Hace algo más de cinco años, Manuel Redondo Gámez interpuso una denuncia contra el alcalde y dos concejales de Mijas (Málaga, 89.502 habitantes). Aseguraba que había gato encerrado en la tramitación administrativa de un viaje para mayores al Algarve, y su denuncia movilizó a la Guardia Civil, la Fiscalía y un juzgado de instrucción, que abrió diligencias previas. Sin embargo, cuando llegó la hora de ratificarla, Redondo Gámez no se presentó. La Guardia Civil lo buscó, no lo encontró y, finalmente, concluyó que no existía.
El invento enervó al fiscal, quien se propuso castigar a la persona tras al personaje por usar la justicia sin motivo y con una finalidad exclusivamente política. Seis años después de los hechos (no delictivos) que dieron origen a la denuncia de una persona que no existió, su trasunto real, José Antonio González, que por entonces era concejal del PP en el municipio y repartidor de Correos, ha sido condenado a ocho meses de prisión y multa de 2.160 euros por un delito de denuncia falsa.
“Con la denuncia se orquestó una maniobra dirigida a perjudicar a los políticos municipales del partido Ciudadanos en tiempo electoral y le aprovechaba al partido al que pertenecía el acusado”, concluyen los magistrados de la Audiencia Provincial de Málaga, que subrayan que “no queda duda alguna” de la autoría de González, aunque admiten que en la maniobra probablemente participaron otros responsables del PP.
Sí González acabó cargando con la culpa es porque dejó un rastro inconfundible: “embaucó” a un compañero cartero para estar enterado de las notificaciones que el juzgado remitió al falso Redondo, de donde se desprende su participación en la trama, que a su vez puso en marcha “indebidamente la maquinaria judicial con motivos espurios”, según la sentencia: “menoscabar y desgastar” a los rivales políticos de González y su partido, el PP.
Una versión “absurda”
Durante el juicio, González negó ser la persona que se oculta tras Manuel Redondo, y explicó que una vez alguien que dijo llamarse así y de quien nunca más supo le pidió poner un buzón a su nombre. Pero los magistrados no le han creído, y llegan a calificar de “absurda” su versión, pues está probado que le pidió reiteradamente a un compañero que le entregara la correspondencia que llegara a ese nombre. La trama saltó por los aires cuando la Guardia Civil comprobó que no existía nadie con tal nombre en España.
La investigación del viaje de mayores, ampliamente difundida en los medios y en redes sociales, se produjo en plena campaña de las elecciones andaluzas, y provocó la intervención de los órganos nacionales de dirección de Ciudadanos, que por entonces tenía en Mijas su mayor alcaldía de España. Estuvo en juego la expulsión de los entonces investigados.
En realidad, todos los concejales, también González, sabían que el expediente de la adjudicación del viaje, que se había sacado a licitación pública, se había subsanado con un reconocimiento extrajudicial de créditos votado en Pleno, igual que se hace con otros 1300 expedientes al año. En este caso, además, se votó con unanimidad, incluyendo por tanto al concejal denunciante.
“Seguramente no actuó solo”
En Ciudadanos siempre sospecharon no solo que el denunciante Manuel Redondo Gámez no existía, sino que quien lo manejaba en la sombra era, también él, una marioneta que actuaba manejada por la dirección del PP mijeño. Aunque la sentencia no entra en ello, los magistrados admiten que es “posible” que, como cree la acusación particular, “seguramente no actuó solo”.
La denuncia se enmarca en un clima de alta tensión política entre el PP y Ciudadanos en Mijas, disparada tras la ruptura del pacto que les llevó a gobernar juntos de junio de 2015 a abril de 2016. A partir de entonces, se desató una guerra sucia con episodios rocambolescos como las acusaciones de espionaje en la televisión pública municipal, intentos de compra de concejales o, en este caso, la invención de una personalidad para interponer una denuncia. Ciudadanos gobernó de 2015 a 2019 en coalición sucesiva con todos los grupos municipales, hasta acabar gobernando en solitario.
Ángel Nozal (PP) y Juan Carlos Maldonado (Ciudadanos, por entonces alcalde) llevaron este enfrentamiento al terreno personal. Nozal declaró que jamás daría su apoyo a un gobierno liderado por Maldonado, y lo cumplió incluso contra el criterio de su partido, quien le abrió expediente por negarse a cumplir sus directrices en 2019. Cuatro años después, también Maldonado se negó a apoyar a Nozal contra la decisión de Por Mi Pueblo, en el que se integró tras abandonar Ciudadanos en 2021.
Ambos han llevado su enemistad hasta el final, y cuando el PP ha colocado a una persona ajena al círculo de confianza de Nozal como candidata, Maldonado ha roto su pacto inicial con PSOE y Ciudadanos, y ha entregado su apoyo al PP en una moción de censura que ha aupado a Ana Mata (PP) como alcaldesa, con el apoyo de Vox y el propio Maldonado.