo valora. En general, valoran que lo hagas todo desde tu ciudad, desde tu zona y seas constante y trabajador. La gente lo acoge con cariño. Dicen “illo, ole sus huevos ahí, han estado luchando desde su tierra para sacar adelante su música y No han tenido necesidad de irse fuera para conseguir un objetivo”.
Z: Somos de esta manera, nos gusta ser de esta manera y expresarnos de esta manera.
Zatu ha estado de cuarentena con coronavirus y casi no llegan a recoger la medalla...
Z: Sí, lo supimos el día antes. el Ayuntamiento estuvo toda la semana preguntando si íbamos a poder ir o no. Si la entrega era el miércoles, no me dieron el negativo hasta el martes.
¿Ya se ha recuperado?
Z: Sí, no me afectó pulmonarmente, que era lo que más miedo me daba, que me dejara secuelas que me afectaran después a mi trabajo, pero sólo fue fiebre y dolores musculares, dolores fuertes, pero como a la semana y media ya estaba bien. La fiebre si que me perduraba y preferí estar encerrado hasta que tuviera los resultados.
Al haber dado positivo en coronavirus, han tenido que cancelar sus dos únicos conciertos.
A.S.: Sí, uno se suspendió de todas maneras porque un trabajador dio positivo también el mismo día que Zatu, o sea que igualmente no se podía hacer. Y el otro, sí, era una semana después y la cuarentena eran mínimo 14 días, así que claro, no pudimos llevarlo a cabo.
¿Cómo calificarían este año?
Z: Un desastre. Era nuestro mejor año en toda nuestra carrera, teníamos muchas contrataciones y los mejores números y se fue todo una mierda. Pero bueno, nosotros somos un grupo que trabaja mucho, llevamos 25 años, no podemos estar sacando, como ahora la industria parece que requiere, un tema por mes con su videoclip y todo. Nosotros llevamos el ritmo que le toca a un grupo con este tiempo. Incluso nuestros planes son a 5 años y con esto ha habido que desbaratar todo. Así que, en vez de estar parados, estamos en el estudio haciendo canciones nuevas.
A.S.: La cosa es la incertidumbre, porque no se sabe cuando va a acabar, no se sabe cuándo se va a poder dar concierto con cierta normalidad y sacar un disco sin hacer una gira es pa' na'. De hecho yo personalmente me lo tomé muy bien, empecé y dije “vale, pues ya está, no me voy a comer el tarro”. Pienso que son 2 años minimo, asi que vamos haciendo nuestros temillas.
O sea que, ¿vivieron una cuarentena creativa y productiva?
A.S.: Sí, sí, pero con cierta normalidad, tampoco hemos hecho más de lo que solemos hacer, hemos creado como normalmente creamos.
Z: Antes de la cuarentena ya teníamos un buen montón de canciones. Aunque yo trabajo siempre en el estudio, sí aproveché la cuarentena y me hice unos temitas, más tristes y más personales. Luego, cuando pudimos juntarnos, los grabamos. Después, en mi cuarentena en solitario no he hecho ningún tema. Yo no es que no haga nada, tengo establecido dentro de mi trabajo leer y ver películas, dedicarme a ese tiempo. Siempre pongo el ejemplo de la planta: la planta hay que regarla, no puedo dar flores si no me nutro.
Entonces, ¿SFDK prepara un disco?
Z: Estamos haciendo un montón de canciones, pero ya hace un tiempo que estamos buscando que esas canciones tengan algo que ver entre ellas. Entonces, eso huele a disco.
A.S.: Pero sin prisa.
Redención decían que podría ser el último disco...
A.S.: Y todavía podría ser el último, igual luego nos rallamos y sacamos los temas sueltos.
Z: igualmente, no lo vamos a sacar aunque lo tengamos porque tenemos que hacer todos esos conciertos que se nos han quedado pendientes. Todavía me queda por cantar el disco de Redención, así que vamos a ver cómo se desarrolla.
A.S: Lo que sí vamos a sacar en noviembre es el Blue-Ray del concierto del 25 aniversario,. Era lo que íbamos a sacar en un principio, pero vino la pandemia y dijimos “mira la gente está pasándolo mal, vamos a subirlo para que la gente se eche un buen rato”, porque realmente tampoco es nada económico, no genera tanto. Era algo simbólico, nos hacía sentir bien dárselo a la gente para que disfrutara y se olvidase de lo que está pasando durante los seis días que dura el concierto.
