La sede malagueña de la Colección del Museo Ruso pasará a estar en “hibernación” debido a la invasión de Rusia a Ucrania. Así lo ha explicado el alcalde, Francisco de la Torre, en un Pleno Extraordinario y Urgente convocado a petición propia, muy esperado por la polémica de los últimos días a propósito de la continuidad o no de la sede. “Tener un museo de arte ruso ha sido y es un prestigio para la ciudad”, ha dicho el alcalde, que ha explicado que no se renovarán las exposiciones mientras haya guerra en Ucrania.
De la Torre ha explicado que, en realidad, se trata de una decisión casi forzosa. José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, le confirmó el pasado viernes que las sanciones establecidas por la Unión Europea impiden cualquier transferencia económica a cualquier organismo ruso, de modo que resulta imposible renovar las exposiciones actuales. Después, ha explicado que Guzmán Palacios, director de Relaciones Culturales de Exteriores, le informó de que eso no impedía que la institución siguiese abierta con lo que ahora ofrece. De ahí, la “hibernación”, al menos hasta que haya paz.
“Es bueno que ayudemos, y es bueno que el museo pueda permanecer, aunque sea hibernado y sin hacer renovación de las exposiciones”, ha resumido el regidor. “Me preocupo de que podamos salvar en lo posible esta presencia cultural en Málaga, sin contravenir lo que desde España y Europa se diga”.
También ha quedado claro que De la Torre no se plantea, por ahora, cancelar una colaboración que considera fructífera y que el año pasado renovó hasta 2035. “Es un lujo para cualquier ciudad de España y Europa y renunciar a eso no es inteligente”. La sede malagueña recibe obras del Museo Ruso a cambio de un pago anual que ronda los 400.000 euros, que se liquidan por exposición. El alcalde ha asegurado que en 2022 solo se han hecho dos pagos: uno, correspondiente a 2021, por 20.000 euros en concepto de transporte (el 4 de febrero) y otro a Mosfilm Cinema Concern de 1.000 euros, el 16 de febrero. Ambos son anteriores a la invasión.
Ambigüedad del comunicado de Cultura
La cuestión estaba rodeada de incertidumbre, porque los términos de las sanciones no están claros en lo relativo a las colaboraciones culturales. El Ministerio de Cultura emitió este miércoles un comunicado titulado “España se suma a la imposición de medidas de veto a Rusia en el ámbito cultural y deportivo” en el que una de las medidas consiste en “instar a la suspensión de los proyectos e iniciativas en curso con la Federación Rusa, así como la cancelación de aquellas que se hubieran previsto y aún estuvieran pendientes de iniciarse”. El alcalde no ha podido aclarar con Cultura el alcance de esta medida y cómo afecta al museo, pero confía en que el consenso entre Cultura y Exteriores sea “pleno”.
El Ministerio de Cultura tampoco ha aclarado a elDiario.es Andalucía si entre las “iniciativas en curso” se incluye albergar la sede de un museo estatal ruso, las exposiciones actuales, solo las futuras o ninguna de ellas. Fuentes oficiales explican tan solo que el Ministerio “insta” y que la decisión la toma el Ayuntamiento. Respecto a las entidades que dependen del Ministerio, Miquel Iceta ha señalado que se ha acordado “suspender la colaboración institucional” con Rusia.
Fricciones con la concejala de Ciudadanos
El alcalde de Málaga pretendía también apagar el incendio declarado en su propio equipo de Gobierno por este asunto. No lo ha conseguido, y el Pleno ha evidenciado la fractura con su concejala de Cultura, Noelia Losada, única edil de Ciudadanos y fundamental para configurar las mayorías. Ya cerca del final, el alcalde pidió evitar el “regate corto” y el “postureo” y Losada se dio por aludida: “Yo he tenido postura; no postureo”.
