El hermano de Mohamed Bouderbala, el migrante encontrado muerto en la cárcel de Archidona que Interior usa como CIE, ha asegurado este martes que nunca percibió en él una actitud que mostrase su disposición a suicidarse. “Hablaba con él a diario. Se quejaba de la comida y del frío, pero no de la vida. No había indicios de suicidio”, ha explicado Ahmed en rueda de prensa. Junto a él, familiares de otros recluidos en Archidona y miembros de la plataforma contra el CIE de Archidona han pedido que se paralicen las deportaciones hasta que se esclarezcan las circunstancias de la muerte de Mohamed. Estas deportaciones continuaron el mismo 1 de enero.
“Queremos una investigación independiente y para eso deben parar las expulsiones, porque pueden estar deportándose a testigos”, ha reclamado Daniel Machuca, miembro de la plataforma. Cuatro días después de que los policías encontraron a Mohamed ahorcado en una celda de la cárcel de Archidona, sus familiares siguen sin ver el cuerpo y la autopsia sigue sin ser pública. La Policía aseguró a El Mundo que esta confirmaría el suicidio, pero nadie ha logrado ver el documento, si existe. Ahmed y miembros de la comunidad argelina en España están a la espera de lograr un poder con el que personarse en la investigación judicial de la muerte de Mohamed y acceder a las diligencias.
Ahmed ha recordado que su hermano no era una persona depresiva, “sino deportista, alegre y positiva, la última persona que se podía suicidar”. “Mi hermano vino a mejorar su vida, no a delinquir, ni a matar ni a que lo maten”, ha lamentado, justo antes de pedir una “investigación al detalle para que se sepa qué ocurrió”: “La misma tarde en que murió les pegaron a todos, y a Mohamed le pegaron incluso dentro de su habitación, según nos han contado. No queremos ser investigadores”.
Varios vídeos y fotos difundidos estos días muestran cómo agentes antidisturbios golpean y arrastran a internos de la cárcel de Archidona. “A la familia nos ha llegado la información de que lo han matado”, ha dicho Ahmed, que asegura que su hermano le relataba a diario que les pegaban y agredían al sacarlos de la habitación al patio.
Mohamed Bensekrane y Mohamed Tellal, con un hermano y un primo en la cárcel de Archidona, han pedido también una investigación que esclarezca los hechos. Bensekrane afirma que su primo tiene problemas respiratorios pero no le permiten acceder a un médico. Por su parte, Tellal asegura que todos los días le hablan de las condiciones del centro, donde “hay poca comida, hace frío y no hay agua potable, y a veces violencia policial”.
“Estos días la violencia policial se ha intensificado, según nos cuentan y vemos en los vídeos. Eso conlleva respuestas y reacciones. La situación psicológica es difícil porque ellos esperaban estar en un CIE y no en una cárcel”, ha relatado. Según estos familiares, varios encerrados en la cárcel de Archidona llevarían días en huelga de hambre.
Los familiares y la plataforma pretenden personarse en la investigación hoy mismo. A partir de ahí, podrán contrastar qué dice la autopsia, ver el cadáver y en su caso, proponer testigos. “Si a día de hoy se sigue expulsando a testigos potenciales es por pura voluntad”, ha protestado Rubén Quirante, miembro de la plataforma contra el CIE de Archidona. Daniel Machuca ha recordado lo que ocurrió en el ya extinto CIE de Capuchinos (Málaga) en 2006: “Después de las denuncias de violencia sexual contra las migrantes fueron expulsados todos los internos”.