¿Qué echan de menos de menos de la antigua normalidad?
A.S.: Yo los abrazos, los besos... Soy muy cariñoso y me he tomado bastante en serio lo de la cuarentena y el tema de la mascarilla. Yo estoy bastante metido en la película y echo en falta el contacto.
Z: yo lo mismo, el contacto físico con mi gente más cercana. Ni siquiera a mi madre le doy un beso, ahora le doy una abracillo de medio lado, pero no acerco la boca a otra boca, y más que es una persona mayor. Por lo demás, ya te digo que yo lo llevo bien, hasta la cuarentena larga. Yo estoy bien en mi casa haciendo cosas, ya he estado un montón de tiempo por ahí en la calle.
Y a nivel más profesional, ¿no echan de menos los conciertos, el contacto con la gente?
Z: Eso siempre se echa de menos. Es algo que te cansa, llega un día después de dos años tocando que necesitas parar, pero cuando llevas un mes o mes y medio parado, lo echas muchísimo de menos. En nuestro caso, somos gente que nos gusta mucho la armonía y muchas veces hemos sacrificado nuestra carrera por trabajar con gente con la que encontrábamos esa armonía. Incluso en el equipo prefiero llevar siempre a gente conocida. porque luego son muchas horas de convivencia y me gusta que haya una armonía siempre. Eso lo hemos tenido siempre muy en cuenta a la hora de elegir equipo y echas de menos los ratos de conversación. Y luego, por supuesto, al público.
Yo personalmente soy muy inestable e inseguro muchas veces, tengo mis días. Por eso, valoro mucho esos momentos en los que sabes que lo has hecho bien, no porque la gente me lo diga porque muchas veces la gente no nota el fallo. Yo soy el que me evalúo y cuando lo haces bien y tienes esa seguridad, a mí me da esa sensación de “ahora mismo me como el mundo”. Por eso, más que estar arriba, es después cuando bajas y dices “Lo he hecho bien y la gente se lo ha pasado bien”. Eso es lo que echo de menos, porque ya se ha convertido en mi forma de vida.
¿Qué creéis que nos está mostrando la pandemia de nuestra sociedad?
A.S.: Está mostrando el “sálvese quien pueda”. Como en Walking Dead, pero Walking Dead es una mierda al lado de esto. Mira cómo se fue el papel higiénico (Rien).
Z: La pandemia no sé, pero la sociedad, antes de la pandemia, ya estábamos viendo cómo se fracturaba. Tal vez con la pandemia, lo que a mí más me ha sorprendido de la sociedad es creerse todo el tema de las conspiraciones. Eso antes era cosa de poca gente extraña. Ahora, cada uno tiene sus ideas y hasta la señora de la tienda te dice que “todo esto es cosa del gobierno de EEUU”. Eso es lo que más me llama la atención, cómo la información nos dirige. Ahora por ejemplo es lo de los okupas, te lo meten ahí y al final no todo el mundo tiene otra manera de contrastar la información.
Dicen que su último disco “Redención” es el mejor que han hecho en los 26 años que llevan haciendo rap, ¿En qué creen haber evolucionado ustedes y su proceso creativo?
Z: Estamos en nuestro mejor momento y lo bueno es que parece que el crecimiento siempre es paralelo. Nunca tenemos eso de que uno va por un lado y el otro por otro, ahora es más fácil que nunca. Llegamos al estudio, buscamos un ritmo y rápido hay esa fusión, tanto para nosotros como para los demás. Creo que esa es la parte más virtuosa de este momento.
A.S.: Creo que hemos ganado lucidez. Es como cuando veíamos el canal plus con rayitas y de pronto se descodificara y dijeras: “vale, así es como se tiene que hacer”. Así es como creo que hemos evolucionado.
¿Y se inspiran en lo mismo?
Z: No, no, siempre hemos escuchado mucha música. Pero cuando éramos jóvenes estábamos descubriendo el rap, hoy ya lo tenemos más que analizado por años y por ciudades, por lo que ahora nos nutrimos de mucha más música. Ahora utilizamos todo para añadirlo a nuestra música.