La semana pasada, Losada fue la primera en mostrar su oposición a abonar nuevos pagos al museo, mientras el alcalde se mostraba ambiguo y pedía tiempo. Estos pagos se abonan por cada exposición, y las actuales debían ser renovadas el 24 de abril. Este jueves, Losada se ha reafirmado en su postura de no transferir “ni un euro más” a Rusia, y ha lanzado una andanada al alcalde, acusándole de ponerse de perfil: “Eso implica tomar decisiones, no esperar a que vengan dadas por el Ministerio. Probablemente ni podamos ni queramos organizar las siguientes exposiciones”.
En cualquier caso, el alcalde ha logrado evitar tomar por sí mismo una decisión que podría haber cuestionado el museo a futuro. Son las sanciones económicas las que fuerzan la alteración de la actividad normal del museo. “Entre quienes quieren cerrar el Museo Ruso y quienes quieren evitar condenas y acciones expresas contra el régimen de Putin está un virtuoso término medio”, le ha espetado la concejala de Cultura al alcalde.
Paqui Macías, de Unidas Podemos, ha acusado al alcalde de convocar el Pleno para “disimular sus titubeos” y ha propuesto utilizar las instalaciones para una “gran exposición por la paz”. “En este momento no cabe que haya exposiciones rusas de un gobierno ruso”, ha dicho Begoña Medina, concejala del PSOE. El alcalde se ha revuelto, acusándole de utilizar la guerra para desgastarle, y ha resumido así su postura: “Condena absoluta, apoyo total al pueblo de Ucrania, pero salvemos la Cultura”.
“No se consigue ayudar más por silenciar más”
El Pleno ha contado con la intervención apasionada de personas que han abogado por la continuidad del museo, en el que trabajan unas 50 personas. “Todas tenemos el firme convencimiento de que el arte puede hacer mejor el mundo. Apelo a la razón”, ha dicho una de ellas, al borde del llanto.
José Manuel Cabra de Luna, presidente de la Academia de Bellas Artes de Málaga, ha hecho un alegato en defensa del valor intrínseco de la cultura: “¿Tendremos que borrar toda la riquísima cultura rusa por las circunstancias que padecemos? Al contrario, hemos de fomentarla más. ¿Han pensado que muchos de los pintores que se han expuesto ahí han estado perseguidos hasta llevarlos al Gulag?”, se ha preguntado. “Ustedes tienen una obligación de encontrar un camino para que no perdamos una riqueza que Málaga ha conseguido. Solidaridad toda, pero no se consigue ayudar más por silenciar más”.
Olga Levakova es una profesora de inglés. Es rusa, lleva 20 años en España y ha condenado sin ambages y con lágrimas en los ojos la invasión de Ucrania. Pero ha defendido la continuidad en Málaga del museo, una institución con 125 años de historia: “¿Qué sentirían los españoles si alguien propusiera derribar sus monumentos, prohibir las películas de Buñuel o la música de Falla? Os rogamos dejar este canal de diálogo y encuentro. La guerra pasará, seguro que pasará. ¿Pero qué quedará? ¿El vacío, el odio? El Museo puede enseñar que el arte y la cultura están por encima de todo”.
La ayuda de Málaga a Ucrania
El Pleno también ha aprobado una moción institucional (por unanimidad de todos los grupos) que condena la invasión y el uso de la fuerza contra Ucrania. “Yo no estaba preparada para la guerra. No estaba preparada para que me llamen esta mañana y me pidan, literalmente sacos para muertos”, ha dicho Maryana Kasiv, portavoz de la Asociación Maydan, que está canalizando la ayuda humanitaria.
En Málaga existen 150 puntos de recogida de alimentos, ropa o medicinas, que se centraliza en una nave del Polígono Guadalhorce. Se han enviado ya 200 toneladas de ayuda, y hay otras tantas dispuestas, según ha informado Ruth Sarabia, concejala del área de Migración. CEAR, Accem y Cruz Roja están acogiendo a los refugiados, y Sarabia ha augurado una afluencia masiva en los próximos días por los lazos existentes con Ucrania. Hay 11.500 ucranianos censados en Málaga, que solo está por debajo de Madrid y Barcelona. 275 familias malagueñas están en un listado para la acogida en el caso que se desborden las plazas públicas, que el ayuntamiento pretende aumentar.