La hermandad de la Macarena exhumó los restos del general golpista Alfonso Queipo de Llano, de su mujer Genoveva Martí y del auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina en la madrugada de este jueves, siguiendo escrupulosamente el protocolo que le había remitido días antes la Secretaría de Estado de Memoria Histórica del Ministerio de Presidencia. El documento, al que ha tenido acceso este periódico, recopila una serie de “recomendaciones para llevar a cabo la exhumación en la basílica” de Sevilla.
La hermandad decidió no avisar al Gobierno central del momento programado para la exhumación, como ha adelantado El Confidencial. Tampoco quiso que un representante del Ejecutivo estuviera presente en la extracción de los restos del general fascista porque tanto lo primero como lo segundo eran “recomendaciones” en el documento remitido por el Ministerio, y por tanto no son “obligatorios”, reconocen fuentes del Ejecutivo central. “Lo importante es que se ha cumplido la Ley de Memoria Histórica y Democrática y que se ha procedido correctamente”, explican estas fuentes, que admiten que se enteraron por la prensa de que se estaba procediendo a la exhumación.
Las recomendaciones
Desde el Gobierno también señalan que, a diferencia de la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, la basílica de la Macarena es un espacio “privado”, y que el protocolo a seguir era distinto: “Es obligatorio cumplir la ley, pero no que estuviera presente un miembro del Gobierno”, aseguran.
“Durante el proceso de exhumación podrán estar presentes como observadores los representantes de las tres partes arriba mencionadas previa designación con antelación suficiente a la fecha de la exhumación”, reza el protocolo, y añade que “se garantizará la confidencialidad de todos los asistentes respecto de lo actuado”.
“Resulta conveniente programar una acción que, respetando los sentimientos de las familiares, permita llevar a cabo la exhumación y traslado de los restos mortales cumpliendo la normativa vigente en materia de Policía Sanitaria Mortuoria” regulados por la Junta de Andalucía, advierte el documento, que la propia hermandad solicitó al Ministerio de Presidencia para saber cómo proceder.
Así, las recomendaciones que enumera el protocolo son: “la contratación de una empresa funeraria que ejecute el proceso de exhumación bajo criterios profesionales con los operarios e infraestructuras materiales que sean necesarias” y “la extracción de los restos mortales y la preparación de los mismos en cajas de reducción para su traslado e inhumación en el cementerio que dispongan sus familiares, y de igual modo si se procede a su incineración, tareas siempre ejecutadas por la empresa funeraria designada previamente”.
Acta de la exhumación
La salida de los restos de Queipo de Llano de la basílica se produjo dentro de los propios ataúdes, introducidos por los operarios en los coches de la funeraria Memora. El Ministerio advertía también de que “las familias deberán notificar a la Cofradía de Hermandad de la Macarena el lugar de la nueva inhumación para la conveniente planificación por parte de la empresa funeraria. Este extremo será comunicado a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática”.
La hermandad emitió esta madrugada un comunicado confirmando que se había procedido a la exhumación, pero no ha informado sobre el destino de los restos de Queipo y ha advertido que ahora el asunto queda en el espacio privado de la familia. Tampoco la familia del general golpista, que estuvo presente durante la exhumación, ha informado del lugar al que se van a conducir sus cenizas. La Macarena sí ha remitido al Ministerio de Presidencia un acta que recoge paso a paso cómo se ejecutó la exhumación y “con indicación de todos los presentes en el proceso”, escrita y firmada por el secretario de la hermandad.
Una vez decidida la fecha para llevar a cabo la exhumación, la cofradía debió “tramitar la solicitud ante la Delegación Territorial de Salud y Consumo en Sevilla competente en lo que respecta al reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria”, un extremo que correspondió a la empresa funeraria encargada de trasladar los restos de Queipo de Llano, Martí y Bohórquez.
Hace apenas un mes que se aprobó la nueva Ley de Memoria Histórica, que dejaba bien a las claras el deber de la hermandad de la Macarena de sacar los restos del responsable de 45.000 muertes en Andalucía y de su mujer Genoveva Martí, así como del general Bohórquez, del lugar donde se ubicaban en el templo. El Ministerio de Presidencia envió una carta el 24 de octubre a la hermandad, avanzada por elDiario.es, apremiando la ejecución de la ley, a lo que el hermano mayor de la Macarena contestó que se haría lo antes posible.