A.S.: Sin perder nuestra esencia, que es el rap. Nuestra base es el rap clásico e intentamos evolucionar con los tiempos, a nuestra manera y con nuestra personalidad como grupo, pero no es música urbana. A veces lo catalogan así para vender, pero nosotros hacemos rap.
¿Qué es lo que necesitan para crear?
A.S.: Yo antes era fumar, pero ahora ya no fumo. Ahora mismo, a mí lo que me motiva es escuchar a alguien que sea muy bueno. Eso me motiva porque me entra el gusanillo y pienso “Buah, yo creo que esto puedo hacerlo mejor”. Me pico yo mismo, porque a mi me gusta picarme conmigo mismo y necesito estímulos para esforzarme y superarme. Necesito escuchar una canción que me de vidilla y a partir de ahí empiezo a desarrollar y a crear.
Z: Yo necesito venir al estudio. Llegué a quitar un espacio en mi casa para hacer música. Ahora tengo una niña y la vida cotidiana trae muchas distracciones. Aunque nunca ha sido así, yo antes hacía las canciones en mi casa y cuando iba a un estudio a lo mejor era meses después con la canción aprendida. Ahora las grabo recién escritas y necesito hacerlo en el estudio. Eso ha cambiado, la música ya no la entiendo solo, para mi es juntarme con alguien, es jugar y compartir. Esto es lo único que me motiva.
¿Creen que una de las claves de su éxito es su forma de trabajar y el trato mutuo?
Z: Sí, porque no chocan los egos. Yo le llevo menos a él, él sí que me lleva más a mi. Él lleva todo lo referente al grupo, igual que él crea la música solo, en su casa, sabe cuales son las mías (las canciones), porque las mías son las suyas, es decir, son las nuestras, pero son además, las que a mi me quedan bien, donde yo quedo bien. Él sí me lleva un poco más a mi. El ritmo de SFDK un poco lo lleva él, yo me monto encima y pa’ lante. Él trae la música y desde ahí trabajamos.
A.S.: Pero no le obligo eh (ríen). Al final es que llevamos un montón de años juntos. Nos conocemos muy bien y sé lo que le puede gustar. Yo siempre intento hacer mejor a los demás y no me preocupo por mi en ese sentido. Me preocupo por mi en mejorar, pero no me preocupo por mi como artista. Me preocupo por mejorar a los demás porque siempre intento ver a las personas, al artista, desde fuera. Uno desde dentro, a lo mejor no se da cuenta. Todo el mundo tiene manías a la hora de escribir, yo también las tengo a la hora de crear música, pero siempre intento quitarle un poquito de manías a la gente. Intento que sean mejores.
Entonces habla de Zatu como artista, pero no habla de Acción Sánchez como artista.
A.S.: Nunca lo hago, creo que casi nunca. De hecho, cuando hacen estas preguntas casi nunca hablo. Siempre intento hacer mejor a los demás y no pongo ese foco en mi, pero a mi me gusta eh, es un reto para mi.
Z: Nosotros hemos crecido bajo esos criterios. Al principio de nuestra carrera, cuando aún no trabajábamos juntos, él me escuchó y dijo “ese”. Antes, los Djs encontraban a los raperos, el DJ era el que lo ponía delante a cantar. Nosotros hemos seguido esa fórmula, pero él además de DJ, también hacía ritmos, lo que se llama un beatmaker, él hacía ritmos y el rapero lo interpretaba como le daba la gana. Pero hoy, es al revés, Oscar es productor, él dice cómo va el ritmo, sabe que es lo que va a funcionar y cómo hay que meterlo. Eso requiere un estudio y es muy bueno escuchar a quien está pendiente de todo eso.
A.S.: También yo creo que eso lo tenemos los dos, vamos evolucionando musicalmente. Con nuestra edad ya hay mucha gente que, digamos, se acomoda. Y nosotros nos alimentamos de mucha música nueva, estamos siempre pendientes de los chavales y siempre estamos intentando avanzar y luchar para mejorar nuestros sonidos para darles un plus de calidad.
Zatu ha sacado varios libros y Oscar está produciendo canciones. ¿Están empezando a separarse del mundo del rap y acercándose a nuevas formas creativas?
