José Antonio Marín, el gerente de Magrudis, la empresa que ha fabricado carne mechada infectada de listeriosis, no conoce con exactitud la fecha en la que la planta pasó una inspección externa. Así lo ha dicho en una entrevista en la Cadena SER: “Fue hace unos meses, pero no le sé decir una fecha concreta”.
Marín tampoco ha sabido especificar cuándo comunicó a la Junta de Andalucía que la fábrica iba a hacer una ampliación con sus correspondientes obras: “En el mes de junio comunicamos a la Junta que estábamos con la ampliación y el Ayuntamiento de Sevilla tiene los planos antes de acabarlas”. Sin embargo, desde la Junta afirman que las obras se comunicaron el 31 de julio, cuando ya habían comenzado a utilizar la parte nueva de la planta de procesado. Aun así, el gerente de Magrudis defiende que las obras “no tuvieron nada que ver con el brote de listeriosis”.
Cuando se conoció el brote de listeriosis, la Junta de Andalucía pidió a Magrudis un listado de todas las empresas que comercializaban la carne. Pero en el listado no se incluyeron las empresas que las vendían sin etiquetar. Sobre este asunto, Marín, se ha escusado explicando que “el ayuntamiento pidió el listado de todos los clientes a los que pasábamos la carne pero no les dije que se estaba revendiendo la carne a otras empresas” y continúa “no sabía que la estaban vendiendo sin etiquetar, no lo oculté ni lo hice de mala fe”.
A día de hoy, Marín dice no saber “qué ha podido pasar” y asegura que en la fábrica seguían “todos los protocolos al pie de la letra”. Ya se han encontrado dos focos de listeriosis, en las mechadoras y en el carro del horno. Pero el gerente de Magrudis no está de acuerdo: “después del tratamiento térmico, a día de hoy no se ha encontrado nada, solo antes del horneado”. Y dice que no sabe dónde puede haber comenzado la infección: “Si los técnicos del ayuntamiento no son capaces de dar con el foco, no puedo saberlo yo”.
Con respecto a la polémica que generaron sus declaraciones a ABC sobre los gastos de su empresa en lejía, Marín replica: “No sé quién se sorprende de que se limpie con lejía. Tenemos otros productos, pero entre ellos está la lejía, que es desinfectante”.
En vista de posibles repercusiones legales, Marín ha dicho: “No he hecho nada fuera de la ley, creo que hacemos las cosas bien y nuestras instalaciones están limpias”.
También se lamentaba del “maremágnum” que se ha creado alrededor de la empresa: “Incluso toda la clase política está de reuniones”, se quejaba.