La onda expansiva provocada por el fichaje del que fuese viceconsejero andaluz de Salud hasta diciembre, Miguel Ángel Guzmán, como director médico del Grupo Asisa en Andalucía no ha dejado indiferente a las Mareas Blancas de Andalucía, sobre todo tras revelar elDiario.es Andalucía que en dos años y medio adjudicó a dedo contratos por valor de 43,6 millones de euros a 11 hospitales y clínicas privadas de esta empresa para la que ahora trabaja. “Era como el lobo cuidando a las ovejas”, se ha apuntado desde esta plataforma, que precisamente el domingo ha convocado concentraciones en todas las provincias en contra de la privatización de la sanidad pública.
La comparación la ha hecho una de sus portavoces y médica de familia en activo, Marta García, que ha añadido que la sorpresa no ha sido tanto su regreso al sector privado sino que en su momento se le nombrase alto cargo en la pública teniendo en cuenta su trayectoria profesional. “Esa ha sido la anomalía”, ha subrayado, sobre todo porque ha tomado decisiones que han afectado (y beneficiado) al sector privado.
Desde su puesto en la cúpula de la Consejería de Salud “ha fomentado destinar dinero a la sanidad privada y estaba comodísimo con estos lobbys”, ha lamentado García. “Si trabajas toda la vida para la privada, ¿qué política vas a llevar a cabo en tu tiempo en la pública?”, se ha preguntado al respecto de manera retórica, y es que considera que su regreso fulminante al sector privado es “lo normal” en un perfil profesional de estas características.
“Demuestra para quién trabaja la Administración”
Otro de los portavoces de Mareas Blancas, Antonio Vergara (médico jubilado), ha tildado de “escandaloso” el caso de Miguel Ángel Guzmán. “Esto demuestra para quién trabaja de verdad la Administración”, y es que lo ocurrido confirma a su juicio que “ya no hablamos de puertas giratorias, sino de dar dinero directamente sin concurso” al sector privado.
Para esta plataforma, además, no estamos ante “un hecho puntual”, ya que en comunidades autónomas gobernadas por el PP (como en Madrid) se producen situaciones de este tipo de manera “continua”. “Esto no es algo aislado, sino que es consecuencia del modelo de colaboración público-privado” que, a la hora de la verdad, supone la “parasitación de lo público por lo privado”.
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