A.S.: No no, en el rap siempre seguimos, pero la música ahora es mucho más descatalogable y en cierta manera, se está fusionando mucho. Al final la música siempre se enriquece mucho en la fusión. El otro día se lo decía a Zatu: “vamos a mezclar un montón de música y vamos a llevarlo a nuestro terreno”. La fusión es lo que creo que ha hecho las grandes canciones de la historia. No todas, pero muchas canciones muy famosas, son fusiones y, en ese sentido, seguimos en el rap, pero aprendemos de otros estilos.
Z: Somos gente estudia’, siempre echamos un ratito al día para ver que es lo nuevo, que chavales nuevos hay en la ciudad.
A.S.: Incluso quedamos para ver lo nuevo y enseñárnoslo. Es parte de nuestro trabajo. En cualquier profesión se va avanzando, la tecnología avanza, cada vez hay más medios, más formas. En tu profesión, si te quedas estancado en una manera que hacías hace veinte años y no te amoldas a la evolución, te vas a quedar sin trabajo. La gente demanda lo nuevo. Ahora la música tiene que llevar una atmósfera y un estudio de las palabras, todas esas cosas que son detalles pero que son importantes.
Z: La comunicación, al fin y al cabo. Yo creo que si quiero soltarte mi rollo y ya que tú tienes la simpatía de pararte a escucharme, pues voy a ponerle colores, detalles, para que mientras que estés escuchando el rollo que yo te quiera soltar, tú sienta esa suavidad y que sea un juego. También es egoísta como artista no ofrecer eso.
“Persigue una idea, el dinero ya vendrá” ¿Aún piensan así?
A.S.: Yo personalmente sí, lo mantengo. Ahora los tiempos han cambiado y un chaval saca una canción y “¡PAM!”, lo revienta. Pero es verdad que dudo mucho que esa persona que ha pegado el pelotazo, se quede el tiempo que llevamos nosotros aquí, lo dudo. Hay gente que lo pega tan fuerte, que luego ya no puede superarlo. Has puesto el listón tan arriba, que ya solo puedes caer pa’ bajo.
¿Piensan así desde el principio?
Z: Sí, pero vamos, que también nos gustaría haber triunfado desde el principio. Hemos tenido la suerte de que éramos malos y hemos ido cada vez siendo un poquito menos malos (rien). Pero el sacrificio si que no fue suerte, ninguno de los dos hemos tenido dinero hasta que hemos tenido más de 30 años. Aquí es donde interviene el sacrificio, teníamos 30 años y ni un pavo y pensabas, “¿qué hago? me busco otro trabajo”. Lo puedes hacer, mucha gente lo combina, pero no conozco a nadie que combinándolo haya durado tanto tiempo porque al final tu creatividad empieza a morir.
¿Perseguieron alguna idea que les saliera realmente mal?
Z: (Ríe) Una gira que hicimos. Fue con todo nuestro sello discográfico hace unos años y fue un bache para SFDK en los años posteriores. Después de esta gira grupal ya teníamos esas ciudades capadas para ir en solitario, porque acabamos de venir de allí. Pero igualmente, teníamos que hacerla, nos apetecía hacerla con nuestra gente y nos lo pasamos que te cagas, la verdad (rien).
O sea que, ¿tampoco fue tan mala idea, no?
A.S.: No, como negocio no era buena idea, pero como diversión y amistad fue muy buena.
Y, ¿qué les enseñó?
Z: Pues que hay que ser más listo y mirar hacia nosotros. Como decía, nosotros sacrificamos siempre, vengan esas épocas o no, seguimos. Dan igual las deudas gordas, da igual las malas rachas, siempre queremos sacar un disco mejor.
También una vez hicimos ropa y descuidamos nuestras canciones. Por eso, ya aprendimos hace años que hagamos lo que hagamos y montemos lo que montemos, SFDK no se puede descuidar nunca, porque en el fondo es la que paga y la que manda. Por eso, primero las canciones y luego, pues yo saco un libro, o hacemos una canción con otra persona u Oscar hace otras producciones...
A.S.: SFDK es con lo que empezamos, lo que nos ayudó y lo que nos hizo crecer. Es lo que nos generó y lo que nos genera.
Z: Incluso cuando tuvimos que parar cinco años para mirar al grupo con perspectiva... fue muy arriesgado porque era un “vale, paramos, pero, ¿de que comemos?”. Incluso ahí, nos reíamos también. Todo en el fondo nos deja un buen sabor, hemos disfrutado de lo bueno y de lo malo hemos aprendido, el balance siempre es positivo.
0